Prueba Audi Q7 55 TFSI, lujo, músculo y tecnología en formato XXL
Tras una nueva actualización, el veterano Audi Q7 quiere seguir siendo un SUV de siete plazas ideal repleto de tecnología y confort. Probamos a fondo el Audi Q7 55 TFSI que impresiona sobre el papel, pero ¿cómo se comporta en la vida real?

Es el modelo más familiar que Audi tiene en su gama aunque también es el más longevo. Lanzado en 2015, la segunda generación del Audi Q7 ya ha pasado por dos restylings para mantenerse al día. En esta prueba he pasado unos días al volante del Audi Q7 55 TFSI quattro tiptronic para someterlo a examen.
La verdad, en la última renovación me parecía que difícilmente podrían darle un aire más fresco a un modelo tan veterano en una época en la que la tecnología avanza a la velocidad de la luz. ¿Sería un simple parche para alargar su vida comercial o realmente seguía siendo un SUV premium vanguardista? El gigante alemán hace gala de sus virtudes merecidamente pero también hay algún pequeño "pero" que conviene no pasar por alto.
Lejos de los diseños estrambóticos y futuristas que exponen muchos SUV recientes, el nuevo Audi Q7 mantiene un estilo clásico, sin excentricidades. Quizá a algunos les parezca que la marca de los cuatro aros es demasiado conservadora en este aspecto pero también sirve para que su imagen aguante mejor el paso del tiempo, sin estar atados a la efímera moda del momento.

La tradicional parrilla Singleframe sigue siendo lo primero que te llama la atención de su frontal, siendo ahora más grande y poderosa. Lo importante, sin embargo, es la mirada: los faros HD Matrix LED incluyen iluminación láser con un alcance del alumbrado casi el doble mayor que la luz de carretera de los faros LED de toda la vida. Cada faro tiene 24 diodos LED y un diodo láser que se activa a partir de 70 km/h si las condiciones son propicias.
Esta avanzada tecnología lumínica es opcional por 2.555 € y añade los grupos ópticos traseros LED plus. Habilita poder escoger entre cuatro firmas de luz de marcha diurna, una elección que se puede hacer en cualquier momento a través del sistema de infoentretenimiento. Ciertamente es un detalle meramente estético pero denota el empeño de Audi por que el vehículo resulte reconocible a primera vista también de noche.
Con 5.072 mm de longitud, 1.970 mm de anchura y 1.748 mm de altura, el Q7 impone respeto por sus dimensiones. Sin embargo, no parece tan grande. De hecho posiblemente sea el SUV de este segmento con el aspecto más deportivo. La unidad de pruebas, con el acabado Black Line y unas preciosas llantas de aleación negras de 21 pulgadas, luce un aspecto dinámico y compacto.

Un verdadero SUV de lujo con hasta siete plazas
Subirse al Q7 es entrar en una cabina repleta de materiales nobles. Desentona la ingente presencia de plástico negro brillante, en especial la que recubre todo el frontal del salpicadero. Es un material que se ensucia con extrema facilidad. Salvo por esto, el SUV alemán se percibe lujoso, todo tiene un tacto agradable y ajustes precisos.
Los asientos deportivos delanteros pueden tener calefacción, ventilación y función de masaje. También disfrutan de ajustes eléctricos, incluyendo la sujeción lateral puesto que los laterales son regulables neumáticamente, y función de memoria tanto para el asiento del conductor como para el pasajero. Se visten de cuero Valcona con grabado S en los respaldos y acolchado de rombos con costuras rojas de contraste.

Frente al conductor se dispone la instrumentación Audi Virtual Cockpit Plus con una pantalla de 10,1 pulgadas que admite numerosas disposiciones y diseños para la información. Echando mano de la lista de extras se puede complementar la información con un head-up display que proyecta los datos directamente en el parabrisas.
La experiencia digital es aún más evidente en el centro de la consola donde hay dos pantallas, una encima de la otra. La superior tiene 10,1 pulgadas y corresponde al sistema multimedia MMI Navegación plus. Su respuesta táctil es háptica, es decir, se aprecia un pequeño clic físico que notas bajo el dedo cada vez que interactúas con iconos o menús.
El diseño del interfaz es muy sobrio, una vez más Audi se decanta por el pragmatismo. Bajo ese aspecto poco colorido, el MMI esconde un amplio abanico de funciones. Es compatible con Android Auto y Apple CarPlay y cuenta con actualizaciones OTA para mantener los mapas y el software siempre al día.

Ya sea de serie o en opción, en el Q7 se puede disfrutar de una larga lista de asistentes de conducción y seguridad, climatizador automático de cuatro zonas, un gigantesco techo solar panorámico, base de carga para smartphones, ajuste eléctrico del volante o servocierre para las puertas. Incluso se puede equipar un impresionante (y carísimo) sistema de audio Bang & Olufsen Advanced Sound System con 23 altavoces y una potencia de 1.920 W.
No es la única virguería tecnológica disponible para este SUV. Hay pocos coches en los que se pueda tener un sistema de visión nocturna que muestra una imagen térmica de infrarrojos del entorno frontal del vehículo. Además, también es posible utilizar un sistema de aparcamiento asistido por control remoto plus con el que se controla la maniobra de estacionamiento desde fuera del vehículo mediante el teléfono móvil. La edad no le ha pasado factura al Q7, que ha sabido mantenerse al nivel de los mejores.
En las plazas traseras, la anchura permite instalar tres sillas infantiles. Hay un amplio espacio para las piernas, se puede ajustar la inclinación del respaldo y regular longitudinalmente la banqueta. Los ocupantes también pueden gozar de zona climática independiente, tomas USB y cortinillas en las ventanillas. Estos asientos son abatibles en una relación 35:30:35.

