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Chevrolet Corvette: Las raras variantes shooting brake de la historia del 'Vette

  • Las preparaciones shooting brake han sido una excepción en la historia del Corvette. Desde la tercera generación hemos podido encontrar kits y transformaciones de este tipo.
  • Algunas más agraciadas que otras, estas preparaciones logran ampliar la zona trasera y el maletero del 'Vette.
Chevrolet Corvette: Las raras variantes shooting brake de la historia del 'Vette

6 min. lectura

Publicado: 05/02/2017 13:00

Corvette C3 Sport Wagon de Greenwood.

Ayer mismo os traíamos las primeras imágenes del nuevo Corvette Aerowagen de Callaway, una transformación shooting brake del Chevrolet Corvette C7 de la que os contábamos que había sido posible realizar de manera muy sencilla gracias a que el C7 es la primera generación que cuenta con pilar C en toda la historia del modelo, cuidando mucho no mencionar que esta era la primera versión shooting brake del modelo, puesto que no lo es.

Oficialmente, nunca ha existido una variante shooting brake en los concesionarios, de la misma manera que no ha habido un Corvette de 4 puertas o de 4 plazas. Sin embargo, al igual que Callaway, otros muchos preparadores aftermarket han desarrollado variantes de este tipo para varias generaciones del ‘Vette.

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Estas recibían el apelativo Sports o Sport Wagon o incluso Sportswagon, lo podemos encontrar escrito de ambas maneras y nacieron con la tercera generación del modelo.

Chevrolet Nomad concept de 1954, el único Corvette shooting brake oficial.

Aunque mucho antes existió un prototipo oficial del Corvette de primera generación que ya contemplaba una variante familiar, el Nomad Concept de 1954, un modelo conceptual que nacía como derivado del Corvette y que sí llegó a producción, pero no como variante del ‘Vette sino como parte de la gama Bel Air de Chevy.

Los primeros kits o transformaciones estuvieron disponibles a partir de la tercera generación del Corvette y encontrábamos varios disponibles en el mercado. Algunos simplemente extendían la línea del techo hacia atrás, con lo que la nueva parte de carrocería continuaba la inclinación original, y disponían de unas delgadas y largas ventanillas laterales.

El añadido de carrocería de fibra terminaba en la misma zaga, por lo que al contrario que el nuevo modelo de Callaway, los Stingray Sports Wagon disponían de una clara imagen de vehículo familiar.

Algunas transformaciones eran bastante estéticas, como las de Greenwood.

En otros casos, los fabricados por el especialista Greenwood, un afamado constructor y preparador Corvette, la trasera se ampliaba mucho más y podíamos encontrar una trasera más modificada, con unas ventanas traseras que mordían parte del techo, con una imagen muy moderna.

En otros casos, en lugar de ventanillas también disponían de paneles fijos, al estilo de los vehículos comerciales. Buceando en internet se pueden encontrar incluso algunas unidades preparadas como vehículo fúnebre.

Por último, también podemos encontrar versiones de este tipo sobre los Corvette C5, aunque de esta generación solo existen unas pocas unidades, al menos que se sepa. En la red podemos encontrar informes de una unidad de color negro realizada por un especialista sueco, Robban Aften, e investigando un poco más hemos encontrado otros ejemplares similares al de Aften en varios colores.

Corvette C5 Sportwagon, visto desde atrás es aún peor.

Si los C3 que vimos antes no eran precisamente muy agraciados visualmente, en el caso del C5 el resultado estético es aún peor, puesto que se nota sobremanera el añadido, dando un aspecto artificial muy acusado. En este caso simplemente se sustituía la luneta trasera en forma de burbuja por una carcasa que contaba con dos ventanillas laterales y una luneta trasera, que no parece practicable.

Entendemos que esta pieza hace de tapa de maletero completa y que se levanta solidariamente, de una sola pieza. El “pegote” es evidente y no sigue demasiado el diseño general y las líneas del vehículo, por lo que no es la solución más agraciada que hemos podido ver hasta ahora.

Por último, el último Aerowagen de Callaway es probablemente la solución más simple y además, llamativa, de todas las empleadas para convertir al Corvette en todo un shooting brake. En este caso se sustituye la luna trasera y se amplían los montantes traseros para continuar la línea de techo, rematando el trabajo con una luneta trasera casi vertical, de pequeño tamaño.

Corvette Aerowagen de Callaway.

El resultado de esta transformación es bastante llamativa, aunque como todas las demás, tiene como objeto ampliar algo la capacidad de carga del modelo, una de las últimas consideraciones para el dueño de cualquier deportivo. En cuanto a la habitabilidad, en ninguno de los casos se logra tener espacio suficiente para albergar dos asientos más, el bastidor del Corvette no lo permite, es un estricto biplaza.

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