Cowell revela qué impide a Aston Martin ganar (y qué tiene eso de bueno)

Andy Cowell, CEO y director del equipo Aston Martin de Fórmula 1, ha hablado de lo duro que ha sido el primer trimestre de competición para el equipo y cómo pretende utilizar eso para aumentar sus opciones de éxito a partir de 2026.

Cowell revela qué impide a Aston Martin ganar (y qué tiene eso de bueno)
Andy Cowell, CEO y director del equipo Aston Martin

13 min. lectura

Publicado: 22/05/2025 09:00

Se habla mucho de Adrian Newey y el efecto que tendrá en Aston Martin, pero quien tiene más capacidad de cambiar el rumbo del equipo británico es Andy Cowell, CEO de Aston Martin Performance Technologies desde octubre y director del equipo de Fórmula 1 desde enero.

Obviamente, esto también implica que Cowell tiene más responsabilidad que nadie, pues todas las decisiones son tomadas o aprobadas por él y, por tanto, es quien debe rendir cuentas al propietario, Lawrence Stroll.

«Tenemos que ser obsesivos. Tenemos que ser decididos, forenses y detallados con nuestras investigaciones»

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Pero podríamos decir que lo mostrado hasta ahora por Aston Martin es herencia recibida de la gestión anterior de Martin Whitmarsh (ya fuera de la empresa) y Mike Krack (ahora ejerciendo de director de operaciones en pista).

El primer indicio de la gestión de Cowell es, quizá, el progreso visto en el Gran Premio de Emilia-Romaña, donde por primera vez Aston Martin disfrutó de un paquete aerodinámico que funcionó como se esperaba y que supuso un claro avance. Algo que no había ocurrido en las dos últimas temporadas y en lo que el ingeniero británico ya avisó tiempo atrás de que sería una prioridad para él.

Un primer trimestre durísimo para Aston Martin

Lo visto en el último gran premio ha cambiado las perspectivas de Aston Martin, pero el balance de la primera fase de la temporada no puede ser otro que un rotundo suspenso.

Andy Cowell no intenta suavizar esta obviedad en su análisis, reconociendo que no se han cumplido los objetivos, aunque afirma que el equipo ha entendido muchas cosas que serán útiles para el futuro.

«No podemos negar que ha sido un primer trimestre difícil: el rendimiento bruto del coche no ha estado al nivel que queríamos que fuera. Sin embargo, hemos aprendido mucho sobre lo que funciona y lo que no, y eso no sólo se refiere al coche, sino a toda la organización».

Cowell señala que en estos primeros meses de competición, ha podido identificar muchas debilidades y que algunas correcciones ya están impactando positivamente en el rendimiento.

«Hemos identificado las áreas en las que tenemos que mejorar. Algunas de ellas constituyen triunfos inmediatos y otras van a requerir tiempo, esfuerzo y determinación para llegar al punto en el que podamos perseguir la fiabilidad y el rendimiento y, por lo tanto, ganar puntos de campeonato con regularidad», prosigue quien en su día convirtió el motor Mercedes en uno de los mejores de la historia de la Fórmula 1.

Se acabaron las actualizaciones fallidas

Cowell ha insistido mucho en este asunto en los últimos meses, llegando a calificar al equipo como el «campeón mundial de las actualizaciones que no funcionaron como se esperaba en 2024». Esto le llevó a imponer una tasa mínima de acierto y un nuevo sistema de validación en el que la fiabilidad en los resultados imperara sobre la rapidez a la hora de llevar las nuevas piezas a la pista. Y la primera muestra ha llegado en Imola.

«Lo que nos costaba el año pasado era que creábamos actualizaciones que podían ser buenas en un circuito de alta velocidad, pero peores a baja velocidad», valora Cowell al recordar las dos últimas temporadas. «Lo que hemos hecho [en Imola] es traer una actualización que es buena a baja, media y alta velocidad y eso es un paso adelante positivo. ¿Exactamente cuánto más rápido es? No voy a decirlo».

«Estar en la Q3 con los dos coches, con Fernando [Alonso] quinto, es una recompensa enorme por todo el trabajo duro que ha estado haciendo este equipo. Así que sí, el ánimo se dispara», prosigue, admitiendo el impacto positivo que lo de Imola ha tenido en el equipo.

Cierto es que lo visto en tierras italianas podría ser flor de un día. Las dos siguientes carreras lo confirmarán, pero mientras Cowell seguirá trabajando en mejorar el resto de áreas de un equipo que todavía tiene mucho que aprender.

«Imola es un circuito excepcionalmente bacheado, por lo que las características de pilotaje son diferentes, y Mónaco es único a su manera. Luego vamos a Barcelona y allí hay cambios en la normativa de flexibilidad del alerón delantero. Lo que podemos hacer es avanzar en cada área del coche y en cómo operamos, la estrategia, la gestión de las paradas, la preparación, todo», argumenta.

