Motor.es

Mercedes vs Tesla, Apple y Android: la cruenta batalla por controlar la tecnología en los coches

La industria del automóvil ha incorporado un nuevo reto en los últimos años: ofrecer al cliente no sólo un vehículo eficiente, amplio y fiable, sino también tecnológicamente avanzado. Pero este reto encierra una lucha muy intensa en segundo plano.

Mercedes vs Tesla, Apple y Android: la cruenta batalla por controlar la tecnología en los coches
La tecnología se ha convertido en determinante para el usuario.

7 min. lectura

Publicado: 02/07/2022 21:00

La llamada carrera del software es más intensa que nunca en un sector como el automotriz que hasta hace pocos años se ha mantenido una prudente distancia de seguridad con la tecnología.

Sin embargo, en un mercado como el actual, en el que las grandes pantallas de infoentretenimiento se han convertido en tendencia y el cliente demanda tecnología de vanguardia para realizar todo tipo de operaciones desde el vehículo, los fabricantes de automóviles se están viendo obligados a adentrarse en arenas movedizas. O salir de su zona de confort, como suele decirse ahora.

Tesla obliga

Para entender la razón por la cual los fabricantes de vehículos se han visto obligados a reconvertirse en parte en empresas tecnológicas es necesario recordar la relevancia que ha adquirido Tesla en el mercado.

Calcula ahora el precio de tu seguro de coche

¡Infórmate!

Y es que el fabricante fundado por Elon Musk no es sólo el líder de la revolución eléctrica y uno de los más rentables del panorama actual, sino que basa gran parte de ese éxito en su condición de referencia tecnológica en el sector.

Tesla domina el software como ningún otro fabricante de automóviles.

Tesla ha sido el primero en explotar el concepto tecnológico de actualizar su producto de manera periódica para otorgarle valor adicional a medida que pasa el tiempo. Algo que no sólo reduce la depreciación del mismo, sino que además entrega al cliente exactamente lo que quiere.

Esto también es algo que Apple y Android ofrecen con CarPlay y Automotive, aplicaciones que cada vez integran más funciones relacionadas con el vehículo. Incluso, Apple ha anunciado que pronto se podrá pagar en las gasolineras sin bajar del coche y desde el propio sistema de infoentretenimiento del mismo.

MB-OS

Mercedes sabe bien que los fabricantes tradicionales están perdiendo la batalla tecnológica frente a Tesla, Apple y Android, pues no cuentan con los recursos necesarios para competir con los ilimitados recursos o los elevados conocimientos que estas poseen.

Con el objetivo de reducir la brecha y colocarse a la vanguardia, Mercedes ha puesto en marcha el Electric Software Hub, una factoría de 200 millones de euros exclusivamente dedicada a la integración y desarrollo de software en sus vehículos.

Con su director de software Magnus Oestberg a la cabeza, el ESH de la marca germana tiene como objetivo acelerar su transformación y pasar a liderar la electrificación y la tecnología asociada a los vehículos.

Mercedes ha iniciado un ambicioso proyecto para controlar su destino tecnológico.

Y es vital en este proyecto la creación de su propio sistema operativo, el MB-OS, que debe colocar a Mercedes en una posición competitiva en esta nueva era del vehículo definido por el software que Tesla lidera de manera indiscutible, y en la que Apple y Android amenazan con quedarse con la mayor parte del pastel gracias a su dominio en este campo.

Hasta ahora, los fabricantes han intentado con mediocres resultados hacer uso de sus propios sistemas, pero desde una posición de clara inferioridad. Ejemplos de ello son el fiasco de General Motors, cuando en 2017 lanzó su propio sistema para pagar desde el coche en las estaciones de servicio, que tuvo que cerrar poco después.

Es un hecho que, actualmente, los sistemas desarrollados por los fabricantes de automóviles no suelen gustar a los usuarios, lo que ha hecho que Tesla, Apple y Android acaparen cada vez más poder e influencia en la toma de decisiones de los compradores.

El Mercedes Vision EQXX muestra el camino tecnológico que Mercedes quiere alcanzar.

Otro problema añadido es que los fabricantes de automóviles se adentran en un terreno delicado desde el punto de vista legal, como hace poco comprobó Ford al verse involucrado en un conflicto de patentes.

En el mundo de MB-OS, Mercedes controlará (pero no necesariamente hará) el software: todos los chips y las funciones. Socios como Nvidia y otros proveedores proporcionarán hardware y software, pero la propiedad intelectual del sistema será propiedad de Mercedes y será actualizable por Mercedes, del mismo modo que ya lo hacen Tesla y otras empresas emergentes de vehículos eléctricos.

Además, Mercedes quiere incrementar notablemente los ciclos de actualización, lo que ayudaría a generar una parte del retorno financiero de la inversión. Al igual que Tesla, Mercedes tiene como objetivo ofrecer a los propietarios la opción de comprar características después de la venta. Por ejemplo, conducción autónoma mejorada.

En este momento, la competencia se define por quién desarrollará el software para impulsar las grandes pantallas, quién controlará los datos que fluyen desde el vehículo y los clientes a bordo, y quién generará ingresos a medida que los vehículos circulan por la carretera.

Y hay algo en lo que los fabricantes de automóviles tienen una ventaja sobre los fabricantes de teléfonos móviles: son los guardianes de los sistemas electrónicos críticos de los vehículos, que están sujetos a una amplia normativa de seguridad gubernamental y requisitos de durabilidad del hardware que son mucho más estrictos que los de la industria de los teléfonos inteligentes.

Fuente: Reuters | MercedesFotos: Mercedes | Tesla

Compártela en:

Pixel