La transición al coche eléctrico está en riesgo: el coste de las baterías va a subir
El precio del carbonato de litio sigue disparado y ha alcanzado un nuevo récord. La imparable subida de precio que está sufriendo el litio incrementará el coste de las baterías, lo que pone en riesgo la transición al coche eléctrico que se está viviendo en Europa. El aumento de costes aviva las preocupaciones sobre la inflación y agregan presión a la cadena de suministro.
5 min. lectura
Publicado: 19/09/2022 12:15
El proceso de transición a la movilidad totalmente eléctrica no está siendo un camino de rosas. Si bien la Comisión Europea ha trazado una ruta de cara al año 2035, en los últimos tiempos están surgiendo numerosos desafíos que ponen en serio riesgo el cambio al coche eléctrico de batería. Y precisamente las baterías están en el punto de mira en esta particular «tormenta perfecta» que se ha formado sobre la industria automotriz europea.
La escalada de precios del carbonato de litio es un hecho. Un aumento de precio que amenaza con ralentizar la masificación del vehículo eléctrico. Este componente, clave para las baterías usadas por la industria del automóvil, está sufriendo un encarecimiento que parece imparable. El carbonato de litio ha marcado un nuevo récord de 500.000 yuanes (71.400 euros) la tonelada en China.
El precio del carbonato de litio se triplica respecto a 2021
Según los datos facilitados por Asian Metal Inc y publicados por Blomberg, los precios se han triplicado respecto al pasado año. Este incremento tendrá efectos directos sobre el coste de las baterías, el componente principal de un coche eléctrico. El encarecimiento del litio se ha producido prácticamente de manera paralela el auge del vehículo eléctrico. Lamentablemente, la subida de precios tiene lugar en un momento muy delicado para el sector.
El apoyo de los consumidores a los vehículos de nueva energía se ha acelerado en medio de una transición global que se aleja de los combustibles fósiles. La Asociación de Automóviles de Pasajeros de China (CPCA por sus siglas en inglés) ha elevado recientemente su pronóstico de ventas de vehículos eléctricos hasta los 6 millones de unidades en 2022. Un pronóstico que, de materializarse, supondrá un nuevo récord.
Uno de los factores que ha influido en el incremento de los costes del litio ha sido coyuntural y se produjo el pasado mes de agosto en la provincia de Sichuan, que alberga más de una quinta parte de la producción de litio de China. Una crisis energética provocó dos semanas de cortes de suministro eléctrico, lo que ha obstaculizado el suministro a la industria local.
La preocupación ante un invierno complicado
En la industria china se ha generado cierta preocupación ante la posibilidad de que el próximo invierno sea especialmente duro. Cuando se incremente la demanda de calefacción por las bajas temperaturas, se corre el riesgo de vivir una nueva crisis energética, lo que acaba repercutiendo sobre el suministro de litio como ha ocurrido este verano.
El Ministerio de Industria y Tecnología de la Información de China ha pedido a las principales empresas que actúen para ayudar a estabilizar los precios. También se ha sabido de la intención de las autoridades chinas por facilitar la exploración de nuevos yacimientos de litio. De igual manera, se pondrán en marcha nuevas actuaciones para promover el reciclaje de las baterías que hayan llegado al final de su vida útil.
Hace apenas unos días la Sociedad Química y Minera de Chile, el segundo mayor productor de litio del mundo, pronosticó «un mercado muy ajustado» durante los próximos años. De igual manera destacó que se esperan unos precios «ligeramente más altos» este trimestre respecto a los meses anteriores y se espera una cierta estabilización de los precios sobre los 71.000 euros para lo que resta de año.
En un contexto tan volátil, los fabricantes de baterías y la industria automotriz se han apresurado a garantizarse el suministro confiable y estable de litio. Esto aviva todavía más la escalada de precios y agrega una presión adicional a la cadena de suministro.
