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El mito del motor Diesel limpio vuelve a tambalearse

Las primeras horas del escándalo que ha estallado por los motores TDI Clean Diesel del imperio Volkswagen nos recuerdan que cada vez está más en entredicho la presunta limpieza de estos motores. ¿Hasta qué punto merece la pena seguir insistiendo?

8 min. lectura

Publicado: 22/09/2015 09:00

En la jornada de ayer, Volkswagen AG sufrió un batacazo en el índice bursátil de Frankfurt para tenerlo en cuenta: una pérdida de más de la quinta parte de su valor, al cambio, unos 15.000 millones de euros. Los accionistas huelen a miedo. Y la semana no se ha terminado, lo dejo caer.

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Este desplome solo es comparable en espectacularidad con el bestial repunte de las acciones del fabricante alemán en octubre de 2008, cuando su cotización llegó a superar al Ibex-35 enterito, más de 1.000 euros por acción. Mucha gente se arruinó y se hizo rica en cuestión de horas.

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Esta vez ha sido el gran fabricante alemán el que ha sido pillado con las manos en la masa, había conseguido engañar a los reguladores norteamericanos con motores que no cumplían la normativa, y que están contaminando diariamente. ¿Es una novedad? En absoluto. En Europa esto se sabe desde hace años, ahora sí que es noticia.

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An Europe's problem

Los fabricantes europeos llevan años apostando por los motores Diesel, dado el impresionante crecimiento que tuvieron estas motorizaciones desde la llegada masiva de los turboalimentados con inyección directa. Y han querido exportar ese poderío tecnológico a regiones donde no se quería saber nada de ellos, desde hace años.

Es cierto que sus prestaciones han mejorado, ¡como para negarlo! También es cierto que en refinamiento y agrado de uso, las cosas también son muy diferentes. Pero sigue siendo pendiente el tema de la limpieza de sus escapes. Hablamos de una cuestión de salud pública que nos atañe a todos.

La dieselofobia está creciendo en Europa, varias ciudades amenazan con erradicarlos de sus calles, y empiezan a no tomarse en serio a los fabricantes. Sí, cumplen con las homologaciones, pero cuando hablamos de resultados en la vida real, nos llevamos las manos a la cabeza. Hablamos de óxidos de nitrógeno y partículas muy por encima de los límites legales y saludables.

En Europa ya sabíamos que los motores Diesel modernos emiten muchos más óxidos de nitrógeno de los permitidos, pero desde hace años. ¿Cuántas acciones correctivas se han ejecutado en consecuencia?

Por su principio de funcionamiento, el motor diésel no quema el 100% de la mezcla, por lo tanto, sus emisiones siempre van a ser contaminantes a menos que se complete esa combustión del todo. La mezcla de gasóleo con butano, propano o metano disminuye de forma salvaje la cantidad de combustible sin quemar, pero es una solución que los fabricantes no abordan.

El gasóleo, un combustible relativamente sucio, ha mejorado reduciendo su volumen de azufre y otros metales pesados, pero es necesario dar el salto a los combustibles sintéticos. Las experiencias piloto de Audi y Ford son esperanzadoras, pero insuficientes a día de hoy para gran escala.

Mientras tanto, se siguen empleando tecnologías cada vez más enrevesadas para convertir en limpio lo que no lo es, aumentando la complejidad de los motores y comprometiendo su fiabilidad. Que si trampas de NOx, que si filtros de partículas, que si inyección de urea... Esa "limpieza" no sale gratis. A los mecánicos les encantan los motores diésel modernos.

Según la industria europea -representada por ACEA- los motores Diesel han reducido su contaminación a niveles impresionantes. La reducción real no llega ni a la mitad de lo anunciado

Existe una posibilidad de que este escándalo que le ha explotado en las manos a Volkswagen sirva para que las sospechas recaigan en más fabricantes, y se descubran más pecadores y tramposos. Estoy convencido de que tienen que caer más, no puede ser Volkswagen el único en hacer trampas.

Las autoridades tienen que ponerse serias, está en riesgo la salud de los ciudadanos. Si hay que forzar a los fabricantes a hacer que sus motores cumplan las normativas, que se haga. ¿Se reducen las prestaciones o aumentan los consumos? Malo para el cliente, beneficioso para la mayoría.

A fin de cuentas, si se venden motores Diesel es porque cumplen con las normativas, de lo contrario, su venta sería ilegal. ¿Cuántos vendedores de humo han engañado a la opinión pública, a las autoridades, y a sus clientes? ¿Por qué seguir insistiendo en que los motores Diesel son limpios?

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Al final, lo único que está mejorando es su maquillaje. Pero cada vez es más difícil marcar un gol, hay más ojos mirando con recelo ante esta tecnología. Sí, es beneficiosa en el sentido de que reduce las importaciones de petróleo a un continente que no le sobra y ha de importarlo.

Pero si el coste de emitir menos dióxido de carbono tiene como peaje la salud de decenas de millones de personas, nos lo tenemos que replantear. De nada sirve tanta normativa anticontaminación si luego solo se cumple en laboratorios y papeles.

Puede que este escándalo tenga consecuencias positivas para todos, desde luego para Volkswagen no. Es difícil de imaginar el impacto mediático, económico y de reputación que tendrá todo esto para el gigante germano, que aspira a ser el líder del mercado mundial en menos de tres años.

Lo del "lunes negro" puede ser tan solo el comienzo. El Gobierno de EEUU aún no ha dicho cuánto habrá que pagar en multas, la cifra puede ser histórica. Y como hablemos de demandas colectivas por pérdidas de valor residual o por enfermedades, puede ser el acabose.

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