Inquietud en la F1, el motor de 2026 está sentenciado antes de nacer y los e-fuels se disparan

La nueva normativa de 2026 está provocando tantos quebraderos de cabeza que la Fórmula 1 ya estudia un cambio radical de enfoque en cuanto a la unidad de potencia. Además, preocupa el creciente coste del combustible sostenible.

Inquietud en la F1, el motor de 2026 está sentenciado antes de nacer y los e-fuels se disparan
La Fórmula 1 se ha metido en una encrucijada de la que intenta salir airosamente. - David Moreno / Motor.es

7 min. lectura

Publicado: 04/09/2025 11:30

A la Fórmula 1 le está salido el tiro por la culata con las nuevas unidades de potencia que ideó como medida para recortar gastos y atraer a nuevos fabricantes.

Lo segundo lo consiguió, ya que en 2026 llegarán Audi y Ford (este último como socio de Red Bull Powertrains). Sin embargo, lo primero no solamente no ha sucedido, sino que se ha generado un coste muy superior al esperado.

El plan era mantener las unidades de potencia híbridas actuales, pero con algunos cambios para simplificar su desarrollo. Para ello, se eliminó el MGU-K, que durante una buena parte de la era híbrida comenzada en 2014 supuso el principal quebradero de cabeza de los motoristas.

Calcula ahora el precio de tu seguro de coche

Calcula tu precio online

Pero dicha supresión requería compensar la pérdida de potencia, para lo cual se ideó una potenciación de la parte eléctrica. Es decir, que esta pasara a prácticamente triplicar su aporte de potencia al conjunto, llegando prácticamente al 50 % del total (unos 450 CV).

«Está siendo mucho más caro de lo que se pensaba. Necesitamos considerar si podemos hacer algo para reducir el precio»

El nuevo motor es muy complejo y caro

El resultado de todo esto está siendo decepcionante para los fabricantes, que ven como tienen que hacer frente a una escalada de costes elevadísima. La razón es que conseguir tanta potencia de la parte eléctrica está resultando complicadísimo. Además, la FIA ha tenido que modificar el reglamento para minimizar los problemas derivados de este nuevo concepto de propulsor.

A consecuencia de todo ello, la FIA y la Fórmula 1 están buscando alternativas a una unidad de potencia que ya está sentenciada antes incluso de debutar en 2026. El pasado mes de abril, se descartó un cambio temprano a motores V10, pero otra alternativa cuenta ya con bastante apoyo y va camino de fructificar.

V8 atmosférico con KERS y e-fuel

Según informa The Race, se trata de un motor V8 atmosférico que seguiría siendo híbrido, pero únicamente a través de un KERS (un freno regenerativo) que proporcionaría apenas un 10 % de la potencia total. Además, se mantendrían los combustibles 100 % sostenibles que debutarán el año que viene.

De esa forma, la FIA y la F1 creen que cumplen con la tendencia actual de la automoción y, por tanto, con los requisitos indispensables de las marcas involucradas, pero también simplificarían y reducirían hasta en un 65 % los costes.

Una consecuencia indirecta de esto sería una drástica reducción del tamaño de las baterías, lo que a su vez permitiría aligerar notablemente el peso de los monoplazas (unos 80 kg). Esta viene siendo una asignatura pendiente de la F1 desde hace años, por lo que el cambio es visto con muy buenos ojos.

Ahora bien, no todo son ventajas. En primer lugar, un cambio de motor de este calibre requeriría un nuevo chasis y, por tanto, una normativa técnica también nueva. Eso obliga a tener que esperar más de lo deseado, ya que los fabricantes no están dispuestos a dilapidar la inversión realizada en los nuevos motores de 2026 sin rentabilizarlos durante al menos cuatro temporadas.

A consecuencia de esto, lo más probable es que los nuevos V8 no lleguen hasta al menos 2031, si bien la FIA y la F1 presionan a equipos y fabricantes para adelantar al menos uno o dos años dicha introducción. Lo que cada vez parece más claro es que el cambio será inevitable y los nuevos V6 turbo ‘superhíbridos’ están ya sentenciados antes siquiera de debutar en competición.

Los e-fuels disparan su precio

Lamentablemente para los implicados, la unidad de potencia no es el único problema que se está yendo de las manos. Los combustibles sostenibles también están empezando a generar mucha preocupación por el enorme coste que van a suponer.

Tanto es así que se ha programado una reunión entre la FIA, la Fórmula 1 y los proveedores para abordar este asunto. No en vano, las últimas estimaciones hablan de un coste superior a los 12 millones de dólares (unos 10,3 millones de euros) al año. Y eso teniendo en cuenta que actualmente el litro de e-fuel se paga a 33 dólares, pero se teme que pueda llegar incluso a los 300 dólares.

Recientemente, Toto Wolff admitió que «lo que lo hace tan caro es que toda la cadena de suministro y la contribución energética deben ser ecológicas. Para lograr todo esto, se necesita una especificación de ingredientes muy costosa, y está siendo mucho más caro de lo que se pensaba. Necesitamos considerar si podemos hacer algo para reducir el precio por litro».

Los combustibles actuales son un 10 % sostenibles, pero en 2026 pasarán a serlo en un 100 %.

«Petronas [socio, patrocinados y suministrador de Mercedes] ha sido un gran compañero nuestro. Están totalmente comprometidos técnicamente con el proyecto y con ellos estamos evaluando, ¿existe alguna normativa que pueda cambiarse para hacerlo más sostenible financieramente?», concluyó el director del equipo Mercedes.

Por su parte, el director de monoplazas de la FIA y uno de los artífices del nuevo reglamento, Nikolas Tombazis, afirma que el coste de los combustibles sostenibles «bajará como baja toda tecnología. Al principio todo es nuevo, todo es innovador y todo es un prototipo en cierto modo. Y a medida que la gente aprenda, gradualmente se irán reduciendo».

En 2026, el coste del combustible sostenible no estará incluido en el límite presupuestario impuesto por la FIA, por lo que los equipos deberán encontrar financiación adicional para hacer frente a dicho gasto.

Fotos: David Moreno / Motor.es

Pixel