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El caso del misterioso Mustang más rápido del mundo y la policía de Oklahoma

  • Un chaval de 19 años era detenido por la patrulla de carretera de Oklahoma tras una breve persecución, en la que el joven lograba poner su Mustang a 208 mph.
  • Aunque no hay apenas información sobre el vehículo, este se ha convertido automáticamente en el Mustang más rápido de la historia.
El caso del misterioso Mustang más rápido del mundo y la policía de Oklahoma

8 min. lectura

Publicado: 19/11/2016 20:00

Ford Mustang GT V8 de 2011.

Hace solo unos días un chaval de 19 años se convertía en noticia para una gran número de medios internacionales, cuando la patrulla de carretera de Oklahoma lo detenía por circular a 208 millas por hora en un Mustang, mientras huía precisamente de la policía. Esto sucedía el pasado 13 de noviembre, según los distintos medios el día 14, en Oklahoma City, Estados Unidos.

Que alguien huya de la policía en una autopista ya no es noticia, puesto que lamentablemente es algo casi habitual, sobre todo en los Estados Unidos, sin embargo, la altísima velocidad alcanzada por el joven de 19 años, llamado Hector Fraire, hacía que la noticia corriera como la pólvora por los distintos medios online.

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Teníamos constancia de este hecho a mediados de esta misma semana, y aunque en un primer momento no lo consideramos relevante, después de pensarlo durante unos días nos hemos hecho la siguiente pregunta:

¿Qué clase de Mustang es capaz de alcanzar 334.74 km/h (208 mph)?

Probablemente, a muchos os puede haber pasado desapercibido cuan alta es realmente esa velocidad al leerla en millas por hora en el primer párrafo, al igual que a nosotros, que aunque estamos habituados a manejar cifras en ese sistema de medidas, en muchas ocasiones no hacemos el cálculo mental inmediatamente.

El susodicho, Hector Fraire, sacándose su foto para la ficha policial, el 13/11/16.

Por lo que volviendo al vehículo en cuestión, ¿qué Ford Mustang conducía Hector Fraire esa noche?, capaz de superar la velocidad máxima de modelos como el Lamborghini Gallardo o cualquier Ferrari V8 de calle de la historia y por supuesto, cualquier Mustang conocido.

Según los hechos descritos, Fraire conducía un Mustang modelo 2011, pero sin especificar versión, acabado ni por supuesto si se encontraba modificado. Según la declaración de los agentes, en un primer momento se le midieron 84 millas por hora (135 km/h) en una zona limitada a 70 mph, y tras intentar detenerlo Freire aceleró, huyendo de la patrulla mientras apagaba las luces del vehículo, en un intento de escapar. Durante la persecución, se le volvió a tomar la velocidad con la pistola radar llegando a medirle en un primer momento 176 mph (283 km/h) y por último los célebres casi 335 km/h (208 mph).

Tras esto, el conductor del Mustang tomó una salida de la autopista y se perdió, pero otra patrulla lo reconoció momentos mas tarde, y lo detuvieron sin que opusiera resistencia en un semáforo en rojo.

Supongo que al igual que nosotros, os habréis preguntado qué clase de vehículos policiales lograron alcanzar al “Mustang volador”. Al respecto no hay información, pero buscando en Google encontramos que la patrulla de carretera de Oklahoma suele emplear actualmente vehículos como el Dodge Charger, entendemos que con uno de los habituales “paquetes policiales” que las marcas norteamericanas ofrecen para los cuerpos de seguridad.

Estos consisten en configuraciones de bastidor más rígidas, mejores suspensiones y frenos, así como leves mejoras mecánicas. Aunque en ninguno de los casos conocidos, incluidos los vehículos de persecución, son modificaciones que permitan ni acercarse a los 300 km/h.

Uno de los habituales Dodge Charger de la patrulla de carretera de Oklahoma.

Independientemente de como lograron darle caza, aún queda por aclarar como logró Fraire alcanzar esas velocidades con un Mustang 2011. Aunque no se ha revelado que versión era, la mayoría de medios apuntan a un Mustang GT, equipado con el V8 de 5.0 litros, pero incluso con esa versión, los 300 km/h quedan muy lejos.

En aquel entonces, la gama Mustang 2011, como podéis ver en su catálogo oficial, estaba compuesta por 3 versionesprincipales, Mustang V6, Mustang GT V8 y el Shelby GT500. Como podéis ver en el cuadro, las cifras de potencia de esas versiones son muy respetables, pero no suficientes para poder acercarse a esas velocidades.

Mustang 2011V6GT V8GT500
MotorV6V8V8
Cilindrada3.7 litros5.0 litros5.4 litros
Potencia309 CV (305 hp)417 CV(412 hp)557 CV (550 hp)
Par máximo379,6 Nm528,7 Nm691,4 Nm

La velocidad máxima del Shelby GT500 2011 con 557 CV (550 hp) es de 304 km/h (189 mph), pero la del Mustang GT estándar es de solo 250 km/h (155 mph) ya que está electrónicamente limitada, aunque su velocímetro marca hasta 160 mph.

No es complicado en los Estados Unidos encontrar un Mustang con un motor aftermarket de 700 CV o más, aunque eso requiere numerosas modificaciones y sobre todo, un elevado coste económico, bastante más alto que el precio actual de un Mustang de 2011 de segunda mano.

Ford Mustang de quinta generación en una Drag Race de la NHRA.

Puede ser probable que el indeterminado Mustang de Fraire estuviera modificado, pero aún así, difícilmente lo necesario como para poder ser una montura lo suficientemente estable a esas velocidades, ya que toda la potencia necesaria para alcanzar esa velocidad requieren de unas notables mejoras en el bastidor, y más que probablemente algunas modificaciones aerodinámicas.

Es difícil imaginarse un ladrillo como el Mustang de quinta generación, aerodinámicamente hablando, sobrepasando tan holgadamente los 300 km/h y aun así siendo capaz de tomar curvas como para circular con el con seguridad.

A buen seguro hay participantes de la National Hot Rod Asociation con Mustangs incluso más poderosos, pero es casi imposible que Hector Fraire, de solo 19 años, estuviese la mencionada noche dándose un paseo por una autopista de Oklahoma con uno de estos aparatos.

La causa más probable es más simple, puede ser un mero error del lector de velocidad. Bien sea por mal uso o una mala calibración, lo que diera lugar a una lectura errónea, o incluso, que este dispusiera de la opción de dar la lectura tanto en millas por hora como en kilómetros por hora, y los agentes no se percataran.

En cualquiera de los casos, Hector Fraire sobrepasó los límites de velocidad y huyó de las autoridades, por lo que tendrá que pagar. Aunque probablemente siempre nos quedará la duda de como su misterioso Mustang logró alcanzar esa cifra en el lector de velocidad.

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