El británico se convierte en el primer piloto en ganar tres GP's de China tras una victoria colosal por delante de Nico Rosberg y de Fernando Alonso. El asturiano sufrió para resistir el podio, primero de la temporada para el español, pero demostró que las pequeñas novedades del Ferrari para esta carrera eran óptimas.
Lewis Hamilton volvió a demostrar a los pocos que aún dudan que Mercedes, y más en concreto él, están en otro universo. El británico se llevó la cuarta victoria consecutiva para Mercedes, tercera del año para él también, la número 25 de su carrera deportiva, lo que le permite igualar a Jim Clark y a su propio jefe Niki Lauda y, por primera vez desde que debutó en Fórmula 1, la tercera consecutiva.
En el podio le acompañaron Nico Rosberg, que tuvo que rodar a ciegas durante toda la prueba tras quedarse sin telemetría, y Fernando Alonso, que sube por primera vez este año al cajón y que tuvo que resistir a Daniel Ricciardo en las últimas vueltas de carrera.
Una arrancada movida
En la salida ya hubo los primeros sustos. Nico Rosberg -que había reportado en la vuelta de formación que estaba sin telemetría y que así se mantuvo durante toda la carrera- se hundió hasta la séptima posición, perjudicado por un toque con Valtteri Bottas en la primera curva. Paralelamente, Felipe Massa protagonizaba otra arrancada espectacular, su firma particular esta temporada, como Fernando Alonso, pero al brasileño le pudo el ímpetu y dio con su rueda delantera izquierda con la derecha de su ex compañero. Pese a que el Williams de Massa incluso se levantó del suelo, ninguno de los dos pilotos sufrieron ningún problema.
Mientras, Lewis Hamilton se escapaba con Sebastian Vettel a una prudencial distancia de unos dos segundos, y Fernando Alonso tercero. La victoria no se podía escapar para el británico, que nuevamente estaba esquivando todo tipo de problemas. Ni siquiera los neumáticos le dieron problemas de graining, como sí reportaban otros pilotos.
Para evitar males mayores, en cuanto se abrió la ventana de la vuelta diez, Ferrari ordenó entrar a Alonso y la jugada salió perfecta: la parada fue tan rápida que, en cuanto entró Vettel, el español le ganó la posición al alemán. A partir de ahí, todo fue controlar el desgaste de los neumáticos. Mucho peor le fue a Massa, cuya parada en boxes fue catastrófica: no estaban preparados los neumáticos, no funcionaban correctamente las pistolas y el toque con Alonso en la salida le afectó al neumático trasero izquierdo, con lo que perdió un mundo y su carrera se fue al traste.
La rebeldía de Vettel
Hasta el momento de las segundas paradas, se estabilizó totalmente la carrera. Hamilton se escapó con más de diez segundos de ventaja sobre Alonso, mientras por detrás Sebastian Vettel se dejaba caer para intentar que sus neumáticos no sufriesen. Tanto fue así que Nico Rosberg le acabó atrapando y adelantando. Al tetracampeón le tocó sufrir e inmediatamente después le atrapó Daniel Ricciardo. Aquí Vettel sacó su lado menos disciplinado y pese a que Guillaume Roquelin, su ingeniero, le ordenó dejar pasar a su compañero, el alemán respondió que "mala suerte" y no cedió ante Ricciardo. "Ayúdanos en pista, Sebastian", le pidieron, pero volvió a obviarlo y Ricciardo se vio obligado a disputarle la posición como si no fueran compañeros.
Los problemas de rendimiento del vigente campeón le llevaron a perder los nervios, incluso, cuando Kamui Kobayashi se desdobló tras su segunda parada en boxes. Fue aquí donde se disputó la pelea final por el segundo puesto entre Fernando Alonso, Nico Rosberg y Daniel Ricciardo.
Alonso resiste el podio
Pese a que en boxes Alonso les ganó la partida, el ritmo de carrera de Rosberg y Ricciardo le hicieron sufrir mucho. El español fue el primero en parar en boxes, por lo que llegó a la recta final en peores condiciones que sus rivales. Eso y que el Mercedes W04 es un monoplaza muy superior le permitieron a Rosberg pasar a Alonso en recta con una facilidad pasmosa. El alemán le venía recortando unos dos segundos por vuelta al español.
Con Rosberg fuera de alcance, Alonso tuvo que mirar por sus retrovisores: llegaba Daniel Ricciardo. El australiano -que vuelve a quedar por delante de Sebastian Vettel- venía mucho más rápido, hasta que el español apretó los dientes y pese a tener los neumáticos en condiciones bastante peores, pudo aguantar a base de jugarse no acabar con combustible suficiente.
Con este resultado, Mercedes consuma su cuarto doblete de la temporada y Alonso consigue su primer podio de la temporada, el número 96 de su carrera deportiva. Además, es el segundo piloto sin motor Mercedes que llega al cajón esta temporada, después de Vettel y sin contar el de Ricciardo en Australia por su exclusión. Además, en el capítulo estadístico, cabe destacar a Max Chilton, que sigue con su particular racha de carreras acabadas: lleva sin abandonar desde que debutó en Fórmula 1, y suma ya 23 carreras consecutivas acabando con lo que iguala la mejor racha de Alonso.
Tabla de tiempos Carrera Gran Premio de China 2014