Fernando Alonso, a bordo del Aston Martin AMR25 en el circuito de Imola - David Moreno / Motor.es

La transformación de Aston Martin

A Aston Martin se le están exigiendo resultados relevantes mientras prosigue con un proceso de transformación que dura ya varios años y que ha convertido a un equipo modesto e independiente en una escuadra que ha duplicado su personal y que cuenta con todo lo necesario para rivalizar con los grandes cocos de la Fórmula 1.

Cowell es consciente de ello, pero como buen conocedor de este mundillo gracias a sus muchos años de experiencia en Mercedes, sabe que ajustar una maquinaria tan grande y con tanto potencial requiere de tiempo.

«Como equipo estamos pasando por una transformación completa. Hace sólo unos años, el equipo era significativamente más pequeño. Se ha hecho un gran esfuerzo para crecer, en cuanto a las instalaciones y las nuevas herramientas que tenemos, así como la cantidad de personas que trabajan aquí», señala Cowell.

«Ahora estamos en la etapa de establecer cómo hacer que 1.000 personas trabajen juntas de manera eficiente y combinarlas con el equipo que tenemos para maximizar la ganancia de tiempo por vuelta. Se trata de pasar de un equipo que ha tenido problemas con el desarrollo de los coches a un equipo que no sólo puede crear un monoplaza, sino que puede desarrollarlo de forma positiva», prosigue el ingeniero británico.

«Queremos ser una máquina de desarrollo eficaz y eficiente, y necesitamos una forma más detallada, forense y robusta de operar dentro del Campus Tecnológico AMR, pero sin añadir burocracia», amplía.

Lo bueno de fracasar en la Fórmula 1

En cierto modo, Aston Martin comenzó la casa por el tejado en 2023, obteniendo resultados inesperados y en absoluto acordes con el nivel real del equipo. Los seis podios de Fernando Alonso en las primeras ocho carreras de aquel año generaron unas expectativas irreales y, también, mucha frustración en el equipo cuando los buenos resultados comenzaron a desaparecer.

Ahora, cada miembro de Aston Martin sabe a qué sabe el éxito y lo mucho que hay que trabajar para alcanzarlo, algo que Andy Cowell considera imprescindible.

«Si tienes éxito, eres feliz y no pasas tanto tiempo profundizando en los pequeños detalles como cuando estás soportando el dolor de no sumar puntos en los fines de semana de carrera. Es cuando no tienes éxito cuando profundizas y pones todo en la lista de tareas pendientes para mejorar, y eso da sus frutos a medio y largo plazo», explica Cowell.

También señala que, «aunque no estamos sumando puntos regularmente en este momento, si mejoramos en un 1 % estaríamos en la pelea por los trofeos, así de finos son los márgenes, pero también es mucho más fácil decirlo que hacerlo».

«La innovación necesaria para cerrar esa pequeña brecha requiere que todos seamos excepcionalmente curiosos, indagando en los pequeños detalles y buscando anomalías en comparación con las expectativas. Y no van a ser anomalías grandes y evidentes, van a ser pequeños detalles», afirma.

En Imola, Aston Martin rivalizó con un equipo Williams que hasta el momento había sido inalcanzable - David Moreno / Motor.es

Obsesión por ganar

Cuando te mueves en un entorno ultracompetitivo como es la Fórmula 1, no basta con trabajar duro y buscar la excelencia, es necesario trabajar más duro que el resto y aspirar a la perfección.

Andy Cowell es plenamente consciente de ello y trabaja en instaurar esa cultura en Aston Martin. «Tenemos que ser obsesivos. Tenemos que ser decididos, forenses y detallados con nuestras investigaciones sobre la información que se ha recopilado de los primeros seis Grandes Premios, y al compararla con la información que hemos recopilado del túnel de viento, CFD, modelos de neumáticos, simulador de piloto y todas las áreas en las que estamos capturando una gran cantidad de información».

«Estamos indagando en eso para entender lo que está pasando, para luego encontrar ideas que permitan que el coche vaya más rápido por la pista», expone a continuación, en referencia al mal comienzo de temporada.

«Ese trabajo inquisitivo debe convertirse en sustancia a través de modelos CAD, dibujos, capas compuestas, etc. Cada detalle tiene que ser perfecto para que ofrezca lo que queremos, y el cronómetro y los datos confirman que ese enfoque inquisitivo ha dado lugar a mejoras en nuestro coche», sostiene.

Equipos como Mercedes, Ferrari, Red Bull y ahora McLaren han llegado a donde están gracias a una cultura de superación permanente. Cowell no ve otro camino para Aston Martin que aspirar a eso si quiere cumplir sus objetivos.

«Es un viaje que requiere que absolutamente todas las áreas de nuestro equipo establezcan récords personales, lo que requiere cantidades increíbles de creatividad y determinación», concluye.

No cabe duda de que personalidades como Fernando Alonso, Adrian Newey y Enrico Cardile, que se incorporará al equipo en julio, serán de gran ayuda para Andy Cowell. Todos ellos saben qué hace falta para ganar y lo duro que hay que trabajar para conseguirlo. Tienen esa cultura instalada en sus genes y ahora les corresponde inculcarla en el resto del equipo.

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