Quién es Carroll Shelby y por qué es un icono de la industria estadounidense
Su nombre está asociado a dos coches icónicos del mundo del motor: el AC Cobra y el Ford Mustang. Sin embargo, la contribución del Carroll Shelby diseñador, piloto y empresario va mucho más allá.
Ganador de las 24 Horas de Le Mans, fundador de Shelby American, diseñador de joyas como el AC Cobra… lo cierto es que nuestro protagonista merece ser recordado por múltiples logros relacionados con el mundo del motor.
Carroll Hall Shelby nació el 11 de enero de 1923 en Leesburg, Texas, en el seno de una familia modesta formada por Warren Hall Shelby, un cartero rural, y su esposa Eloise.
Se matriculó en el programa de Ingeniería Aeronáutica de Georgia Tech, pero la Segunda Guerra Mundial alteró sus planes
Ya con sólo siete años, Carroll sufrió problemas cardíacos que más tarde marcarían su futuro profesional en la competición. Pero dichos problemas médicos no calmaron su pasión por la velocidad y, tras mudarse a Dallas, se convirtió en un habitual de las pistas de carreras.
Con 15 años comenzó a conducir y cuidar del Ford de su padre, comenzando su formación como piloto de aviones en el Centro de Aviación para Cadetes de San Antonio. Pero mientras había que ganarse la vida, por lo que Carroll ganaba un dinero criando pollos.
Educación y formación
Carroll Shelby tenía grandes aspiraciones, por lo que no dejó de lado los estudios. En 1940 se graduó en la Woodrow Wilson High School de Dallas y posteriormente se matriculó en el programa de Ingeniería Aeronáutica de Georgia Tech.
Pero con motivo de la participación activa de Estados Unidos en la Segunda Guerra Mundial, Shelby se alistó en el Cuerpo Aéreo del Ejército de Estados Unidos, convirtiéndose en sargento en septiembre de 1942. En diciembre de 1942, fue comisionado como subteniente después de someterse al entrenamiento de estudiantes aéreos, sirviendo más tarde como instructor de vuelo y piloto de pruebas en el Beechcraft AT-11 Kansan y Curtiss AT-9 Jeep.
Pasó a volar el Douglas B-18 Bolo, el North American B-25 Mitchell, el Douglas A-26 Invader y finalmente el Boeing B-29 Superfortress en Denver, Colorado, antes de ser dado de alta después del V-J Day (Victory over Japan Day).
Después de la guerra, comenzó su propio negocio de camiones volquete, trabajó brevemente como empleado en un pozo de petróleo, y luego como agricultor avícola antes de entrar en bancarrota.
Sus inicios en las carreras
En 1952, Carroll Shelby debutó como piloto de competición en la Grand Prairie Naval Air Station drag meet. A lo largo de esa temporada, condujo un MG TC y un Cadillac-Allards, ganando cuatro carreras.
Al año siguiente la cifra de triunfos subió a ocho de las nueve carreras en las que participó y en 1954, durante su presencia en los 1000 Kilómetros de Buenos Aires, conoció al Team Manager del equipo Aston Martin, John Wyer, que le ofreció pilotar un DBR3 en Sebring.
Aunque no terminó la carrera por avería, convenció a Wyer, que le llevó a Europa para competir en Aintree, Le Mans, Monza y Silverstone, consiguiendo su primer podio en este último circuito.
Su primer accidente serio llegó en la Carrera Panamericana mientras pilotaba un Healey, pero tras ocho meses de operaciones volvió a competir para ganar en 10 carreras durante la temporada de 1955. Fue en ese momento cuando comenzó también su relación con Ferrari, marca para la que compitió en 1956 y con la que ganó 30 carreras pilotando un Ferrari Monza.
Todo ello, junto con el galardón de piloto del año concedido por Sports Illustrated en 1956 y 1957, le permitió fundar Carroll Shelby Sports Cars en Dallas. En septiembre de ese año, un segundo accidente grave en Riverside con un Maserati le obligó a parar durante dos meses, pero volvió a tiempo para vencer en ese mismo circuito frente a pilotos de la talla de Masten Gregory y Dan Gurney.
