Probé el nuevo Nissan Micra y descubro si es un clon del Renault 5 o tiene personalidad propia
El nuevo Nissan Micra eléctrico llega con dos opciones de batería, hasta 415 km de autonomía y sin esconder sus genes. ¿Se diferencia lo suficiente del Renault 5? Si quieres saber si merece la pena comprártelo, sigue leyendo.

El nuevo Nissan Micra se presenta como un coche razonable: ni demasiado atrevido ni anodino. La marca japonesa deja claro que la prioridad ha sido que encaje perfectamente en la vida cotidiana y esto se traduce en una conducción agradable, autonomía de sobra para el día a día y una buena dosis de practicidad.
Nissan ha escrito una nueva página del apellido Micra: estrena sexta generación para mostrarse más maduro, más tecnológico y, sí, claramente hermanado con la plataforma de los nuevos urbanos del Grupo Renault-Nissan. Es un urbano con cero emisiones que aporta un aire fresco a la gama del fabricante japonés que busca dar con la tecla de los coches eléctricos.
Tras un Ariya que no ha terminado de convencer, será interesante ver qué tal responde el público ante el inminente nuevo Leaf y este Micra afrancesado que he podido conocer a fondo en su presentación. Con el Micra EV es inevitable la comparación con el Renault 5 eléctrico. Comparten arquitectura y equipamiento aunque cada uno intenta aportar su propia personalidad y carácter.

El aire de familia se aprecia pero cada uno viste a su manera. El japonés tiene un guiño al pasado, con faros redondeados que hacen recordar al exitoso Micra de tercera generación, pero no sigue el estilo retro del R5. En el nuevo modelo, en realidad las ópticas principales LED son rectangulares pero los arcos que conforman las luces diurnas crean esa impresión de ser circulares. Es un detalle de diseño que me ha gustado mucho.
Con hombros marcados, pasos de rueda generosos y superficies redondeadas, es bonito sin tratar de impresionar con estridencias. Hay otros elementos de estilo interesantes como las manillas de las puertas traseras ocultas en el pilar o la posibilidad de disponer de un techo en negro o gris para hacer contraste con el resto de la carrocería. La paleta de colores del nipón también es diferente a la del R5.

El Nissan Micra 2026 es un coche pensado para la ciudad que mide 3.974 mm de largo y tiene un radio de giro de 10,3 m así que lo pone muy fácil a la hora de aparcar y maniobrar. Las llantas de 18 pulgadas que monta le aportan presencia aunque a mí me parece que restan un punto de confort en asfalto bacheado.
Singular por fuera, conocido por dentro
Si bien por fuera se ha conseguido una clara diferenciación estética con su hermano francés, por dentro ocurre todo lo contrario. Reconozco que me resulta decepcionante que casi todo el habitáculo del nuevo Micra es prácticamente idéntico al del Renault 5 E-Tech. Cambian los tapizados, los logotipos y poco más.

¿No crees que Nissan ha desaprovechado la oportunidad de hacer que su modelo sea más singular metiendo algún toque «japo»? Resulta desconcertante encontrarse en el parabrisas el gallo con el que Renault adorna todos sus coches.
Nissan no ganará ningún premio por originalidad pero la calidad de realización es buena para el segmento en el que compite. Expone un ensamblado correcto y plásticos bien tratados donde toca. La posición de conducción es cómoda y baja, con una ergonomía bien organizada con dos pantallas de 10,1 pulgadas que se integran con lógica.
El sistema multimedia del Micra 2026 viene con todos los servicios de Google integrados es un plus real para quienes vivimos conectados. Incluso aquí, el interfaz y los menús son similares a los de Renault aunque no exactamente iguales. Con el sistema operativo Android Automotive todo funciona con fluidez y es fácil de manejar.

Otra ventaja es la app NissanConnect, que permite utilizar el teléfono móvil para realizar algunas operaciones remotas como preclimatizar, comprobar el nivel de batería y planificar rutas con puntos de carga. Son funciones que hoy por hoy esperas en un eléctrico y Nissan ha sabido integrar bien.
Fuera de la pantalla central, los mandos de la climatización tienen su propio módulo aparte con botones físicos, un gran acierto. Por cierto, la bomba de calor viene de serie, todo un puntazo. Estos interruptores son grandes y tienen un tacto agradable, al igual que los del volante.
La palanca de cambios se ubica en la caña de dirección. Esta posición crea más espacio entre los asientos de delante, donde hay un cargador inalámbrico para móviles y bastantes lugares donde dejar cosas. En la superficie de uno de estos huecos hay una sutil referencia al monte Fuji. También hay un pequeño espacio cerrado bajo el reposabrazos central.

Detrás, a pesar de que la distancia entre ejes de 2,54 m no está mal para un coche de su tamaño, no hay un espacio demasiado abundante. Las plazas traseras son justitas aunque dos adultos de talla media irán aceptablemente bien. El asiento central será para emergencias porque la anchura no da para que tres vayan con cierto desahogo.
Pasemos al espacio de carga. No me esperaba que cuando abres el portón vuelve a aparecer el dibujo del monte Fuji, esta vez en la moldura de sujeción del piloto izquierdo. Más detallitos así echo y en falta. Con 326 litros, el maletero del nuevo Micra tiene un volumen interesante para un coche de este tamaño. Son ampliables a 1.106 litros al abatir los respaldos traseros, que se dividen en una proporción 60:40. A diferencia de otros eléctricos, no tiene maletero delantero.
Mismo comportamiento pero más autonomía que el R5
En cuanto a la parte dinámica, Nissan propone dos configuraciones 100% eléctricas para su nuevo utilitario que replican la propuesta del Renault 5. La versión de acceso con un motor eléctrico de 90 kW (120 CV) y una batería con una capacidad bruta de 43 kWh (40 kWh netos). Logra 317 km de autonomía en ciclo WLTP.

