De lujo a dolor de cabeza, los techos panorámicos esconden un problema que ninguna marca te cuenta
Es uno de los equipamientos opcionales más demandados en todo el mundo. Los techos panorámicos son un fijo en las configuraciones, pero los fabricantes se han dado cuenta de que son una verdadera mina de oro... y fuente de problema para los clientes.

Hasta hace unos años era uno de los equipamientos más lujosos, pero con la explosión de los SUV casi que llego también la suya. Los techos panorámicos se han convertido en uno de los gadgets más interesantes para los compradores de coches nuevos, un fijo en sus configuraciones que ya empiezan a traer más quebraderos de cabeza de lo que en un principio parece.
Los hay de dos tipos: los fijos que no requieren de mantenimiento alguno y empiezan a imponerse, sobre todo, en coches eléctricos, impidiendo su apertura para evitar aumentar la resistencia aerodinámica, y móviles. Estos imperan en la mayor parte de los coches, y requieren de cuidados. Es fundamental comprobar el funcionamiento del sistema hidráulico y las juntas de estanqueidad, por lo que esto es un desembolso para ti y un ingreso para las marcas.

Las marcas saben lo que quieren los clientes y lo explotan
Pero el más flagrante es quitarse la cortinilla parasol de encima. Esta era cobrada como un extra más y aparte del propio techo de cristal, motorizada en muchos casos y, por tanto, más cara, pero casi irrompible, por lo que los concesionarios no volvían a ganar ni un duro más con ella.
Sin embargo, la desaparición de este accesorio ha llevado a las marcas a desarrollar una tecnología que la sustituya, y es algo que no es tan nuevo como pudiese parecer. La tecnología de oscurecimiento del techo la inventó Mercedes, se llamaba «MAGIC SKY CONTROL», y mediante la aplicación de una corriente eléctrica a una película especial instalada en el cristal, permite oscurecer o aclarar. Lo que sí es nuevo es que se pueda hacer por secciones.
Los techos panorámicos son tan bonitos como a caros a muy largo plazo
Y más nuevo todavía la última de la marca de la estrella, que no tiene ningún coche del mercado excepto el nuevo Mercedes CLA Shooting Brake: el cristal está repleto de estrellas y pueden cambiar de color con la iluminación ambiental. Más dinero para gastar y más que recuperará la marca si se avería, porque el recambio siempre cuesta más que el equipamiento instalado en fábrica.
Los fabricantes coinciden en que eliminar la cortinilla parasol es una mejora importante, porque el propio techo de cristal reduce la altura para las cabezas y esta persiana resta unos milímetros más todavía, lo que aumenta la incomodidad en personas de talla alta. Pero la cortinilla es indispensable para reducir la temperatura del habitáculo, en unos 5º. La pregunta es si el sistema de oscurecimiento resultará igual o no, y nosotros creemos que no. Un escudo adicional que separa el cristal del interior es fundamental.