He probado el SUV eléctrico de Toyota que querrás comprarte: hasta 569 km de autonomía por menos de lo que crees
El Toyota bZ4X ha tenido un inicio vital que podría considerarse como algo tortuoso. Sin embargo, su última actualización ha cambiado por completo el concepto del coche y ahora es uno de los más interesantes del mercado. Nosotros ya lo hemos podido poner a prueba.

La electrificación lleva décadas presente en Toyota, aunque de una forma algo alejada de lo que supone tener un coche 100% eléctrico de producción masiva. Este paso, sin embargo, llegó a las filas de la compañía japonesa a comienzos de esta presente década, con el bZ4X. Este modelo vino a coronar el inicio de una nueva mecánica para la marca. Pese a ello, los números de ventas en los años siguientes no terminaron de cuajar para ellos, por lo que no han esperado demasiado para poner una solución.
Toyota ha lanzado una puesta al día para el bZ4X donde no sólo ha cambiado estéticamente, sino también en materia de mecánica y, sobre todo, en su precio de partida. Con todo ello, el SUV eléctrico es ahora uno de los coches «cero misiones» más interesantes del panorama actual.

Así ha cambiado el Toyota bZ4X con su puesta al día
Bien es cierto que estéticamente, el Toyota bZ4X sigue contando con una imagen totalmente identificativa. A grosso modo se podría decir que prácticamente no ha cambiado; pero sí. Lo ha hecho. Y mucho. Estos cambios se dejan notar especialmente en su frontal, donde se acerca ahora mucho más al diseño de sus hermanos eléctricos, como el nuevo Toyota C-HR+ o el Urban Cruiser.
El frontal cuenta ahora con unos faros totalmente nuevos y en los que se refleja mucho mejor su forma de «C». Estos pilotos se encuentran unidos por una moldura decorativa que cruza todo el ancho del conjunto y da al bZ4X una impronta más reconocible dentro de la compañía japonesa. En los extremos del conjunto se incluyen ahora también unos faros antiniebla.
En términos generales, el rediseño del frontal ha provocado que el diseño se vuelva algo más afilado y, por ende, aerodinámico. Mirando su perfil queda aún más clara esta sensación, donde también se perciben mejor sus medidas. El Toyota bZ4X sigue contando con las mismas cotas desde su llegada al mercado: 4.690 mm de longitud, 1.860 mm de anchura y 1.650 mm de altura.

Toyota, en esta vista, ha implementado nuevos diseños de llantas de hasta 20 pulgadas. También ha mantenido las molduras en color negro que se acomodan en varias zonas del coche, como las aletas delanteras o el perfil inferior de todo el conjunto. Esto es algo único de este modelo y que puede gustar o no, pero le da una personalidad inconfundible al SUV eléctrico.
La zaga es donde menos cambios encuentra. Sus pilotos traseros han cambiado levemente, así como su bajo parachoques, pero pocos datos más se pueden dar sobre esta vista del coche. Cabe decir que el Toyota bZ4X incluye también una generosa paleta con cinco colores para su exterior, en el que el negro es el incluido de serie.
Interior reconocible pero igualmente personal
El habitáculo también ha recibido su gran dosis de puesta a punto. Ahora, el Toyota bZ4X estrena diseño del salpicadero, también el volante, el cual presenta un nuevo diseño, algo más ergonómico que el utilizado en la versión previa. Pero no sólo recibe cambios aquí, pues ha incorporado un renovado panel de instrumentación digital panorámico y una más que merecida actualización para el multimedia central, el cual alcanza ahora las 14 pulgadas.

Sobre este último cabe decir que su manejo es ahora notablemente más fluido, con conexiones móviles vía Apple CarPlay y Android Auto, ambas inalámbricas, así como unos menús actualizados convenientemente. Pero no es lo único. También ha pasado por la mesa de la revisión sus materiales y tapizados, los cuales han mejorado notablemente.
Los asientos delanteros siguen contando con un generoso mullido y una buena sujeción, especialmente a la hora de encarar una carretera de curvas. Los ocupantes también podrán disfrutar de un elevado número de huecos donde dejar objetos personales, tanto en las puertas o en la consola central; también una doble superficie donde cargar los teléfonos móviles.
Quienes decidan acomodarse en la segunda fila tendrán un muy generoso espacio habitable, pero también contarán con un cómodo reposabrazos central con posavasos, así como un módulo específico para la climatización. Lo mejor será su gran hueco para las piernas, pues este es realmente extenso.

