La gran apuesta de Europa para el mercado de las baterías no sólo ha fracasado, sino que la van a comprar los chinos
Northvolt, la gran promesa europea en baterías para coches eléctricos, ha sucumbido a la bancarrota. Ahora, las negociaciones con el gigante chino CATL evidencian cómo Europa podría perder el control de un sector clave para la transición energética.
El sueño europeo de liderar el mercado global de baterías para vehículos eléctricos ha sufrido un duro golpe. Northvolt AB, el fabricante sueco que prometía desafiar el dominio asiático en el sector, se encuentra al borde del colapso tras declararse en bancarrota en Estados Unidos la semana pasada.
La situación ha llevado a la empresa sueca a buscar alianzas desesperadas, incluidas negociaciones con el gigante chino Contemporary Amperex Technology Co. Ltd. (CATL), el mayor fabricante mundial de baterías para coches eléctricos.
CATL, con su liderazgo indiscutible y su expansión continua, parece estar posicionándose para llenar los vacíos que dejan proyectos fallidos como el de Northvolt
De promesa europea a posible adquisición china
Según informa el medio sueco Dagens Nyheter, Northvolt lleva meses en conversaciones con CATL y otras empresas chinas para encontrar una solución a su crisis financiera. Las reuniones se han desarrollado incluso en la sede de CATL en Ningde, China, dejando entrever la profundidad de estas negociaciones.
La falta de liquidez de un proyecto del que ya te avanzamos en septiembre que se había deteriorado dramáticamente, combinada con la incapacidad para atraer fondos de rescate, ha puesto en peligro su viabilidad.
Esto supone un durísimo golpe para la Unión Europea, ya que dicho proyecto fue considerado durante años un pilar estratégico para reducir la dependencia europea de los proveedores asiáticos.
CATL, que domina cerca del 40 % del mercado global de baterías para vehículos eléctricos, podría no sólo aportar capital fresco, sino también expandir aún más su influencia en Europa.
Actualmente, la compañía ya está avanzando en su expansión en el continente, con planes de iniciar la producción de celdas en Hungría y de establecer operaciones de reciclaje de baterías en la región. Estas iniciativas refuerzan su compromiso con un mercado que sigue siendo clave para el crecimiento de la movilidad eléctrica.
El declive de Northvolt, ¿qué salió mal?
Northvolt surgió como una respuesta europea a la hegemonía asiática en el sector de baterías. Su promesa era fabricar baterías sostenibles y de alta calidad en el corazón de Europa, atrayendo inversiones de gigantes como Volkswagen y BMW.
Sin embargo, la realidad financiera de la compañía no estuvo a la altura de las expectativas. La subida de los costes de producción, los retrasos en proyectos clave y la feroz competencia internacional han dificultado que la empresa mantenga el ritmo necesario para cumplir sus objetivos.
Peter Carlsson, el CEO saliente de Northvolt, reconoció recientemente que la búsqueda de socios en Asia se había convertido en una necesidad estratégica.
Sin embargo, la bancarrota en Estados Unidos marca un punto crítico, subrayando la fragilidad de un proyecto que, pese a sus ambiciones, no logró consolidarse como un competidor viable en el mercado global.
Europa, ¿sin control en el mercado de las baterías?
El caso de Northvolt es un recordatorio de las dificultades que debe superar Europa para competir en sectores estratégicos como el de las baterías para vehículos eléctricos.
Aunque la región ha apostado fuerte por reducir su dependencia de Asia, la realidad muestra que las empresas europeas todavía están lejos de alcanzar la escala y la eficiencia de los gigantes asiáticos.
CATL, con su liderazgo indiscutible y su expansión continua, parece estar posicionándose para llenar los vacíos que dejan proyectos fallidos como el de Northvolt.
Si las negociaciones entre ambas empresas se concretan, no sólo marcarán un hito en la relación entre los dos gigantes, sino que podrían consolidar aún más el dominio chino en el sector.