Generalitat, sindicatos y patronal no dan por perdida la fábrica de Nissan en Barcelona

Ayer por la noche se produjo una marcha de protesta por Barcelona. Buena parte de la plantilla catalana de Nissan se encontraba allí, la Guardia Urbana de la ciudad contabilizó unas 1.200 personas, y solo la plantilla de la planta de la Zona Franca es de 3.000 almas. Fue una jornada de protesta más por su futuro.

La plantilla lleva en huelga desde el 4 de mayo, y la planta ha estado parada más tiempo, ya que durante semanas toda actividad no esencial fue suspendida por la pandemia del coronavirus. El día 28 de mayo Nissan confirmó lo que se temían, que antes de fin de año la fábrica se cierra.

En la protesta se quemaron tres ataúdes, representando a directivos de la Alianza Renault Nissan Mitsubishi

Una de las reclamaciones de los manifestantes fue reunirse con el presidente del Parlament de Catalunya, Roger Torrent, que los recibió hoy por la mañana en audiencia. El cargo institucional les trasladó el apoyo de la Cámara de forma incondicional. Hasta 25.000 familias penden de un hilo, entre puestos de trabajo directos e indirectos.

Pero la postura de Nissan no ha cambiado. La fábrica no tenía futuro ni con la asignación de un nuevo modelo, a menos que hablásemos de un volumen ya respetable, más de 100.000 unidades. La fábrica de Barcelona llevaba años perdiendo carga de trabajo por el fracaso de la política comercial de sus asignaciones.

Nissan en Cataluña es claramente deficitaria, pero es más caro cerrarla que mantenerla activa

Mientras los trabajadores de Nissan en Barcelona exigen una solución, los de la fábrica de Corrales de Buelna (Cantabria) también están viendo las orejas al lobo. El comité de empresa ha rechazado la propuesta de Nissan de mantener la fábrica a cambio de rebajas salariales de hasta el 40%.

Los representantes de los trabajadores creen que Nissan quiere financiar las inversiones y el mantenimiento de las instalaciones a costa de sus salarios. Y es que Nissan ha exigido sacrificios en todas sus instalaciones españolas. Los de la planta de Ávila se salvaron con prejubilaciones, algún despido y la reconversión a centro de recambios y componentes.

Cómo salvar Nissan: el plan A y el plan B

La patronal catalana Foment del Treball propone un nuevo plan industrial para las fábricas de la Zona Franca de Barcelona, Montcada i Reixac y Sant Andreu de la Barca. En este plan podría participar Nissan o «un nuevo constructor de automóviles o grupos industriales del sector».

Para la supervivencia del emplazamiento hacen falta «alternativas de futuro», y eso pasaría por «buscar la definición de un proyecto de la automoción y de la movilidad». Por lo visto, los agentes públicos están intentando conseguir la implantación de un grupo extranjero en la Zona Franca, lo más plausible es que sean chinos.

También existe la posibilidad de que se implante una empresa de otro sector en dichas instalaciones. Foment del Treball dijo que un grupo industrial barcelonés, con una operativa similar a la industria del automóvil, podría estar interesado en la factoría si no se llega a un acuerdo con Nissan.

La prioridad de la Generalitat de Catalunya no es buscar un plan B, sino mantener el plan A, Nissan. La consellera de Empresa y Conocimiento de la Generalitat catalana, Àngels Chacón, se pronunció a este respecto ayer: «formular un plan A y un plan B lo único que está haciendo es facilitar las cosas a Nissan». Lo dirá porque el cierre costará a Nissan casi 1.500 millones de euros...

El president catatán, Quim Torra, se reunió con los proveedores de Nissan por videoconferencia el lunes por la tarde

Su consejería ha pedido a Japón una memoria justificativa del cierre y una interlocución directa, pero todavía no han recibido respuesta. En este asunto cuentan con el apoyo del Gobierno de España. Antes de la crisis del coronavirus los directivos de Nissan no habían hablado de cierre, simplemente era un secreto a voces.

Ahora mismo la única esperanza que tienen los trabajadores de Barcelona es que los negociadores británicos y de la UE no lleguen a un acuerdo de prórroga del periodo de transición del «Brexit» este mes, y el tiempo se acaba. En ese caso, la planta de Sunderland tendría un pie fuera de la Unión Europea, lo cual podría cambiar ligeramente la situación. Eso es más viable que esperar a un modelo salvador que no tiene pinta de llegar.

Fuente: Europa Press