Durante el evento de presentación he podido conducir la variante tope de gama. Se mueve con un motor eléctrico de 110 kW (150 CV) y su batería ofrece una capacidad de 55 kWh (52 kWh netos). Es la opción ideal para aquellos que busquen la máxima polivalencia ya que no sólo es más prestaciones sino que presume de 415 kilómetros de autonomía, una cifra realmente notable para un modelo del segmento B.
Sorprende que con una sola carga puede cubrir trayectos más largos que su hermano francés. El Micra tiene una aerodinámica ligeramente mejor que la del Renault 5 equivalente, lo que explica por qué la autonomía del japonés sea ligeramente mayor pese a utilizar los mismos paquetes de baterías. Además, el R5 añade un tercer propulsor con 95 CV.
Nissan anuncia que este eléctrico urbanita se puede cargar del 15% al 80% en apenas media hora, facilitando las escapadas de fin de semana. La potencia de carga máxima en corriente continua es de 100 kW en el caso de la batería grande; la pequeña alcanza un máximo de 80 kW. En corriente alterna ambas alcanzan 11 kW. El puerto de carga está en la aleta delantera izquierda.

Se ha añadido la capacidad de carga bidireccional para el cargador de a bordo del Micra. Con la función V2L (Vehicle-to-Load), el coche puede alimentar dispositivos eléctricos como un patinete, una bicicleta, un ordenador o herramientas. En la teoría resulta práctico aunque no sé si en la vida real será algo que tenga mucho uso. Próximamente también se incluirá una función V2G (Vehicle-to-Grid) donde el vehículo podrá verter a la red eléctrica doméstica parte de la energía de sus baterías.
Nissan no ha cambiado nada de lo que ofrece Renault, mantiene la misma puesta a punto del chasis. Los ajustes de la dirección, la suspensión y todo lo demás son exactamente iguales. Otra oportunidad perdida por el fabricante japonés para diferenciarse un poco más. Al menos, eso significa que, al igual que ocurre con el R5, el Micra tiene en su agradable comportamiento dinámico uno de sus grandes alicientes.

El buen empuje, las reacciones vivas, un aplomo notable y el centro de gravedad bajo hacen que este eléctrico de carácter urbano se defienda con ganas en carreteras secundarias. También se beneficia de una suspensión trasera multibrazo, una sofisticada solución poco frecuente en su segmento.
En ciudad se mueve como pez en el agua y a mí me ha parecido que tiene su punto divertido. Para encajar con los deseos del conductor un botón en el volante del Micra 2026 admite elegir entre los modos de conducción Eco, Confort, Sport y Perso. Este último ajusta algunos parámetros individualmente.
Me ha alegrado ver que hay levas tras el volante para ajustar el nivel del sistema de regeneración de energía en las frenadas y rascar un poco más de electricidad para alargar la autonomía. Me parece algo súper útil en cualquier eléctrico. Pero ojo, éstas solo vienen en el acabado más alto y costoso de la gama. En el Micra el nivel de mayor retención actúa como una función de pedal único, una solución que Nissan denomina e-Pedal y que permite usar sólo el acelerador para acelerar y frenar.

¿Cuánto cuesta el nuevo Micra EV?
Nissan ha traído de vuelta el Micra y en el mercado español está disponible con los acabados Acenta, N-Connecta y Tekna. Las primeras unidades llegarán a los concesionarios en noviembre para poder ser expuestas y probadas por los interesados y las primeras entregas a clientes se realizarán en diciembre.
¿Cuánto vale? Bueno, esa pregunta no es fácil de responder. Como os comenté hace tiempo, hoy en día es casi imposible saber lo que cuesta de verdad un coche nuevo. Esto quedó patente en el evento de presentación de este modelo, donde las tarifas bailaban según el momento.
En la documentación aportada por la marca se señalaba que 29.100 € es el precio de partida sin incluir descuentos, promociones o ayudas. En la rueda de prensa la cifra de inicio comunicada fue de 19.650 €, aquí sumando los descuentos de lanzamiento, financiación, el Plan Moves y quizá alguna cosa más. Sin embargo, echando un ojo al configurador oficial de Nissan el precio que figura es 18.450 €. Elige tu propia aventura.

Lo que está claro es que resulta un poco más costoso que un R5 equivalente y es así por obligación. Según me han comentado desde la marca japonesa, el acuerdo de Renault y Nissan es que el japonés tenga siempre un precio algo superior al francés.
Para justificar el precio superior, los nipones indican que el Micra tiene un posicionamiento más premium que el R5. Algo que sorprende y parece difícil de justificar cuando, salvo por el diseño exterior, son prácticamente iguales. Lo que sí creo que puede ocurrir es que encuentren públicos distintos porque el R5 apuesta por el guiño retro que atraerá a más de un nostálgico y el Micra opta por ofrecer una imagen fresca y juvenil.
La pregunta clave es: ¿escogerías al Nissan Micra antes que al Renault 5?
