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Así fue el relevo de Alonso en la noche de Le Mans

  • Fernando Alonso forjó la victoria del Toyota #8 en un gran stint nocturno en el que recortó al Toyota #7 de 'Pechito' López más de 1:35 miuntos.
  • El piloto asturiano fue el piloto más consistente de Toyota y aprovechó de manera excepcional las vueltas de entrada y salida de boxes.

4 min. lectura

Publicado: 19/06/2018 22:30

Ganar o perder una carrera como las 24 Horas de Le Mans depende de multitud de factores. El ritmo, los doblajes, la fiabilidad, la estrategia, la ausencia de errores y la suerte con situaciones como los Safety Car suelen ser algunos de los puntos que definen esta carrera. Sin embargo, nadie duda en señalar el stint nocturno de Fernando Alonso como una de las claves de la 86ª edición de la prueba, toda vez que el asturiano consiguió reducir la desventaja del Toyota #8 respecto a su prototipo hermano en 1:35 minutos. El asturiano dio un recital en el que empequeñeció la figura de 'Pechito' López.

Fernando Alonso se subió al Toyota #8 en la vuelta 170, cuando todavía Mike Conway estaba a los mandos del Toyota #7. La diferencia en ese momento entre los dos TS050 Hybrid estaba por encima de los dos minutos y aunque el asturiano ya demostró ser más rápido que el piloto británico en las 11 vueltas que coincidió con él en pista, el verdadero punto de inflexión llegó con el relevo de 'Pechito' López. El piloto argentino no pudo frenar el vendaval del español y cuando Alonso se bajó del coche la distancia entre los dos Toyota se había reducido hasta los 40 segundos.

El ritmo de Alonso fue sencillamente espectacular y así lo demuestran los datos del tweet que acompaña este artículo. A pesar de no ser capaz de rodar en 3:17 como Buemi y 'Pechito', la regularidad del español fue clave. El tiempo medio de sus 40 mejores vueltas fue hasta cuatro décimas más rápido que el de Buemi y cinco décimas mejor que el mismo registro de 'Pechito'. Una distancia considerable que todavía aumenta más en el tiempo medio de las 80 mejores vueltas de cada piloto. En otras palabras, Alonso fue un auténtico reloj en una carrera en la que por el tráfico es casi imposible ser tan sumamente preciso.

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Más allá del brillante ritmo de Fernando, la gestión de los neumáticos también tuvo mucho que ver en la tremenda progresión del Toyota #8 de la mano del asturiano. Las temperaturas más frías de la noche francesa permitieron que Alonso hiciera valer su enorme capacidad de calentar los neumáticos, lo que le permitió ir rápido desde la primera hasta la última vuelta de cada stint, olvidándose del sobrecalentamiento que sufría en otras condiciones. De hecho, Alonso le endosó a 'Pechito' en torno a 12 segundos en el compendio de las vueltas previas y posteriores a cada parada, recortando un total de 40 segundos en este proceso.

Fotos: Toyota Gazoo Racing

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