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Los costes del Dieselgate ascienden a 25.000 millones euros para Volkswagen

  • Volkswagen ha provisionado otros 2.500 millones de euros para costes derivados de la crisis diésel
  • A la vez, en EEUU ha ampliado su garantía comercial a seis años o 116.000 km
  • El viernes fue arrestado un ingeniero de alto nivel en Alemania, Wolfgang Hatz

6 min. lectura

Publicado: 30/09/2017 20:00



Matthias Müller, CEO de Volkswagen, esta semana

Volkswagen sigue haciendo frente a los costes de la crisis del escándalo de las emisiones (caso Dieselgate), y están siendo superiores a los ya presupuestados. En una comunicación reciente, Volkswagen provisionó otros 2.500 millones de euros para hacer frente a dichos costes.

Esta provisión tendrá un impacto en las cuentas del tercer trimestre, que se anunciarán a finales de octubre. Sin embargo, pese a este impacto, Volkswagen debería seguir anunciando beneficios, por lo que los costes son llevaderos. Pese al escándalo, 2016 fue el mejor año para Volkswagen.

La cantidad provisionada es muy conservadora, podría sobrar dinero según algunos analistas

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Si tenemos en cuento todos los costes ya anunciados y sumamos los nuevos, la suma supera los 25.000 millones de euros o unos 30.000 millones de dólares. Teniendo en cuenta que el Dieselgate afecta a una cifra entre 10 y 11 millones de vehículos, vienen a ser 2.300-2.500 euros por cada uno.

Página Web de Volkswagen en Estados Unidos (en español)

El mismo día que supimos esa ampliación de costes, Volkswagen -como marca- tomó una decisión comercial arriesgada para el estándar americano: ha ampliado la garantía de sus modelos nuevos. Se llama "Garantía Primero la Gente", que da cobertura de seis años o hasta 72.000 millas (116.000 kilómetros) en toda la gama 2018 salvo e-Golf.

De esta forma, Volkswagen pretende restituir la confianza perdida de los consumidores, aunque los principales defraudados han sido obviamente los propietarios de algún diésel 2.0 TDI o 3.0 TDI. A esos propietarios, además de ser indemnizados, pueden revender su coche a la marca por lo que costaba antes del escándalo, o exigir la reparación.

De los casi 475.000 vehículos con motores 2.0 TDI de cuatro cilindros, más de la mitad habían sido recomprados o recalibrados en abril de este año. Prácticamente todos tienen solución técnica para cumplir el duro estándar federal y californiano, una minoría tiene como destino la recompra y posterior desguace.

Pasa algo parecido con las grandes berlinas y SUV con motores diésel de seis cilindros de las marcas Volkswagen, Audi y Porsche. Los más recientes tienen una solución técnica, los primeros que se vendieron no, pero sus dueños podrán seguir utilizándolos el tiempo que quieran, sin restricción.

Mientras tanto, en Europa no hay indemnizaciones genéricas para los propietarios, y hablamos de más de ocho millones y medio de unidades; algunas indemnizaciones se han conseguido a nivel judicial. En países como Alemania las recalibraciones son obligatorias si no se quiere perder la placa de matrícula, en el resto la llamada a revisión continúa siendo voluntaria.

Desde Motor.es constatamos que hay unidades a las que la reprogramación no les sienta nada bien, con efectos secundarios nada agradables: tirones, pérdidas de potencia, avería prematura de sistemas que acabarían fallando (como la EGR), etc. Sin embargo, no podemos decir que afecte a todos los coches reprogramados.

Wolfgang Hatz, responsable de cadenas cinemáticas de 2007 a 2012 en el Grupo, de 2001 a 2007 lo hizo solo en Audi

Dos años después del escándalo, Volkswagen sigue mirando hacia delante con la intención de olvidar su pasado diésel. Recientemente se anunciaron los objetivos de sostenibilidad ambiental para 2025, que son bastante ambiciosos, así como su intención de apostar por una gama completa de modelos 100% eléctricos que veremos nacer el próximo año.

Mientras tanto, el Grupo Volkswagen está comercializando actualmente motores diésel que fuentes independientes califican como limpios, como Emission Analytics. Sin embargo, el Elbe Highway, un barco mercante con miles de coches, fue boicoteado por Greenpeace antes de desembarcar en el Reino Unido el 21 de septiembre. La acción llega un poco tarde, la verdad sea dicha.

Por último, tenemos que mencionar el reciente arresto de un antiguo jefe de ingeniería del Grupo Volkswagen, Wolfgang Hatz, que permanece retenido sin fianza por riesgo de fuga. La fiscalía de Múnich ordenó su detención, no está reclamado por la justicia estadounidense. No es el primer detenido que ha trabajado en los motores diésel, anteriormente fue arrestado también Giovanni Pamio, que sí está reclamado por EEUU.

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