Mercedes mata la ansiedad por autonomía con su batería de estado sólido
Mercedes ha reconocido dificultades para vender sus coches eléctricos, lo cual no impide seguir perfeccionando determinadas tecnologías. Como la batería de estado sólido, de la que depende el interés de los clientes por su elevada autonomía. En el EQS, los de la estrella han batido récord de distancia.

Como todos los fabricantes involucrados en los coches eléctricos, Mercedes está teniendo serios problemas para convencer a los clientes de afrontar el cambio. La autonomía es lo que declina la balanza de un lado u otro, la potencia de carga también, pero el disponer de un mayor alcance es clave. Pero eso hace más caros los coches eléctricos, por lo que los fabricantes están apostando por los PHEV.
Aunque es China quien maneja los hilos, la que están dando más protagonismo a los eléctricos de autonomía extendida, ya que el precio de la tecnología es más asequible que el de las baterías de estado sólido, estas están empezando a ganar terreno. Rimac ha presentado una de carga extremadamente rápida en el Salón de Múnich, y Mercedes ha aprovechado para anunciar un récord de autonomía sin parar a repostar.

Mercedes apuesta por las baterías de estado sólido
Un prototipo del lujoso Mercedes EQS que, por cierto, se está sometiendo a un lavado de cara, ha sido el protagonista de este desafío, superando por mucho la autonomía oficialmente homologada después de la última revisión que recibió al cambiar su red eléctrica de 400 Voltios a una del doble.
Los de la estrella han usado una versión equipada con un motor eléctrico, la del EQS 450+, con 333 CV y la batería de iones de litio con una capacidad de 118 kWh, con lo que la autonomía es de 802 kilómetros. Un acumulador de energía que se ha sustituido por una batería de estado sólido, de la que no se han facilitado detalles de especificaciones técnicas, pero de la que han confirmado que se ha superado el millar de kilómetros con una sola carga.
Los de la estrella consiguen tanta autonomía como con un EREV
A principios de año, Mercedes se marcó este reto, como otros muchos que ha realizado con el prototipo del Vision EQXX, logrando desplazarse desde la central de Stuttgart, en Alemania, hasta Malmö, Suecia, a finales del mes pasado. Una distancia que cubrió íntegramente sin parar a recargar, y que alcanzó los 1.205 kilómetros.
Los datos que ha conseguido el fabricante de esta exigente prueba de autonomía han determinado que el EQS disponía de energía en la batería para recorrer otros 137 kilómetros, por lo que de haberlos realizado, la autonomía con una sola carga habría ascendido a 1.342 kilómetros. Un lujo del que todavía no se sabe cuándo llegarán al mercado las baterías de estado sólido, y casi más importante, a qué precio...
