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BMW, Daimler y Volkswagen alegan no haber conocido el experimento de los 10 monos

El viernes se hizo público que en 2014 se realizó un experiemento con 10 monos que respiraron durante 4 horas el humo de escape de un Volkswagen Beetle TDI en laboratorio. Los fabricantes alemanes que lo financiaron condenan el experimento y se desligan de él.

7 min. lectura

Publicado: 28/01/2018 21:00

De vez en cuando la industria del automóvil es sacudida por un escándalo que afecta a la seguridad o la salud de las personas. Esta ocasión se han visto implicados los fabricantes BMW, Daimler y Volkswagen por haber financiado un estudio en el que se emplearon 10 macacos para respirar humo de un motor diésel.

Los autores del estudio querían marcar distancias con el motor diésel de un pick-up Ford de 1999

Estos fabricantes han reaccionado con un rechazo al experimento en comunicados de prensa, dando a entender que no solo no encargaron realizar exactamente eso, sino que tampoco lo sabían. El estudio se realizó en un laboratorio (LRRI), a través de una institución financiada con el dinero de estos fabricantes (EUGT).

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Se les puede conocer el beneficio de la duda, ya que no hay pruebas -que sepamos- que evidencien que los citados fabricantes querían que se experimentase con animales. La historia es un poco más compleja, para que quede más claro he confeccionado este sencillo gráfico:

El trío de fabricantes alemanes llevaba tiempo intentando crear un clima de opinión favorable hacia los motores diésel. Después de haberlos impuesto de facto en Europa, pretendían lo mismo en Estados Unidos con el motivo del lanzamiento de los motores Clean Diesel.

Estos motores cumplían las normativas antipolución en todos los estados que conforman los EEUU, algo que no se había logrado con turismos durante muchos años. En su publicidad decían que algo había cambiado: ni humean, ni son lentos, ni tienen malas prestaciones, etc.

Os recomendamos ver los anuncios de Volkswagen, "Old Wives' Tales", que podemos traducir como "historias de señoras mayores"

En 2012 la OMS declaró el humo de los motores diésel como cancerígeno, y estos fabricantes contraatacaron encargando estudios que pusieran eso en duda, lo mismo que hicieron las tabacaleras en su momento. Para ello financiaron a la institución Grupo de Investigación Europeo en Medio Ambiente y Salud en el Sector del Transporte (EUGT), cuya página Web está ahora mismo inaccesible.

Macaco cangrejero - Fotografía: Sakurai Midori - Wikimedia Commons (CC BY SA)

El EUGT contrató al Instituto Lovelace de Investigación Respiratoria (LRRI) de Albuquerque para realizar un estudio, y se supone que la idea de utilizar animales para experimentación fue cosa suya. En otras palabras, esto se hizo con el dinero de los fabricantes, pero no necesariamente con conocimiento detallado de cómo se estaba usando ese dinero.

En su comunicado de prensa, Volkswagen no quiere saber nada de cualquier forma de maltrato animal porque contraviene sus "estándares éticos", y ha pedido disculpas. BMW tampoco se implica en el diseño o la metodología del estudio, y rechaza la experimentación con animales. Daimler se expresa de forma similar y ha anunciado una investigación interna.

Daimler calificó el estudio como "superfluo" y "aborrecible"

Tampoco quiero hacer de abogado del diablo y descargarles de toda culpa, porque para conocer el impacto en la salud de los humos de los diésel tarde o temprano habrá que hacer pruebas con seres vivos. Pretendían demostrar que los Clean Diesel no son nocivos para la salud, pero una cosa acaba llevando a la otra.

¿Por qué se utilizó un Volkswagen Beetle y no otro modelo? A falta de una explicación detallada, la más simple responde a nuestra pregunta: es un modelo económico, a diferencia de los Clean Diesel ofrecidos por BMW y Daimler en el mercado americano. El Beetle se produce en Méjico y es relativamente asequible.

Estamos ya en 2018 y la OMS no ha retirado la calificación de cancerígeno para el humo de los diésel. Por muy filtrado y purificado que esté el escape, no es inocuo para la salud. Además, comprobado está que saliendo de las condiciones ideales de un laboratorio, el humo del mejor diésel no es más limpio que el aire común, y eso suponiendo que esté en las mejores condiciones mecánicas.

Pese a todo, el motor diésel es todavía necesario. Prueba de ello es que en un mercado tan anti-diésel como Estados Unidos están proliferando estas motorizaciones para las camionetas/pick-up. Saben que no son los más limpios, pero son aptos para duros trabajos y grandes trotadores. El problema en realidad no son los 10 monos, sino decenas de millones de europeos que respiran veneno todos los días, y nadie está siendo juzgado por ello. Y no solo hablo de Volkswagen, sino de cualquiera que ha puesto el diésel en la calle.

NOTA:El artículo anterior "Los 10 monos de Volkswagen, enésimo escándalo a cuento del #Dieselgate" contenía algunas imprecisiones y ya han sido enmendadas, pido disculpas por ello. Había ligado de forma directa a los fabricantes con el estudio de los monos, cuando objetivamente no se puede demostrar que diseñasen el experimento ni estuviesen conformes con su metodología.

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