El SUV más grande de Audi tiene la opción de equipar una tercera fila de asientos por 1.580 € para conseguir acomodar hasta siete pasajeros en su interior. Estos dos asientos extra se pueden subir y bajar eléctricamente, sin esfuerzo alguno. Aquí esperaba que hubiera más sitio pero pasajeros de más de 1,70 m de estatura encontrarán poco espacio para las piernas y la cabeza. Por tanto, esta tercera fila está pensada principalmente para niños.
Por supuesto, el espacio de carga tiene que estar a la altura de lo que se espera en un enorme vehículo familiar y Audi no ha fallado. Con todas los asientos en uso quedan 295 litros que no están nada mal. En su configuración de cinco plazas, el maletero ofrece una inmensa capacidad de hasta 780 litros que se amplían hasta los 1.908 litros con todos los respaldos abatidos.
El hueco está perfectamente rematado y cuidado, también aquí se percibe premium. Hubiera sido perfecto si debajo del piso hubiera un hueco adicional para guardar pequeñas cosas, pero no lo hay. El portón eléctrico con apertura manos libres resulta de gran ayuda cuando vuelves con las manos cargadas de bolsas.

Q7 55 TFSI, hibridación y refinamiento para el gigante alemán
En esta versión 55 TFSI del Audi Q7 encontraremos bajo el capó un motor de gasolina 3.0 V6 que genera 340 CV de potencia y 500 Nm de par máximo. Está refinada mecánica está vinculada a la caja tiptronic de ocho marchas que trabaja con la tracción total quattro. El V6 lleva asociado un sistema mild hybrid de 48 V con lo que obtiene la etiqueta Eco de la DGT.
A pesar de que la báscula arroja 2.200 kg de peso, la caballería es capaz de mover el SUV alemán con contundencia. Es posible pasar de 0 a 100 km/h en apenas 5,6 segundos y la velocidad máxima está limitada electrónicamente a 250 km/h. Anda mucho pero sobre todo sorprende la suavidad con la que lo hace.
El motor apenas se oye, los cambios son casi imperceptibles y el empuje es tan progresivo que casi ni te enteras de lo rápido que puede subir la velocidad. El parabrisas con aislamiento acústico contribuye a la sensación de paz en el interior del Q7 pero una vez más hay que recurrir a la lista de extras, cuesta 825 €. En un coche de estas características y precio me parece que debería venir de serie.

La suspensión neumática adaptativa es una maravilla. Cambia el tarado de la amortiguación para limitar el balanceo en curvas sin perjudicar el confort y varía la altura de la carrocería para mejorar aerodinámica y estabilidad. Incluso hay un modo Offroad que aumenta la altura libre al suelo en 60 mm para superar obstáculos con mayor facilidad.
Gracias a la dirección a las cuatro ruedas, maniobrar en ciudad no resulta tan traumático como podrías pensar a pesar de sus dimensiones exteriores. Lo has adivinado: también es se paga aparte y en este caso hay que desembolsar 1.605 €. Merece mucho la pena. No solo interesa por comodidad y el ángulo de giro reducido sino también por la mayor agilidad en curva que brinda.
A pesar de la electrificación, se trata de un motor grande en un SUV grande y eso implica un consumo de combustible notable. Con todo de cara y siendo muy cuidadoso con el pedal del acelerador es posible obtener registros por debajo de los 10 l/100 km pero será muy poco habitual. Yendo despreocupado, en recorridos mixtos lo normal será obtener unos consumos que rondan los 12 l/100 km.

¿Cuánto cuesta el Audi Q7?
El modelo alemán me ha sorprendido porque, a pesar de sus años, sigue siendo una de las referencias del segmento. Todo un SUV premium de generosas dimensiones para quien necesita espacio de verdad, tecnología de punta a raudales y una grata experiencia de conducción que combine suavidad con un guiño a la deportividad. Pero tenerlo todo también implica contar con una buena cartera.
El Audi Q7 está a la venta desde 85.170 €, una tarifa que sube a 87.480 € si se escoge con el motor 55 TFSI que protagoniza esta prueba. A priori no suena mal pero cabe recordar que la lista de extras es larga y costosa haciendo subir el precio final de manera muy sensible. Basta decir que la unidad de pruebas alcanzaba los 125.000 € a pesar de que no tener incluidos un buen puñado de extras que habrían disparado el precio aún más. Puedes conocer todos los precios de la gama y sus equipamientos de serie y opcionales en nuestra ficha técnica del Audi Q7. Además podrás solicitar una oferta sin compromiso.
