IndyCar - MilwaukeeEspectacular primera victoria de Christian Rasmussen ante el campeón Álex Palou

El danés de Carpenter se estrena tras un espectacular final en el que pasó seis coches en 14 vueltas y evitó accidentarse en múltiples ocasiones. Palou dominó durante 199 vueltas, pero se quedó corto. Segundo podio para McLaughlin.

Espectacular primera victoria de Christian Rasmussen ante el campeón Álex Palou
Rasmussen dio una cátedra de como llevar un coche de lado durante casi dos horas y salir victorioso. - IndyCar Media

12 min. lectura

Publicado: 25/08/2025 01:15

La vida, y las carreras, tienen a veces estas cosas. El estado de dulce en el que Álex Palou ha rendido a lo largo de 2025 ha privado a muchos pilotos a lo largo del año de plasmar en victorias algunas de sus mejores actuaciones. Este domingo, en las 250 millas de Milwaukee, le ha tocado a Palou experimentar esa sensación en sus propias carnes. Tras una carrera de libro, quizá la mejor de su trayectoria en óvalos, solo una aparición divina le podía apartar de la victoria. Y sucedió, en forma de una precipitación espontánea que habilitó a un Christian Rasmussen tocado todo el día por una varita mágica para conseguir la primera victoria de su carrera en IndyCar. Y qué victoria.

El piloto de Ed Carpenter Racing, que salía en novena posición, se pasó casi toda la carrera oscilando entre los puestos 7 y 16, ganando en pista lo que perdía en las paradas en boxes (y con una sanción por exceder el límite de velocidad en pits). Lo hacía con un pilotaje que estuvo en todo momento al borde del accidente, lleno de contravolantes, correcciones y momentos peliagudos mientras no parecía perder ni un ápice de velocidad. De este modo, no figuró hasta las últimas vueltas en un duelo por la victoria en el que Palou fue la referencia casi en todo momento desde su pole position, discutido solo en primera instancia por David Malukas.

Tras una salida y resalida interrumpidas por un accidente en solitario de Nolan Siegel y un semi-trompo de Graham Rahal, Malukas le cogió la matrícula a Palou en la resalida de la vuelta 16 y se puso líder. No obstante, el piloto de Foyt no supo lidiar bien la gestión de los potenciales doblados, un aspecto crucial en Milwaukee que Palou demostró tener cogido al dedillo en cuanto recuperó el liderato en la vuelta 41, abriendo un pequeño margen de cuatro segundos antes de su primera parada.

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Aunque la intención inicial de la parrilla era alargar lo suficiente para hacer tres paradas, el desgaste de gomas pronto se mostró demasiado acusado para permitirlo, y las paradas entre las vueltas 48 y 60 situaban las estrategias a cuatro detenciones. Scott McLaughlin, beneficiado por la mala arrancada de Pato O'Ward, le hizo undercut a Malukas, y Alexander Rossi se situó cuarto a base de adelantar mucho su primera visita a los pits, pero la situación no cambió en cabeza. Palou despachaba el tráfico con una facilidad insultante respecto al resto y llegó a tener un margen de hasta nueve segundos, que luego dejó caer un poco ante oponentes un poco más duros de pasar.

Palou y Malukas protagonizaron un entretenido duelo inicial durante las primeras 40 vueltas.

Sabiendo todos ya el plan establecido, las segundas paradas a partir de la vuelta 100 empezaron siendo más homogéneas, pero el caos se desató en 20 segundos. Malukas sufrió una parada espantosa por un problema en una pistola que le llevó a perder vuelta, a la par que Will Power tiraba a la basura su quinta posición en una colisión contra el muro de la curva 2 al intentar doblar a Kyffin Simpson. Cinco pilotos no habían parado hasta entonces, liderados por Scott Dixon, pero ninguno de ellos pasaba del puesto 14 con anterioridad, y no obtuvieron casi ventaja debido a que Palou no había llegado a perder vuelta con ellos, ya que el caution salió cuando se encontraba en los pits.

Al relanzarse la prueba, apareció en escena un fulgurante Josef Newgarden, undécimo antes del caution, que pasó a estar tercero tras despachar a los McLaren con facilidad, pero todavía con doblados de por medio entre Palou y McLaughlin, con el consiguiente margen de cinco segundos. Este estatus se evaporó en la vuelta 142, cuando se hizo una inspección de pista tras romper motor Callum Ilott, generando paradas masivas que adelantaron la tercera ventana de detenciones y permitieron a los doblados recuperar vuelta. Palou aguantó por poco el liderato pese a una mala parada, y aunque Marcus Armstrong se quedó en pista con una estrategia suicida, sus perseguidores con gomas nuevas no tardaron en hundirle entre el pelotón.

