Otro palo más para Stellantis, que abandona el desarrollo de una tecnología que nadie quería

Stellantis sigue atravesando un momento complicado que le está llevando a tomar decisiones difíciles, tal y como aseguró hace no mucho su nuevo CEO. Ahora, el desarrollo de su propia tecnología de conducción autónoma L3 se ve interrumpida.

Otro palo más para Stellantis, que abandona el desarrollo de una tecnología que nadie quería
Stellantis corta en seco el desarrollo de su tecnología de conducción autónoma L3.

4 min. lectura

Publicado: 27/08/2025 12:45

No corren buenos tiempos en Stellantis. Más allá de la caída de sus ventas, el grupo automovilístico vive en una situación de incertidumbre. Y no lo decimos por decir, sino que sus últimas decisiones estratégicas dejan entrever que su nuevo CEO, Antonio Filosa, está intentando redirigir el rumbo de la compañía.

«Nuestro nuevo equipo de liderazgo, aunque realista sobre los desafíos, continuará tomando las decisiones difíciles necesarias para restablecer un crecimiento rentable y mejorar significativamente los resultados», dijo no hace mucho Filosa.

Hemos visto un retroceso general de los planes de electrificación de sus marcas, apostando por el momento por alargar la transición con los motores de combustión en escena. Stellantis abandonó el programa de desarrollo de pila de combustible de hidrógeno, mientras que algunas de sus marcas siguen en duda.

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Ahora, la última noticia afecta directamente a una tecnología que en el pasado mes de febrero se nos anunció como realmente prometedora. Se trata de su programa AutoDrive de conducción autónoma.

Stellantis abandona sus planes con AutoDrive L3.

Stellantis abandona su programa de conducción autónoma

La agencia Reuters ha replicado lo que le han asegurado sus fuentes internas en Stellantis: su programa de conducción autónoma de Nivel 3, el cual nunca fue lanzado como tal, no verá la luz.

La tecnología AutoDrive prometía a sus conductores poder «dedicarse temporalmente a tareas ajenas a la conducción, como ver una película, ponerse al día con el correo electrónico, leer un libro o simplemente mirar por la ventanilla» en medio del tráfico urbano.

Esto se anunció en febrero, hace escasos meses. Pues ahora Stellantis está recogiendo el cable debido a los altos costes de desarrollo, los desafíos tecnológicos y las preocupaciones sobre la posible demanda que pueda tener el consumidor de esta tecnología.

Como reconocen en Stellantis, el atractivo comercial del nivel 3 SAE es bajo: caro de desarrollar, difícil de escalar y con un marco legal incierto.

Otra ambición tecnológica más que se queda por el camino en Stellantis.

Lo cierto es que el nivel 3 de conducción autónoma está siendo poco protagonista en la industria, que ya cuenta con funciones avanzadas de nivel 2, mientras que muchos fabricantes quieren dar el salto directamente ya con el L4, el cual ya sí que se considera conducción autónoma total, en el que el conductor puede desentenderse por completo de la conducción.

Stellantis aseguraba que la tecnología L3 estaba ya disponible y lista para ser implementada; sin embargo, las fuentes consultadas por Reuters aseguran que el programa se ha suspendido y que no se prevé su implementación. A cambio, esta tecnología AutoDrive podrá contribuir al soporte de futuras versiones.

El gigante automovilístico se da de bruces con una realidad: las marcas están encontrando enormes dificultades y retos para lanzarse al desarrollo de las tecnologías que marcarán el futuro, al menos en solitario. El aumento de los costes, la burocracia y la falta de talento son barreras que obligan a las grandes marcas a aliarse para compartir inversiones.

Un cambio de paradigma en las relaciones entre los fabricantes y sus proveedores, especialmente de cara al desarrollo de los tan importantes vehículos definidos por software. «Es una inversión alta para un riesgo alto», aseguran los expertos.

Fuente: Reuters

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