Por último, el Toyota bZ4X no cambia en su espacio de carga en el maletero. Al igual que en la variante previa, sigue contando con un volumen mínimo de 452 litros. En caso de necesitar aún más espacio, es posible abatir la segunda fila de asientos para obtener así un gran espacio máximo en el que poder transportar objetos de mucho tamaño.
Mecánica y precios del Toyota bZ4X en España
Como anunciamos al comienzo de este artículo, el Toyota bZ4X ha cambiado notablemente en materia mecánica. El SUV incluye ahora nuevas opciones de batería, más potencia y, sobre todo, una mejor relación prestaciones-precio. Concretamente, la gama comienza con la posibilidad de escoger la versión con mayor autonomía de todas, gracias a una batería de 73 kWh de capacidad, la cual genera un rango medio homologado de 569 kilómetros. Su potencia es de 224 CV.
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Esta variante cuenta con tracción delantera e incluye el nivel de equipamiento «Advance». Con esta versión, el cliente tendrá casi todos los aspectos posibles más que cubiertos. De hecho, añade: llantas de 18 pulgadas, faros LED, portón del maletero eléctrico, asientos y volante calefactables, pantalla central de 14 pulgadas, cámara 360, dos plataformas de carga inalámbrica para smartphone y la iluminación ambiental LED.
Un paso por encima se sitúa la opción «Spirit», la cual incluye la tracción total (dos motores eléctricos), 468 km de autonomía y 343 CV de potencia. El equipamiento de este también es más que generoso. A todo lo anterior añade: llantas de 20 pulgadas, carrocería bitono, techo panorámico, tapicería de piel sintética, retrovisor interior digital o el sistema de altavoces firmado por JBL.
Con esta evolución, Toyota no sólo ha cambiado el concepto del vehículo, sino también la forma en la que comprarlo. Estas variantes no cuentan con catálogo de opciones. Es un paquete de equipamiento cerrado en el que ya incluye todo lo mencionado. Con esto, el precio de partida para el «Advance» es de 39.500 euros, mientras que para el «Spirit» es de 47.500 euros. Por supuesto, sin incluir posibles ayudas o descuentos, con lo que el precio definitivo puede ser realmente rompedor frente al de su competencia directa.
Los datos están bien, pero te cuento cómo va el Toyota bZ4X en la vida real
Hora de ponerse tras los mandos del renovado Toyota bZ4X. Con este apartado entramos de lleno en el territorio de los puntos y opiniones más personales. Dicho esto, debo añadir que para mi, particularmente, el cambio que ha sufrido el modelo en materia estética ha sido realmente generoso y más que acertado. Su exterior ha ganado mucho, pero también su interior. Esto se nota especialmente a la hora de acomodarse en sus asientos e incluso al tomar el control del mismo.

Nada más ajustar el asiento principal, salta a la vista que Toyota ha querido jugar aquí un papel muy diferencial. La posición de conducción es eminentemente elevada (pese a tener el asiento en su punto más bajo). El volante queda muy abajo y la visualización de la instrumentación digital se lleva a cabo por encima de este. Una arquitectura que, a mi parecer, es muy cómoda y bastante acertada.
A la hora de iniciar la marcha con el Toyota bZ4X en su variante «Spirit», hay que decir que la suavidad de marcha vuelve a hacerse notar en este modelo. Al igual que en el resto de la gama de la firma, queda claro que estamos ante un Toyota; nada de sobresaltos, aceleración extremadamente bruscas o cualquier otro punto que pueda afectar al confort de marcha.
En nuestra primera toma de contacto con este coche hemos podido probarlo por vías urbanas, secundarias o autopistas. En cualquiera de ellas, el modelo se desenvuelve con gran soltura. Su buena capacidad de giro lo hacer se especialmente cómodo en ciudades, pero su posición de conducción también lo hace ideal para rutas de largo recorrido.

Bien es cierto que el ruido aerodinámico sí se deja notar en el interior una vez se superan ciertas velocidades altas. Este no es molesto en ningún momento, sino que es simplemente perceptible. Por el contrario, el de rodadura apenas se deja sentir casi en ningún momento.
La amortiguación ayuda bastante a generar el mencionado confort de marcha. Su tarado no es demasiado rígido ni tampoco demasiado blando. Cuenta con un nivel más que óptimo en esto para la práctica totalidad de situaciones. Bien es cierto que en las carreteras de curvas, las propias inercias sí se dejan sentir, con lo que el balanceo es notorio en ciertos momentos.
El nivel de acabado -y mecánica- con el que hemos podido ponerlo a prueba tiene un consumo medio homologado de 15,9 kWh/100 km. En nuestra prueba, sin tener en cuenta demasiado el lograr buenos datos sobre consumo, lo cierto es que marcó una media de 17,6 kWh/100 km. Un número que podrá bajar con facilidad en cuanto se le dé un uso más lógico y cotidiano.

El esquema de doble motor eléctrico se deja notar especialmente a la hora de acelerar. Subir velocidad es realmente sencillo y llega a correr bastante. Esto es algo de agradecer a la hora de avanzar en un carril de aceleración o a la hora de adelantar en una carretera secundaria. Todo será mucho más sencillo e incluso casi instantáneo.
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