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PruebaPeugeot 3008 HYbrid4, exterior (II)

Tras una breve introducción, es hora de analizar su exterior. Tiene una gran personalidad en la parte frontal y trasera y es algo más sencillo en los laterales. Con unas medidas que sitúan al crossover en el segmento C, encontramos buenos argumentos de diseño pero hay zonas que recuerdan a los antiguos dibujos de la marca.

3 min. lectura

Publicado: 25/10/2013 10:00

Tras la introducción vamos a ver qué ofrece su exterior. El color de la carrocería es el denominado Azul Philae, una tonalidad que usan otras marcas en sus coches sostenibles. Las llantas son de 17” con neumáticos 225/50. Quizá un neumático más estrecho hubiera encajado mejor con el concepto del coche.

En cuanto a medidas, es un coche compacto con 4.365 mm de largo, 1.837 mm de ancho (2.113 mm con espejos) y entre 1.625 y 1.635 mm de altura. Por volumen se trataría de un coche del segmento C aunque la carrocería le da una habitabilidad muy agradable en su interior.

Los signos de identidad de la marca se acentúan en cada línea de expresión del coche. Los faros incluyen luces diurnas de LED aunque la luz de cruce y carretera es halógena. Circulando por la noche no ofrece la mejor visibilidad y siempre que se pueda recomiendo asumir un sobrecoste y apostar por el Xenón, que en modelos como este Peugeot 3008 HYbrid4 debería ser de serie, o por lo menos, opcional (en sus tablas de equipamiento no lo hemos encontrado).

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La rejilla frontal dispone de dos varillas longitudinales cromadas que adornan la parrilla central y los antinieblas delanteros quedan algo altos respecto al suelo, otorgándole al coche una presencia más 'aventurera'. Además, la parte inferior del paragolpes tiene una protección de aluminio. Una delantera bien conseguida.

El lateral recuerda a un monovolumen con una línea de acentuación en la parte inferior y un detalle cromado que recorre la parte superior de las ventanillas. La unidad equipa ventanillas traseras oscurecidas de serie. El lateral tiene menos personalidad que su parte delantera, aunque las llantas acompañan muy bien a la estética del coche.

En la parte trasera, el carácter y la personalidad vuelven a resurgir con un maletero cuya apertura se realiza en dos secciones, refuerzos en la parte inferior que se alinean con los de la parte delantera y mucha zona de plástico oscuro que otorga algo de carácter añadido al coche. Los pilotos parecen heredados de anteriores diseños de Peugeot y es una pena que aún no se hayan implantado los LED.

En líneas generales tiene una presencia acertada pero no invita a realizar trayectos fuera de asfalto aunque la carretera esté en buen estado. No obstante, el concepto crossover tiene su nombre por alguna razón y vamos a ponerlo a prueba. ¡No os perdáis el interior en la siguiente entrega!

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