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Indy 500Servià: "Podríamos haber sido quintos, pero estamos aquí para ganar"

  • El piloto español arriesgó en la estrategia para intentar ahorrarse una parada, pero se quedó corto de gasolina.
  • Lideró la última resalida, y entró a boxes a tres vueltas del final siendo segundo.
  • "Nos quedamos dos vueltas cortos. Eso demuestra que no era ninguna locura".

6 min. lectura

Publicado: 28/05/2018 21:20

Oriol Servià gozó en 2017 de su mejor oportunidad para ganar las 500 millas de Indianápolis, mayor incluso que en ese 2011 en el que salió en primera línea y llegó a liderar varias vueltas. Una buena posición de salida, un buen coche y un buen ritmo de carrera le permitieron enfrentarse de tú a tú con los Sato, Castroneves, Jones, Alonso... antes de la fatídica resalida en la que un toque con James Davison inició un accidente en cadena. Nadie esperaba, por tanto, que 2018 fuese a brindar una oportunidad aún más clara, algo que el 17º puesto final no refleja en absoluto.

Poco importó que su 26ª posición en parrilla fuese la segunda peor de su carrera en Indianápolis, que Scuderia Corsa fuese un equipo debutante, o que la posición en pista fuese un factor fundamental este año. Servià tenía un plan a ejecutar, muy similar al de anteriores ediciones, y el éxito de los ajustes probados en el Fast Friday le permitieron ejecutarlo: primer cuarto de carrera conservador, ir pescando en los errores de otros y unas resalidas de otro mundo, llegando a ganar un acumulado de 16 posiciones en las dos que mejor le salieron, la mayoría de ellas por el exterior. Así lo resumía el propio Servià tras la carrera: "Empezamos atrás y teníamos que tomar riesgos. Asumí riesgos en pista, y muchos estaban funcionando".

La primera de esas resalidas le permitió pasar del 15º al 7º lugar, antes del accidente de Sage Karam en la vuelta 154. El ritmo era bueno para estar arriba, pero no lo suficiente para pelear la victoria. Era hora de arriesgar, pero el caution había llegado demasiado pronto. Pese a ello, Servià y el equipo lo tuvieron claro, y pararon en boxes: "No dejé de pasar coches pero, al final, el muro también tenía que tomar riesgos. Estábamos octavos (sic) y podríamos haber sido quintos, pero estamos aquí para ganar".

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Parada en la vuelta 157, resalida en la 160. Con 40 giros por delante, y los líderes teniendo que parar, hacía falta la ayuda de un caution largo para no hacer lo mismo. Tras otra salida memorable (de 19º a 11º) y un rebufo providencial de Spencer Pigot, Servià se puso líder en la vuelta 180, y el caution acabó llegando (Tony Kanaan, vuelta 189), pero duró solo cuatro giros. No era suficiente. Servià cedió en la resalida ante los coches que le precedían, y tuvo que parar a tres giros del final.

Servià justificó la decisión de su muro de arriesgar al principio, así como la de entrar a boxes al final en vez de seguir en pista y esperar un milagro que ya no iba a llegar una vez le superó Will Power: "Tomamos el riesgo de parar y nos quedamos dos vueltas cortos. Eso demuestra que no era una locura. Ellos saben exactamente cuanta gasolina hay en el coche, pero yo pensaba: '¿Y si me quedo fuera por si, quizás, han calculado mal?'. Pero bueno, ellos no tienen esos errores. Estoy seguro de que me habría quedado sin gasolina".

El piloto español también tuvo palabras de elogio para Scuderia Corsa, que gestionó el tercer coche del equipo Rahal en esta carrera: "Cuando estás con un equipo que solo hace esta carrera, es muy difícil batir a la gente que compite toda la temporada. El simple hecho de batirte el cobre con ellos, como hemos hecho, es genial. Hemos demostrado que teníamos la velocidad. Hicimos grandes adelantamientos en las resalidas, y pasamos del 28º al octavo puesto legítimamente en la pista. Demostramos que hemos ido a por ello".

Oriol Servià ocupaba en Surfers Paradise la única pole de su carrera el día que Will Power debutó en la Champ Car en 2005. El gerundense no perdió la oportunidad de felicitar a su ex compañero de trincheras en la difunta categoría, y de equipo en KV Racing en 2008, la primera temporada de ambos en la IndyCar ("Estoy muy contento por mi ex compañero. Ha progresado mucho en óvalos respecto a sus inicios"), pero se queda una vez más con esa espinita clavada que, a sus casi 44 años, hostiga aún más. "El año pasado ya olimos la victoria y este año también, pero al final solo gana uno". Prometió hacerlo en 2017, y nadie duda de que volverá a intentarlo.

Fotos: IndyCar Media

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