Su carrera profesional como piloto le llevó de vuelta a Europa en numerosas ocasiones, llegando incluso a debutar en la Fórmula 1 con un Maserati 250F privado. Pero su momento álgido llegó en 1959, cuando ganó junto a Roy Salvadori las 24 Horas de Le Mans con un Aston Martin DBR1. Su última carrera llegó en Los Angeles Times Grand Prix celebrado en Riverside en 1960, cuando sus problemas cardíacos le obligaron a enfocar sus esfuerzos en otra dirección.
Shelby American
Lo primero que hizo Carroll Shelby tras retirarse como piloto profesional fue fundar una escuela de pilotos de alto rendimiento en el circuito de Riverside, así como la compañía Shelby American.
Y es que durante su experiencia europea se había dado cuenta de que los fabricantes del Viejo Continente llevaban mucha ventaja a los estadounidenses a la hora de construir vehículos deportivos aptos para el día a día y los circuitos.
Sobre la base de un chasis del AC Ace y un motor V8 de Ford y su correspondiente transmisión proporcionados en préstamo, Shelby comenzó a trabajar en la creación del mítico AC Cobra.
El nombre del primer prototipo fue CSX0001 y la producción del coche final comenzó en marzo de 1962. A finales de año ya se habían vendido 75 unidades y el primer centenar llegó en abril de 1963.
Ya en ese momento el AC Cobra había debutado en los circuitos con Billy Krause al volante. Dicha experiencia permitió a Carroll Shelby identificar modificaciones que permitieran al AC Cobra competir contra los Ferrari, dando como resultado el Shelby Daytona Coupé.
Este coche se impuso en carreras tan prestigiosas como Le Mans, el Tourist Trophy y Goodwood en 1964 y Shelby American Cobra se proclamó campeón del mundo de SportsCars al año siguiente (en ese momento llamado International Championship).
El Ford GT40
La apuesta de Ford Motor Company en la competición no iba según lo previsto, ya que el nuevo GT40 era poco fiable y no lo suficientemente rápido para vencer a Ferrari, empresa que la firma estadounidense había intentado comprar sin éxito con anterioridad.
Por eso, Ford recurrió a Shelby American para guiar un proyecto iniciado por Eric Broadley y John Wyer. Pronto los resultados mejoraron y el Ford GT40 Mark II, que utilizaba un motor de 7 litros y experimentaba cambios en la transmisión para mejorar su fiabilidad, obtuvo un legendario triplete en las 24 Horas de Le Mans de 1966 y el título de constructores.
Posteriormente, vendrían tres victorias consecutivas más en Le Mans, así como un total de cuatro títulos de constructores en el Mundial de Resistencia.
El Ford Mustang
Una sociedad tan exitosa animó a Ford y a Shelby a desarrollar dos modelos destinados a la producción comercial: el Shelby Mustang GT350 y el GT500, que en la práctica supusieron el fin de la relación entre ambas firmas, pero no el de Shelby American en el mundo de la automoción.
De hecho, las otras dos marcas pertenecientes al llamado Big Three, Oldsmobile y Dodge, también formaron parte de su cartera de clientes. En Dodge, Shelby trabajó por petición del presidente Lee Iacocca, que durante su estancia en Ford había sido el artífice de dicha unión.
Entre otros proyectos, Shelby se encargó de diversas modificaciones y versiones del Charger, el Viper, el Lancer o el Spirit. En 2003, Ford inició el proyecto que tenía como objetivo traer de vuelta al GT, para lo cual nombró a Carroll Shelby asesor técnico.
Aquel fue el inicio de una segunda asociación entre ambas firmas, que produjo modelos como el Ford Shelby GR-1 Concept Car y el Shelby Mustang CS6 en 2005 o el Shelby Mustang GT500 en 2006.
En 1990, Carroll Shelby recibió un trasplante de corazón y uno de riñón seis años más tarde. Murió el 10 de mayo de 2012 a los 89 años tras toda una vida dedicada al automovilismo en todas sus facetas, por lo cual es miembro de cinco salones de la fama relacionados con el deporte del motor y la automoción.