GP MalasiaHamilton se desquita con una victoria aplastante

El dominio con el que Mercedes ha arrancado la temporada 2014 amenaza con convertir el año en un paseo marcial. La única duda de cada prueba estará en ver cuál de sus dos pilotos va a llevarse la prueba. En este caso le tocó el turno a un inmenso Lewis Hamilton, que lideró el previsible doblete de la escuadra alemana, por delante de Sebastian Vettel.

Fernando Alonso volvió a ser cuarto en una prueba en la que el Ferrari volvió a demostrar su carencia de fuerza. El motor del F14-T está muy por detrás del de sus rivales y en una carrera sin agua como la que hemos vivido este domingo no ha podido luchar en condiciones. Sólo al final, y no sin sufrimiento, vimos a Alonso poder superar a un Nico Hülkenberg nuevamente inmenso, que aguantó como un león los ataques del piloto español con unos neumáticos totalmente destrozados.

Dominio sin emoción

En la salida ya vimos uno de los grandes problemas de Ferrari: la falta de potencia. Tanto Fernando Alonso como Kimi Räikkönen se vieron sobrepasados en los primeros metros por sus rivales, aunque en el caso del finlandés todas sus opciones cayeron por culpa de un toque de Kevin Magnussen. El danés le pinchó una rueda, obligando al piloto de Ferrari a realizar una parada no prevista. La consecuente sanción de stop&go de cinco segundos al novato de McLaren acabó también con sus opciones de volver a brillar.

La superioridad aplastante de los hombres de Mercedes hizo que muy pronto la carrera quedara decidida. Lewis Hamilton se dedicó a tirar, con Nico Rosberg a más de ocho segundos por detrás. Tanto es así que cuando ni siquiera se había llegado a mitad de carrera se dedicaron a conservar el motor. Ni siquiera en las primeras paradas cambiaron las posiciones, con Sebastian Vettel en una cómoda tercera posición tras confirmarse por delante de Daniel Ricciardo. En esa primera parada se vio, nuevamente, la carencia de potencia: Alonso, con neumáticos en mejores condiciones, apenas pudo aguantar el empuje del australiano, que fácil le superó.

El mayor momento de tensión de esta carrera lo vivimos gracias a la radio del equipo Williams. Valtteri Bottas se quejó amargamente por radio de que su ritmo era muy superior al de su compañero Felipe Massa, que estaba justo por delante, y exigió que avisaran al brasileño. Su ingeniero de pista le tuvo que pedir tranquilidad.

La mala suerte se ceba con Ricciardo

Pasada la mitad de la carrera, Räikkönen despertó a todos de golpe con un anuncio: "Está empezando a llover en algunas zonas de la pista". La temida agua que ya provocó el caos en la clasificación del sábado obligó a todos a ponerse en alerta. En Mercedes cubrieron rápidamente las posiciones de sus pilotos en boxes.

Fue precisamente en boxes donde la mala suerte se cebó con Daniel Ricciardo. Uno de sus mecánicos no le colocó de manera correcta el neumático delantero izquierdo, y en cuanto se dio cuenta avisó por radio: "No está puesta mi rueda delantera". Paró su coche, los mecánicos salieron corriendo para devolverle a su sitio y le colocaron la tuerca de manera correcta. Si ya tenía la carrera destrozada, los comisarios decidieron que esa salida de boxes se merecía un 'stop&go' de diez segundos y, cuando volvió a pista, se le descolgó el alerón delantero, provocando una nueva entrada en boxes no prevista. En definitiva: un triplete de mala suerte que destrozó las opciones del australiano y que, pese a realizar dos carreras muy buenas, acaba con un cero en ambas. Por si fuera poco, le han endosado diez posiciones de castigo en la parrilla del próximo Gran Premio de Bahrein.

La emoción en las últimas vueltas la puso Fernando Alonso y su incesante lucha por cazar a Nico Hülkenberg. El español le quitó más de dos segundos por vuelta en apenas cinco giros al alemán, con neumáticos mucho más gastados que los del Ferrari. El de Force India resistió lo que pudo, pero no tuvo más que aceptar la superioridad final del español.

Tras esta carrera, Alonso se coloca tercero en el campeonato por detrás de los dos hombres de Mercedes, con Nico Rosberg primero y Lewis Hamilton por detrás.

Fotos: Sutton