De nuevo, Palou parecía imbatible: margen constante de un segundo con McLaughlin, y después de varios segundos cuando empezó a despachar doblados. Varios pilotos adelantaron un poco su última parada arriesgándose al posible mayor desgaste posterior, en especial un Christian Lundgaard que usó dos veces esta táctica para pasar de la 17ª plaza inicial a la sexta, por detrás de Palou, McLaughlin, Newgarden, O'Ward y Rossi. La carrera parecía vista para sentencia a la espera de posibles 'cliffs' finales... hasta que la madre naturaleza se interpuso de la forma más inesperada.

La aparición de una pequeñísima nube de lluvia, casi imperceptible en el radar, causó una breve precipitación intensa en la recta trasera que forzó el quinto caution en la vuelta 208. Ante esta eventualidad, todos los pilotos del cuarto puesto hacia atrás se metieron a pits para montar gomas nuevas, buscando que el diferencial de desgaste con respecto a Palou, McLaughlin y Newgarden les diese una ventaja clave. O'Ward, Rossi y Lundgaard lideraban esta estrategia por delante de Rasmussen, pero sólo este logró sacarle partido al máximo.

Tras quitarse de encima a Lundgaard en la resalida de la vuelta 222, Rasmussen ajustició a O'Ward con un exterior fulgurante en la 225, superó a Rossi quince segundos después, rozó el muro antes de pasar a Newgarden en la 227, salió como un cañón de la curva 2 para dejar atrás a McLaughlin en la 230 y, finalmente, alcanzó a un Palou con el que hizo en paralelo las curvas 3 y 4 antes de consolidar el adelantamiento al inicio de la vuelta 236, a falta de 14 para el final. Una carga ofensiva histórica desde la séptima posición, que ningún otro piloto en su misma estrategia pudo siquiera soñar con replicar.

La carrera no había terminado ahí, ya que ambos líderes alcanzaron de nuevo el crucial tráfico de doblados, pero Rasmussen no levantó en absoluto el pie y ejecutó sus mejores vueltas, incluyendo un arriesgadísimo exterior sobre Rosenqvist en la vuelta 242 en el que solo la divina providencia impidió que acabase estampado, una sensación que había dejado docenas de veces a lo largo del día desde su onboard. Con una determinación total y un pilotaje de puro espectáculo como pocas veces se observan en el automovilismo moderno, Rasmussen consiguió su primera victoria y la novena de Ed Carpenter Racing, equipo al que el triunfo eludía desde 2021 con Rinus VeeKay en el Gran Premio de Indianápolis, y que no ganaba en óvalos desde el lejano 2016, con la exhibición de Newgarden y su clavícula rota en Iowa.

Tras un día de 10 sin errores atribuibles y 199 vueltas lideradas, Palou sale de Milwaukee con una segunda plaza que, aunque le permite igualar los 12 podios de Scott Dixon (2008) como mejor registro en 25 años, le descarta definitivamente de poder alcanzar el récord de 10 victorias en una temporada, aunque le sitúa como el piloto con más puntos en óvalo en 2025 a falta de la cita final de la semana próxima en Nashville. Completó el podio McLaughlin, tan solo el segundo del año para el neozelandés tras el conseguido en Barber hace más de tres meses, mientras que Rossi rascó su segundo top 5 consecutivo en cuarto lugar, siendo el primero en felicitar a Rasmussen tras bajarse del coche.

Con su quinta posición, O'Ward aseguró el subcampeonato, siendo el segundo mexicano tras Adrián Fernández (2000) en conseguirlo. Su compañero Lundgaard, sexto en meta, recortó puntos a Dixon, noveno en un día discreto, en la lucha por un tercer puesto al que aún aspira Kyle Kirkwood pese a acabar duodécimo. El posible podio de Newgarden, en la línea de su horrendo 2025, se desvaneció con una pérdida de control que no fue accidente por la mínima, rescatando una séptima plaza que sabe a poco. Misma sensación para Malukas, pese a reponerse del error de su equipo para terminar octavo, mientras que Armstrong libró la bala de su mala apuesta estratégica para su undécimo top 10, un número que solo los cuatro primeros de la tabla igualan o superan.

RESULTADOS DE LAS 250 MILLAS DE MILWAUKEE

Colton Herta llegó a ser sexto tras salir en el puesto 24 por su accidente clasificatorio, pero dos malos stints finales le sacaron del top 10, mientras que Conor Daly, que hizo otra de sus salidas patentadas para ponerse cuarto, sufrió de nuevo las pésimas paradas de Juncos hasta caer al puesto 13, parecido a lo que le sucedió hasta en dos ocasiones a un Rinus VeeKay cuyo octavo puesto potencial se convirtió en decimoquinto. No se le podría culpar si tuviera un poco de recelo al mirar la escena triunfadora alrededor del que fue su compañero el año pasado, hoy en la cima del mundo tras dar una exhibición de pilotaje extremo. ¿Recuerdan al señor que cruzó de una Torre Gemela a otra sobre una cuerda?

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