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Aeropuerto CastellónSin coches, pruebas, aviones ni dinero

La última polémica que ha rodeado al Aeropuerto de Castellón sobre su uso para pruebas privadas de equipos de carreras se zanja con la espantada de futuros interesados ante el ruido político y mediático que se ha levantado. Los entrenamientos del piloto Roberto Merhi con el equipo Mercedes HWA en el Aeropuerto de Castellón fueron denunciados por el Partido Socialista a través de un video que ha desatado el debate en los medios de comunicación.

Sin coches, pruebas, aviones ni dinero

5 min. lectura

Publicado: 25/01/2013 14:46

Tres han sido los artículos de opinión/información que he leído en los últimos días sobre el tema del Aeropuerto de Castellón.

Sus autores, compañeros en esto de los coches en diferentes medios, son Carlos Barazal (en su blog personal), Eloy Entrambasaguas (Motorpasión F1) y Guillermo Alfonsín (AutoBlog); y las tres voces autorizadas coinciden en una misma cosa: no hay nadie tan eficaz como un político español para joder algo. Así que anticipo mi agradecimiento a cada uno de ellos por los datos y opiniones que han compartido al respecto.

Detalles de la polémica del Aeropuerto de Castellón

Primero. Alguien se gastó en su día más de 130 millones de euros para que en el Aeropuerto de Castellón aterrizaran y despegaran aviones. Hoy, lo único que vuela por allí cerca son las moscas... Así que aquí tenemos el primer elemento de esta jugosa polémica: una instalación sin usar.

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Segundo. En España tenemos dos cosas por las que media Europa 'babea'. Una de ellas lleva toda la vida con nosotros: el sol, y la otra es más reciente: asfalto libre. Esto último ha llegado, en parte, gracias al boom del automovilismo y de los constructores en la última década. El resultado es que los circuitos han salido como las setas y mientras en Alemania hay un metro de nieve, en España se puede venir a entrenar en invierno a 15 o 20 grados tranquilamente.

Eso, aunque no lo veamos en TV, pasa a diario. Esta fiebre del 'oro negro' del asfalto alcanza, por posibilidades, a los aeropuertos que se han hecho y se pudren sin usarlos como el de Castellón o el de Ciudad Real, entre otros, donde fabricantes de coches y equipos de carreras ven un lugar interesante para hacer experimentos y presentaciones.

Tercero. Los equipos de carreras hacen muchos tipos de pruebas y, para algunas de ellas, alquilar un circuito ni es práctico ni es económico y, por eso, se van a las largas rectas de los aeropuertos. Donde simplemente necesitan una pista vacía en la que hacer pruebas aerodinámicas a velocidad constante.

Cuarto y último. Roberto Merhi, piloto de Mercedes del DTM y una de las jóvenes promesas de la competición nacional. Nacido y residente en Castellón, incluso tuvo el apoyo de patrocinio de algunos de sus paisanos en algún momento de su carrera. Una relación que, por cierto, parece que no acabó demasiado bien.

Ahora metemos todos estos ingredientes y añadimos una pizca (bastante) de esa 'mala hostia' con la que se hace oposición política en este país en la misma olla y tendremos el explosivo cóctel mediático en el que se ha convertico la polémica del Aeropuerto de Castellón.

El equipo Mercedes HWA llevó sus coches del DTM al Aeropuerto de Castellón, pagó religiosamente 3.000 euros (más IVA) a la empresa responsable del aeródromo, Aerocas, para poder usar las instalaciones y sentó a Roberto Merhi detrás del volante para hacer las respectivas pruebas.

Mientras, en el exterior, una intrépida diputada del grupo parlamentario socialista por Castellón, María José Salvador, hacía las veces de reportera pidiendo al presidente Alberto Fabra explicaciones sobre qué hacía un coche de carreras dando vueltas en el Aeropuerto de Castellón pintando como un posible delito la presencia de aquel bólido en las desiertas pistas de aterrizaje y despegue.

El resultado ha sido un soberano ridículo (uno más) de nuestros políticos y la espantada de otros equipos que ya estaban pensando en gastar algunos de sus euros en hacer este tipo de pruebas en el Aeropuerto de Castellón. Seguro que si alguien hubiese recibido una buena comisión o un 'sobrecito' en su despacho por estas actividades no habría el mayor problema. Claro que, si están esperando ponerle el lazo de regalo al desierto Aeropuerto para colárselo a los árabes por 200 millones de euros, es mejor que nadie esté por allí haciendo ruido, que de ese pellizco se puede pillar aún más.

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