
Aunque el motor 2.2 SKYACTIV-D de 150 CV es un propulsor excelente, con un consumo muy razonable, no se ajusta a las necesidades de todos los clientes del segmento compacto. Mazda necesitaba un motor diésel Euro 6, y ya había acabado el acuerdo con PSA-Ford, y de ahí salió el 1.5 SKYACTIV-D, ya estrenado en Mazda2 y CX-3.
Cuenta con 105 CV de potencia y 270 Nm de par máximo, disponibles entre 1.600 y 2.500 RPM. Con transmisión manual de seis velocidades acelera a 100 km/h en 11 segundos y homologa 3,8 l/100 km de gasóleo. Con la transmisión automática ambas mediciones empeoran levemente, por las pérdidas del convertidor de par.
Conociendo el mercado español, y aunque aún no se han definido los precios, seguramente el 1.5 SKYACTIV-D estará disponible con las dos carrocerías (sedán y cinco puertas) y con todos los niveles de equipamiento. La mayoría de la demanda del segmento corresponde a diésel de 120 CV o menos, ahora Mazda vuelve a jugar en esa liga.
El motor 1.5 SKYACTIV-D tiene cuatro cilindros, no es downsizing extremo, y cuenta con una relación de compresión bastante baja para un "petrolero", 14,8:1. Según Mazda, así el motor tiene una combustión más completa y emite menos gases contaminantes. Eso último, como siempre, tendremos que cogerlo con pinzas.