Coche clásico: qué es y en qué se diferencia de uno viejo y uno histórico
El parque móvil español de la actualidad cuenta con una media de más de 12 años, por lo que existen numerosos coches viejos en nuestras carreteras. Pero, según sus características, podrán ser catalogados de clásicos o incluso históricos.
Todos tenemos claro lo que es un coche nuevo y quien más quien menos sabe también lo que es un coche de Km.0. Pero el tipo de coche que más abunda en nuestras carreteras, obviamente, es el vehículo usado que, a partir de los 10 años pasa a considerarse viejo.
Es cierto que no existe legislación al respecto, pero en general los concesionarios y tasadores consideran que un coche de más de esa edad no merece la pena ser conservado y suele asignársele un valor residual previo a su achatarramiento. La razón es que su depreciación ha sido casi total y pasa a ser más propenso a averías y accidentes. Además, los seguros se encarecen por estos mismos motivos.
Pero existen coches de más de 10 años que, por su valor, cualidades o conservación, pueden ser considerados clásicos o históricos, lo que les otorga un estatus concreto y especial.
Qué es un coche clásico
Cuando un vehículo supera los 25 años de antigüedad, pasa a denominarse coche clásico, pero sólo si cumple otros requisitos adicionales.
Lo primero que debe acreditar su propietario es que el coche se mantiene fiel a su versión original y que, de haber sufrido modificaciones, estas son acordes a la época a la que pertenece.
Un vehículo histórico debe tener al menos 30 años de antigüedad
Además, un coche clásico debe ser reconocible según el diseño original y también mantenerse en muy buen estado de conservación. Es decir, debe ser un digno y fiel representante de su ‘estirpe’.
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Qué es un coche histórico
La condición de vehículo histórico está tipificada por la ley desde 1995 y recientemente ha sido actualizada.
En este momento, un vehículo histórico debe tener al menos 30 años de antigüedad para poder ser incluido en el Reglamento de Vehículos Históricos, cifra que se aumentó desde los 25 años anteriores en 2017.
Igualmente, debe tratarse de un modelo de coche que ya no se produzca y la unidad en concreto a presentar debe ser fiel a su estado original. Dicho de otro modo, debe conservar todas o gran parte de las piezas de fábrica, o que estas hayan sido construidas en el periodo de producción normal de las mismas.
También se puede catalogar como histórico un vehículo que por sus características, singularidad, escasez manifiesta u otras circunstancias especiales, como por ejemplo haber pertenecido a alguna personalidad relevante o intervenido en algún acontecimiento de trascendencia, merezca acogerse al régimen de los vehículos históricos. Para identificar esta tipología especial de vehículo se utiliza una matrícula diferencial.
Cómo matricular un vehículo histórico
Lo primero que debemos hacer si queremos que nuestro coche sea clasificado como histórico es ir a la Jefatura Provincial de Tráfico, donde se nos asignará un laboratorio especializado en el que se realizará una inspección del vehículo para dictaminar si cumple con los requisitos mencionados anteriormente.
Aproximadamente en dos semanas, y tras pagar más de 350 euros dependiendo de la Comunidad Autónoma, tendremos un informe que deberemos acompañar de otro que indique por qué dicho modelo es relevante a nivel histórico. Este segundo informe suele ser expedido por los clubes de clásicos y su coste dependerá de cada uno de ellos.
Una vez en nuestro poder, llevaremos ambos informes a la consejería de industria, abonando de nuevo las tasas correspondientes. Después de eso sólo quedará pasar la ITV, en la que se nos entregará una nueva tarjeta de inspección técnica.
Finalmente, volveremos a la Jefatura Provincial de Tráfico para solicitar la rematriculación del coche como vehículo histórico. En este caso, deberemos pagar, de nuevo, unos 100 euros.
Beneficios de tener un coche clásico o histórico
Poseer un coche clásico o histórico es ante todo un privilegio personal y/o familiar, pero también puede ocasionar algunos beneficios.
En el caso de los vehículos clásicos, algunos municipios eximen al propietario de pagar el impuesto de circulación.
Si hablamos de los vehículos históricos, además de la mencionada matrícula específica, el beneficio puede redundar en la exención del pago el impuesto de circulación o en la ampliación del periodo obligatorio de ITV hasta los cinco años.
También podremos acceder a seguros específicos para coches históricos, que suelen ser más baratos porque, entre otras cosas, solicitan que el propietario tenga un segundo coche en propiedad y haga una reducida cantidad de kilómetros al año.