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La clave del éxito de Sainz y por qué Ferrari lo aprecia tanto

Carlos Sainz es ya un miembro apreciado de Ferrari y su gran resultado de la clasificación de Portimao no ha hecho más que corroborar su exitosa adaptación al equipo. Aún queda camino por recorrer, pero el madrileño tiene la fórmula para garantizar el éxito.

La clave del éxito de Sainz y por qué Ferrari lo aprecia tanto
Carlos Sainz va camino de triunfar en Ferrari.

9 min. lectura

Publicado: 02/05/2021 09:30

Y esa fórmula es sencilla: trabajo, mucho trabajo. Una cualidad que ha estado presente en la actividad profesional de Carlos Sainz desde sus inicios y gracias en parte a su padre. ‘King Carlos’ es una leyenda de los rallies, pero también uno de los pilotos que elevó el nivel de la competición gracias a su obsesión por el trabajo incansable en la parcela técnica.

Su hijo, ahora piloto de la Scuderia Ferrari, supo acoger los consejos de su padre y en la actualidad es uno de los pilotos que más tiempo dedica a entender el funcionamiento de los monoplazas, así como a trabajar en la mejora de sus propias cualidades.

«Estoy muy contento con el comportamiento de Carlos y lo está demostrando con los hechos»

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No sólo eso, además Sainz es un experto en ‘relaciones públicas’, sabiendo instaurar a su alrededor un ambiente cordial y de cooperación mutua que ya fue palpable en Renault y en McLaren, y que en Ferrari está sirviendo para acelerar su adaptación al que históricamente ha sido el ambiente más estresante y exigente del mundo del deporte: Ferrari.

Trabajo y más trabajo

Matia Binotto no dudó en la jornada de ayer en alabar el compromiso de Carlos Sainz con la formación de Maranello, consciente como es el madrileño de lo difícil que es resistir la comparación con Charles Leclerc en clasificación.

«El vaso está medio lleno. Sólo tres equipos lograron llevar ambos coches al top 10. Nuestro objetivo realista para el fin de semana es tratar de mantenernos por delante de McLaren y creo que es posible», comenzaba apuntando el director de Ferrari.

Mattia Binotto no oculta su satisfacción con Carlos Sainz.

«Charles no hizo su mejor clasificación, pero mañana comenzará con los amarillos (neumáticos medios), mientras Carlos está mejorando. El vaso está medio lleno porque esperábamos algo más de Charles. En este momento, sin embargo, somos los mejores de los que persiguen (a Mercedes y Red Bull)», prosiguió.

«Estoy muy contento con el comportamiento de Carlos y lo está demostrando con los hechos. Se ha preparado bien para la clasificación, se ha fijado este objetivo desde principios de semana. Mostró concentración, compromiso y determinación», desveló un Binotto muy consciente del trabajo que Sainz está haciendo en la sombra.

Efectivamente, el piloto español ha estado trabajando intensamente en aprender del enfoque de Charles Leclerc, consumado clasificador y uno de los pilotos con más talento puro de la parrilla. Batirlo en Portimao es una bonita y pronta recompensa al trabajo realizado.

«Lo hice dos veces en condiciones difíciles. Eso me deja una buena sensación. ¡No duele!», admitió Sainz al ser preguntado por su resultado frente a Leclerc este sábado. «Sé que cada vez que Charles sale a pista extrae mucho del coche; empuja como loco. Lo estoy disfrutando. Cuando voy por buen camino empujo como un demonio. No guardo nada en Libres 1 o 2, siempre voy al límite y él tiene un enfoque similar. Estoy aprendiendo mucho de él y de cómo aborda las cosas, especialmente en Q2 y Q3, cómo logra clavar esas vueltas especiales. Todavía hay mucho que aprender, pero poco a poco estoy mejorando».

Parte de ese trabajo consiste en adaptar su estilo de pilotaje al monoplaza y no al contrario, un error en el que muchos pilotos suelen caer y que acaba generando una profunda frustración al ser un proceso mucho más lento y, en ocasiones, utópico.

«He progresado un poco en mi estilo de pilotaje, aprendí a hacerlo un poco diferente este fin de semana. He probado también cosas diferentes en la puesta a punto y me ha dado una mejor sensación. Está progresando, pero todavía quedan cosas por descubrir», recalcó Sainz.

En la montaña rusa de Portimao, Carlos Sainz ha sacado a relucir sus cualidades.

«Cada vez que estoy dentro del coche, tengo que pensar mucho. Todavía hay un montón de ensayos de prueba y error para abrir mi ventana de conocimiento con el coche. Todavía estoy aprendiendo cosas», insiste Sainz, que en Portimao volvió a exhibir su capacidad de adaptación a las superficies poco adherentes y condiciones variables.

«En el último sector en particular no te puedes imaginar lo impredecible y difícil que es pilotar. La pista fue 0,3 segundos más rápida en la Q2 que en la Q3. En la Q3, entré en la curva 13 cero delta (mismo tiempo que su mejor vuelta) y perdí esas tres décimas sólo en las últimas curvas. Allí arriba el viento empuja mucho más», contaba Sainz sobre la clasificación.

Mattia Binotto refrendó las palabras del piloto español, destacando la naturaleza de Sainz como una de las claves del éxito en Portimao. «Las condiciones con el viento variable hacían que cada vuelta se diferenciase de la otra. Los pilotos menos agresivos, como Sainz, fueron recompensados. Estoy muy contento con él, siempre ha estado muy cerca de Charles. En estos días, que el segundo piloto se coloque delante de todos es una buena garantía».

Estrategia comprometida

Pero no todo son buenas noticias para Carlos Sainz, que a consecuencia del tráfico y algún error de pilotaje, no pudo consumar su objetivo de pasar a la Q3 con el compuesto medio, lo que comprometerá sus opciones este domingo.

«Lo ideal era tener a los dos pilotos en los amarillos, pero no pudimos», lamentó Mattia Binotto. «El primer intento de Carlos no fue suficiente y para no arriesgar montamos los rojos (neumático blando). Son más frágiles, generan algo de graining y el piloto no puede empujar como le gustaría con el eje delantero. La diferencia con los amarillos no será enorme, pero esa mayor confianza puede ser decisiva en el ritmo de carrera».

Carlos Sainz también admite que le «encantaría haber salido en la parte delantera con ese neumático (el medio). Hoy me sentí muy bien, pero tuve tráfico con él en mi primera vuelta de Q2. Me encontré con Kimi (Räikkönen) y cometí un error, así que no fue una vuelta fuerte. Jugamos sobre seguro con el blando después de eso».

En cualquier caso, Portimao será impredecible este domingo a consecuencia de un asfalto carente de agarre y las cambiantes rachas de viento, por lo que a buen seguro la estrategia base de los pilotos sufrirá cambios a medida que se sucedan los imprevistos.

Mientras eso llega, Sainz sigue trabajando incansablemente en alcanzar la gloria vestido de rojo. «Estoy orgulloso de que esté funcionando, orgulloso de los ingenieros y de todos en Maranello. El trabajo está dando sus frutos».

Fotos: Scuderia Ferrari

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