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IndyCarRomain Grosjean salta a IndyCar con Dale Coyne Racing... pero sin óvalos

  • El piloto francés competirá con el ex equipo de Álex Palou en las 13 pruebas que tendrán lugar en circuitos permanentes o urbanos.
  • La cautela lleva a Grosjean a descartar las 500 millas de Indianápolis y el resto de citas en óvalo, aunque no descarta probar en Gateway.
Romain Grosjean salta a IndyCar con Dale Coyne Racing... pero sin óvalos
Grosjean volverá a sonreir al volante de un monoplaza, ahora al otro lado del Atlántico - IndyCar Media

9 min. lectura

Publicado: 03/02/2021 15:30

Una de las noticias más anticipadas de la pretemporada en el mundo del automovilismo se ha confirmado este miércoles, con Romain Grosjean como protagonista. Tras haber competido las últimas nueve temporadas en el Mundial de Fórmula 1, el piloto francés asume un nuevo desafío en su carrera al incorporarse a la IndyCar Series como nuevo piloto del equipo Dale Coyne Racing, la formación en la que el español Álex Palou compitió la pasada temporada.

Grosjean se pondrá al volante del segundo coche del equipo, el #51, que esta temporada contará con la asociación de Rick Ware Racing tal y como se anunció la pasada semana. El nativo de Ginebra tendrá su primer test con el equipo el 18 de febrero en el trazado de Barber, en el cual hará su debut competitivo dos meses después en el fin de semana de su 35 cumpleaños. Aquella será la primera de las 13 carreras que dispute esta temporada, dentro de un programa centrado en los circuitos permanentes y urbanos ('ruteros') que, en este 2021, excluye las 500 millas de Indianápolis, así como las otras tres carreras en los óvalos de Texas y Gateway, aunque ha dejado la puerta abierta a correr en este último.

Durante los últimos meses de 2020, Grosjean ya figuraba en los mentideros al respecto de su posible marcha a la IndyCar a tiempo completo. Su grave accidente del pasado 29 de noviembre en el Gran Premio de Bahréin, del que tuvo fortuna de escapar con vida e importantes quemaduras en sus manos, le hizo replantearse esta opción, y el veterano piloto ha optado finalmente por no lanzarse de primeras a los peraltes. El ex de Haas ya había manifestado en el pasado su animadversión a los óvalos, aunque había ablandado un poco su negativa inicial al reconocer que un vistazo al calendario le había hecho ver que no eran tantos como él creía en un principio.

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A este respecto, el francés ha comentado en Motorsport.com que los óvalos «suponen un riesgo significativo, con coches corriendo uno junto a otro a 330 por hora. Si tuviese 25 años y no tuviese hijos, haría la temporada entera sin discusión, pero mis tres hijos pensaron durante dos minutos y 45 segundos en Bahréin que habían perdido a su padre. No puedo hacer pasar a mi familia por esa fase otra vez, y en Indy puedes tener accidentes muy serios. Aunque los pilotos no se lesionen, verlos en televisión corta la respiración. Mis hijos ya han tenido una sensación que nadie quiere tener nunca».

Grosjean tendrá como compañero al emiratí Ed Jones, que cuenta con tres temporadas de experiencia en la categoría. El equipo Coyne, el tercero más veterano de la categoría tras su creación en 1984, es un habitual de la zona media de la parrilla en los últimos años, obteniendo resultados decentes y alguna que otra victoria cuando un par de buenas manos y la financiación lo han permitido. Así lo demostraron el malogrado Justin Wilson, sexto en la general de 2013, o Sébastien Bourdais, cuya llegada al equipo en 2017 supuso toda una revolución, y que terminó séptimo con ellos en 2018, logrando la victoria en años consecutivos en el Gran Premio de St. Petersburg.

«Cuando hago ejercicio en la bici frente a la tele, veo los highlights de las carreras en YouTube», asegura Grosjean, quien ha conversado previamente con Marcus Ericsson sobre su propia experiencia. «Es la pura competición que me ha encantado durante muchos años cuando subía escalones, y la que he echado tanto de menos en Fórmula 1, donde no sientes que compites en el mismo campeonato que Mercedes. Si tienes una mala clasificación o un problema al principio, puedes marcar la diferencia como piloto, o el equipo puede compensarlo con la estrategia, aunque el nuestro sea un equipo más pequeño. Tengo mucho que aprender sobre la salidas lanzadas, los neumáticos y los circuitos, pero si trabajamos bien juntos y uso mi experiencia, podemos competir».

En este equipo, Grosjean contará con la inestimable referencia del reputado ingeniero Olivier Boisson, quien ya hizo maravillas con Bourdais. La pasada temporada, Palou obtuvo el mejor resultado del equipo con un tercer puesto en la primera manga del GP de Road America, terminando 16º en la general. Su compañero de segundo año, Santino Ferrucci, acabó la temporada en 13º lugar con cinco top 10, siendo su mejor resultado un cuarto lugar en unas 500 millas de Indianápolis en las que Coyne ha sido un equipo muy competitivo en los últimos cuatro años. Aún queda por ver quienes serán los (o el) ocupantes del #51 en óvalos, así como en las pruebas en las que se deje ver el tercer coche #52, con el novato Cody Ware y el australiano James Davison como principales postulados.

Dale Coyne, que había tanteado y había sido contactado por numerosos pilotos de entorno europeo, asegura que «Romain va a ser rápido de inmediato, como Álex (Palou), y en cuanto haya visto lo que se puede y no se puede hacer con estos coches, va a ayudar al equipo a progresar. He oído mucho sobre lo estudioso que es, como se esfuerza en crear un vínculo con su ingeniero y en encontrar soluciones para cualquier problema. Esa es la clase de actitud que siempre quieres de un piloto, y es especialmente importante cuando intenta aprender todo de una categoría que le es totalmente ajena».

Más allá de las apariciones de Fernando Alonso en la Indy 500, la de Grosjean supone la primera transición directa de un piloto de Fórmula 1 hacia su debut en IndyCar desde Ericsson, quien iniciará este año su tercera temporada en la categoría como piloto de Ganassi, con un podio en 2019 y un duodécimo puesto en la general de 2020 a sus espaldas. Alexander Rossi también llevó a cabo un salto similar en 2016 tras sus cinco carreras con Marussia, convirtiéndose en una estrella instantánea tras su inesperado triunfo en la edición 100 de la Indy 500, y siendo hoy en día un piloto referencia en la categoría con Andretti Autosport.

Esteban Gutiérrez también probó fortuna en IndyCar con Coyne pocos meses después de dejar la Fórmula 1, disputando siete carreras sin grandes alardes, mientras que la decente experiencia de Rubens Barrichello en 2012 (duodécimo en la general) no fue más allá al preferir correr en su Brasil natal. Además de Rossi, Ericsson y Bourdais, la parrilla también tiene otros ex pilotos de Fórmula 1 en la figura de Max Chilton, quien prefirió pasar por Indy Lights antes de iniciar una andanza discreta que va camino de su sexta temporada, o el nipón Takuma Sato, que debutó en 2010 tras un año de barbecho y que, pese a su inconsistencia a lo largo de una temporada, se ha hecho un nombre propio en la historia del certamen al ganar la Indy 500 en 2017 y 2020.

Fotos: IndyCar Media

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