Motor.es

Este Ferrari 250 GT no es lo que parece y por eso vale 18 millones

Este discreto Ferrari 250 GT Spider de batalla larga es algo más que un simple Gran Turismo clásico. Bajo su preciosa carrocería encontramos un verdadero vehículo de competición de la época, que entre otras victorias logró incluso triunfar en Le Mans.

Este Ferrari 250 GT no es lo que parece y por eso vale 18 millones

8 min. lectura

Publicado: 11/12/2017 17:00

Ferrari 250 GT LWB California Spider Competizione by Scaglietti de 1959.

En el reciente evento Icons de RM Sotheby´s en Nueva York pudimos encontrar varias piezas muy destacables, pero entre todas ellas hubo un claro ganador, este Ferrari 250 GT California Spider de batalla larga de 1959, que con una puja de 17.99 millones de dólares se convirtió en la pieza más valiosa de esta subasta.

Los dorsales con el número 16 que monta este ejemplar son la primera pista de que no estamos ante un Ferrari 250 GT clásico más, es evidente que ha sido empleado en algún tipo de competición, como muchos modelos similares de la época.

No obstante, este precioso convertible no es un simple ejemplar preparado de manera privada, como es habitual, sino un auténtico Ferrari con las especificaciones Competizione de carreras salido así de Maranello y entre su brillante palmarés destaca un quinto puesto de la general y tercero de su clase en las 24 Horas de Le Mans de 1959. Lo que sucedía solo 5 días después de haber salido de la factoría italiana, por lo que lograba su mayor éxito deportivo en su primera semana de vida.

Calcula ahora el precio de tu seguro de coche

¡Infórmate!

A pesar de su aspecto cuenta con un extenso palmarés deportivo.

No fueron pocos los Ferrari de aquella época que fueron preparados por sus propietarios, equipos o pilotos privados, para todo tipo de eventos deportivos alrededor del globo. Sin embargo esta unidad ya fue creada desde cero en Maranello con esa intención y por ello, a pesar de que a nivel exterior no se distingue de un California Spider de batalla larga convencional esta unidad cuenta con las especificaciones técnicas más radicales, de ahí que su nombre completo sea Ferrari 250 GT LWB California Spider Competizione, a la que debemos añadir la expresión ‘by Scaglietti’, pues fue carrozado en los talleres de Sergio Scaglietti.

Su propia carrocería, a pesar de resultar idéntica al del resto de la serie, ya le distingue del resto de ejemplares similares, pues está realizada en aluminio ligero, con paneles del grosor más fino, que Scaglietti empleaba para las versiones lightweight. Solo fueron creados 8 ejemplares de esta serie con este tipo de carrocería.

En aquella época era habitual ver modelos con aspecto casi de serie compartir circuito con auténticos monstruos de competición oficiales. En muchos de estos casos eran ejemplares privados, pero en otras ocasiones eran vehículos oficiales, o como en esta semioficiales. Ya que si bien fue preparado en fábrica, este ejemplar no compitió con los colores de Ferrari, sino con los del célebre equipo N.A.R.T. de Luigi Chinetti.

Fue fabricado el 15 de junio, 5 días antes de la prueba francesa.

La relación personal de Chinetti con Enzo Ferrari dió lugar a numerosas victorias y piezas legendarias, como los Ferrari 275 GTB/4 NART Spider. Para la edición 1959 de las 24 Horas de Le Mans el equipo de Chinetti inscribió 3 unidades de la marca italiana: un 250 Testa Rossa chasis 0666, un 250 GT LWB Berlinetta chasis 1461 GT y el 250 GT LWB California Spider Competizione de las imágenes, que con el bastidor número 1451 GT alcanzó el quinto puesto de la general y el tercero de su clase, por lo que este descapotable con aspecto de deportivo de bulevar logró llegar al podio en su primera participación en Le Mans, lográndolo además en la primera participación en Le Mans de su piloto y propietario, Bob Grossman.

En aquella edición el vencedor fue el Aston Martin DBR1 oficial pilotado por Carroll Shelby y el británico Roy Salvadori, suponiendo la única interrupción de la mejor racha de victorias de Ferrari en esta prueba, pues entre las ediciones de 1958 y 1965, salvo 1959, en todas fue un Ferrari el que logró la victoria final.

Grossman era un empresario y piloto privado estadounidense que regentaba un concesionario de vehículos deportivos en Nyack, una localidad de Nueva York, y por su relación con Chinetti viajó por primera vez a Le Mans enrolado con su vehículo en el equipo de Chinetti. Como el vehículo no estuvo listo hasta 5 días antes de la celebración de la prueba fue entregado con algunos elementos inacabadas, como los asientos o una simple capa de pintura aplicada a toda prisa para poder ser entregado a tiempo.

Interior casi de serie.

Descrito por la casa de subastas como construido con las “especificaciones Competizione completas”, el bastidor 1451 GT fue el segundo de los 8 California Spiders carrozados en aluminio y cuenta con el motor V12 Tipo 128F que dispone de nuevos árboles de levas y varios cambios en la distribución, así como 3 preciosos carburadores Weber 40 DCL6. Su potencia final era de 266 CV (262,5 hp). Entre las modificaciones necesarias de homologación encontramos un depósito de combustible de competición con boca de llenado sobre la tapa del maletero, que curiosamente no invalidaba el espacio de carga, por lo que sigue siendo utilizable.

A simple vista, solo los dorsales y la boca de llenado sobre el maletero delatan que nos encontramos ante un ejemplar diferente del resto de la serie. Y aunque el bastidor 1451 GT salía de Maranello con muy pocos cambios visibles con respecto a las unidades de calle convencionales, lo cierto es que este ejemplar ha perdido durante estos años algunos de sus atributos estéticos originales de su época de competición, como es el caso del arco antivuelco que estaba montado tras el puesto del piloto o el paragolpes delantero original, que podemos observar en las imágenes más antiguas existentes del modelo, de la época que fue empleado en competición.

Esto se debe a que en los últimos [casi] 60 años ha sufrido varios procesos de restauración, de hecho, no recuperó su color plateado y sus especificaciones de competición originales hasta su última gran restauración, que tuvo lugar en 2010. Hasta ese momento lucía el habitual Rosso Corsa.

Con un valor de 18 millones de dólares, es uno de los ejemplares más caros del modelo.

Durante sus primeros años fue empleado extensamente en competición, siendo aún propiedad de Bob Grossman, quien logró muchos y buenos resultados con el modelo, pero se deshizo pronto de él y durante sus casi sesenta años de vida ha pasado por muchas manos y reparaciones. Logrando incluso algunos méritos en concursos tan importantes como el de Pebble Beach.

Fotos: RM Sotheby's

Compártela en:

Pixel