El Mercedes Clase G recibe 800 CV gracias a Brabus

El Mercedes Clase G es uno de los mejores todoterreno del mercado. Su hábitat natural está fuera del asfalto: así fue concebido y así se ha mantenido durante años sin grandes variaciones de diseño. Sin embargo, Brabus siempre quiere ir un paso más allá cuando es el momento de preparar un Mercedes y con el Clase G no han tenido miramientos como demuestra el hecho de que han potenciado su motor hasta los 800 CV.

El nombre de la bestia resultante es Brabus 800 Widestar y ha sido presentado por primera vez en el Salón de Ginebra. La cifra está clara de dónde proviene mientras que Widestar es la denominación del kit de carrocería en color negro que el preparador alemán ha implantado en el cuadriculado Clase G. Con un ensanchamiento de 12 centímetros, la carrocería sigue teniendo el mismo pésimo coeficiente aerodinámico pero su aspecto resulta infinitamente más agresivo e intimidante.

Las capacidades off road del Clase G quedan prácticamente suprimidas debido al uso de unas desproporcionadas llantas que se pueden elegir entre modelos que tienen unas dimensiones de entre 20 y 23 pulgadas calzadas con neumáticos de altas prestaciones suministrados por Yokohama o Pirelli -los más grandes en medida 305/35 R23. Las ruedas esconden unos gigantescos discos de freno de 380 mm con pinzas de seis pistones en el eje delantero y discos de 345 mm con pinzas cuatro pistones en el trasero.

En su carrocería también destacan los tubos de escape cromados con salida lateral, las luces diurnas con tecnología led situadas bajo los faros frontales y los numerosos focos de la parte baja del parachoques delantero. Por dentro, el cuero más lujoso invade el habitáculo -con múltiples tonalidades a elegir- junto con elementos en fibra de carbono y en madera, todo ello con altas dosis de personalización a gusto del comprador.

Lejos de su estética, lo más llamativo de esta preparación es el corazón que la mueve. Nada menos que un inmenso V12 de 6,3 litros de capacidad y doble turbo que desarrolla una potencia de 800 CV a 5.500 rpm y una escandalosa cifra de par máximo de 1.430 Nm a 2.100 rpm. Dicho par nunca llega a alcanzarse sino que ha sido limitado electrónicamente a 1.100 Nm para que la transmisión automática no se desintegre tras un acelerón.

También está limitada la velocidad máxima, en concreto a 240 km/h -de no tenerla podría alcanzar los 270 km/h-. Una limitación necesaria y que pocos se atreverán a alcanzar ya que, por muchas vitaminas que lleve el motor, este coche no está concebido para ser un deportivo y la pésima aerodinámica y el peso del vehículo puede dar algún que otro susto a esas velocidades. Desde parado, es capaz de alcanzar los 100 km/h en sólo 4,0 segundos.

La cuestión es ¿merece la pena despojar a un excelente todoterreno de sus cualidades para tener un coche que sólo puede correr en rectas?

Fuente: eMercedesBenz