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Crecen las muertes en carreteras secundarias y las autoescuelas piden a la DGT que no ignore la causa del problema

Las autoescuelas piden a la Dirección General de Tráfico (DGT) que aumente la formación obligatoria en las carreteras secundarias, que son las que acumulan más fallecimientos por accidentes.

Crecen las muertes en carreteras secundarias y las autoescuelas piden a la DGT que no ignore la causa del problema
¿Tienen los aspirantes a conductores suficiente experiencia en carreteras secundarias? - Freepik

5 min. lectura

Publicado: 10/01/2023 15:30

Las cifras relativas al tráfico y los accidentes producidos en las carreteras durante el año 2022, recientemente revelados por la DGT, no son demasiado buenos en lo que a muertes respecta.

En el año 2022, se registraron 1145 decesos en carreteras interurbanas en España, lo que supone un aumento del 4 % con respecto a 2019, el año de referencia, con 44 víctimas adicionales. Por otro lado, el número de heridos graves disminuyó en un 10 %, con un total de 4008 personas.

«En muchos sitios, los alumnos de las autoescuelas no circulan por una vía secundaria hasta que no obtienen el permiso»

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Este aumento en la mortalidad y disminución en el número de heridos graves se produce en un contexto de recuperación de la movilidad tras un 2020 totalmente condicionado por la pandemia y un 2021 que también sufrió las consecuencias. Y es que, en 2022, se registraron 439,8 millones de viajes en carretera de larga distancia, es decir, un 3 % más que en 2019.

Pero lo que más inquieta a las autoescuelas es que la mayoría de las personas que perdieron la vida en una carretera interurbana lo hicieron en una carretera secundaria (73 %). Además, uno de cada cuatro fallecidos que viajaban en un turismo o furgoneta no llevaban puesto el cinturón de seguridad.

Mejorar la formación a los conductores

Según la Confederación Nacional de Autoescuelas Españolas (CNAE), estos datos demuestran que aún no se ha ganado la batalla contra la siniestralidad vial grave y propone como estrategia fundamental mejorar significativamente la formación de conductores.

«Lo hemos dicho hasta la saciedad», denuncia Enrique Lorca, presidente de la CNAE. «Hay que preparar a los aspirantes al permiso de tal modo que aumente, con carácter general, su concienciación sobre los factores de riesgo».

De hecho, Lorca destaca que el hecho de que «el 25 % de los muertos en turismo o furgoneta no llevasen el cinturón de seguridad es algo que se repite año tras año y no por el desconocimiento de la norma, sino por una ausencia total o parcial de la percepción del riesgo».

«Ahora bien, la ley de Tráfico posibilita la creación de unos módulos de concienciación que la DGT debería incorporar a la enseñanza de la conducción sin perder un solo instante», insiste.

Los aspirantes a conductores conducen poco por carreteras secundarias

Otra de las principales reclamaciones que la CNAE hace a la DGT es que exija un número mínimo de kilómetros recorridos por carreteras secundarias, las vías más complejas y peligrosas. Y en las que, como afirman las estadísticas, se producen más muertes cada año.

«Es necesario saber circular con seguridad por las vías más peligrosas, que son las carreteras convencionales», declara Lorca.

«Especialmente la maniobra del adelantamiento requiere, además de destreza, una claridad de juicio que permita al conductor tomar la decisión correcta. Pero, en muchos sitios, los alumnos de las autoescuelas no circulan por una vía secundaria hasta que no obtienen el permiso, porque no se lo piden en el examen para sacárselo», denuncia el presidente de la CNAE.

Las carreteras secundarias pueden ser muy complicadas y quizá los conductores noveles no están preparados para ellas.

Por tanto, Lorca solicita a la DGT que exija «a los aspirantes a conductores un número mínimo de kilómetros de circulación por este tipo de vía. CNAE ha propuesto diversas fórmulas para subsanar la mencionada carencia allí donde la prueba práctica no puede materialmente transcurrir por una carretera secundaria», ha ampliado.

CNAE cree también que el extraordinario incremento de la mortalidad vial en la franja de edad de 55 a 64 años (subió nada menos que un 23 %) vuelve a plantear el tema de qué hacer para mejorar la seguridad de los conductores veteranos.

«La respuesta es invertir en formación; sería la medida más barata y eficaz», concluye Enrique Lorca.

Fotos: Freepik

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