Vídeo: La evolución del diseño anguloso y recto a las suaves curvas actuales

Lejos de lo que pudiera parecer, el Testarossa no tenía un Cx muy bajo.

La importancia del estudio de la aerodinámica fue muy posterior a la popularización del automóvil, aunque muy pronto se dieron cuenta los ingenieros que el principal problema que se planteaba cualquier tipo de vehículo al circular a determinadas velocidades era el de la resistencia del aire.

Curiosamente, a pesar de que ya en los albores del automovilismo se hicieron grandes esfuerzos para vencer esta resistencia que oponía el aire, no fue hasta finales del siglo XX que realmente los vehículos comenzaron a comercializarse teniendo en cuenta los criterios aerodinámicos más básicos.

Y a pesar de que a muchos niveles la aerodinámica jugaba un papel fundamental, como en competición, los vehículos de calle no comenzaron a disfrutar de las enseñanzas de esta nueva ciencia hasta inicios de la década de los ochenta, con la aparición de los primeros vehículos basados en líneas curvas. Líneas que se popularizaron solo a partir de la década de los noventa, cuando los fabricantes adoptaron como estándar el túnel de viento para el desarrollo de sus nuevos modelos.

El Ford Sierra de los ochenta fue el precursor actual de estas nuevas líneas suavizadas.

Según podemos ver en este vídeo, incluso en la primera mitad del siglo XX las más lógicas y aerodinámicas formas redondeadas tuvieron que plegarse ante las mejores cifras de venta de los modelos más cuadrados y angulosos.

Sin embargo, en la segunda mitad del siglo, segmentos como el deportivo ya comenzaron a adoptar nuevas formas basadas en la experiencia en la competición, donde la aerodinámica comenzaba a ser un arma fundamental. Aunque no fue hasta la llegada de diseños como el del Ford Sierra que se empezaron a popularizar estas nuevas formas, que rápidamente se popularizaron, gracias sobre todo a que los elevados precios del combustible propiciara que se buscaran soluciones para reducir el consumo de los vehículos.

En la década de los noventa se convirtió por fin en la regla de diseño principal, sobre todo tras la proliferación de la corriente de diseño biodesign, que se basaba por completo en suaves formas curvas, para todos y cada uno de los rasgos del vehículo.