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Este Tesla Model S no ardió espontáneamente, le prendieron fuego, y quedaron pruebas

Resulta tristemente frecuente que un coche eléctrico salga ardiendo y se convierta en noticia, más que nada porque no arden más que los de gasolina o gasóleo. Y más triste es que se conviertan en noticia cuando se trata de un incendio intencionado.

Este Tesla Model S no ardió espontáneamente, le prendieron fuego, y quedaron pruebas
Así quedó el coche calcinado - KREM 2 News/YouTube

6 min. lectura

Publicado: 30/04/2023 21:30

A finales de la semana pasada, el ex militar J.R. Harriston fue a visitar a un amigo a Spokane, en el Estado de Washington (EEUU). Pasada la medianoche del viernes, su Tesla Model S empezó a arder mientras estaba estacionado en la calle. Prácticamente medio coche quedó calcinado y ha quedado inservible.

Inicialmente, la policía local creyó que el incendio no tuvo causas externas, y que fueron las baterías las que empezaron a arder por su cuenta. Es cierto que con baterías NMC (níquel, manganeso y cobalto) es algo que puede ocurrir, pero ni ocurre todos los días, ni es fácil que ocurra cuando un coche no está cargando.

Pero la clave de este caso está en las cámara de vigilancia cuando estaba el coche parado, el famoso Sentry Mode o Modo Centinela. Las cámaras registraron cómo un varón afroamericano esparció el contenido de un par de garrafas sobre el coche, presumiblemente gasolina, que es un acelerante de combustión muy fácil de adquirir. Está pendiente de ser identificado.

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Las cifras son contundentes, los coches eléctricos no arden más que los de combustibles tradicionales. En determinadas circunstancias, las baterías NMC pueden salir ardiendo, y cuando eso ocurre, el incendio puede tardar horas en apagarse, para desesperación de los bomberos.

Pero si echamos un vistazo a cómo quedó el coche, el incendio no tiene pinta de haber durado horas, ni se observan los estragos de un intento prolongado de extinción. Más bien parece que el fuego fue extinguido sin gran dificultad, porque parte del coche ha sobrevivido, en vez de arder hasta solo quedar el chasis.

Evidentemente, cuando la policía local aventuró ese diagnóstico, no se había hecho un análisis por parte de alguien capacitado para descartar la teoría del incendio intencionado versus el accidental. Es más, el trabajo policial en serio comenzó a partir de conocerse el metraje de la cámara lateral derecha, que fue la que pilló al pirómano in fraganti.

J.R. Harriston, el dueño del coche, desconoce cuál puede haber sido la intencionalidad porque no vive en Spokane. Puede haber sido que le ha tocado a él que su coche fuese el blanco del pirómano, que seguramente no salía a pasear de madrugada con garrafas de gasolina, sino que actuó de forma dolosa y premeditada.

De momento, no piensa reemplazar su coche por otro Tesla y está a la espera de que la compañía de seguros le cubra los daños, ya que se trata de un caso evidente de vandalismo, y que su coche no ardió de forma espontánea. El mundo sería un lugar muy desagradable para vivir si los coches eléctricos se incendiasen con tanta facilidad como, no sé, algunos Ferrari.

J.R. todavía está pagando los plazos de financiación de su Tesla Model S

Otras posibilidades apuntan a una acción contra los coches eléctricos en general, o contra Tesla, o simplemente contra alguien que se ha gastado cierta cantidad de dinero en un coche que no es precisamente barato. La envidia no es un fenómeno español, y en Spokane pocos ancestros españoles pondrían el pie, si es que lo puso alguno.

Los daños se concentran en el lado derecho, que es donde el pirómano aplicó la gasolina

Este caso seguramente no será investigado por el fabricante, al no tener que ver con un problema de diseño con alguno de sus coches. En el pasado sí se tomó buena nota de algunos incendios que afectaron a los Tesla Model S, como que un objeto sobre la carretera fuese succionado y golpease las baterías violentamente. Se solucionó elevando la suspensión neumática con una actualización de software.

Los incendios de coches eléctricos no son tan comunes como puede parecer, y cuando los fabricantes encuentran un riesgo para sus clientes, actúan. Por ejemplo, General Motors acabó llamando a revisión a todos los Chevrolet Bolt por problema de combustión espontánea, sin relación con los pirómanos, por defectos de fábrica de las baterías de LG Chem.

Ya solo queda identificar al sospechoso que sale a pasear con garrafas de gasolina a medianoche, no vaya a ser que arda otro coche en ese vecindario y no sea eléctrico. Al haber actuado a cara descubierta, y teniendo el vídeo definición suficiente, puede que sea cuestión de días. De momento tendrá futuros problemas con la aseguradora de este señor.

Fuente: KREM 2 News (inaccesible desde la UE)

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