Vowles revela las dos claves que han convertido a Williams en el equipo revelación de la F1
Los primeros seis grandes premios de 2026 han permitido a Williams ver por fin la luz al final del túnel. Ahora, tras muchos años de penurias, el equipo dirigido por James Vowles empieza a recordar a sus buenos tiempos y 2026 debe confirmarlo.

Si Aston Martin está siendo una clara decepción en 2025, Williams es el equipo revelación hasta el momento. La estructura liderada por James Vowles ha pasado de la novena a la quinta posición del campeonato de constructores y, en Miami, se permitió el lujo de rivalizar con Red Bull, Mercedes y Ferrari.
Pero, ¿cómo es posible que Williams haya mejorado tanto en unos pocos meses? La clave está en dos aspectos principales, los cuales Vowles ha revelado en las horas previas al comienzo del Gran Premio de Emilia-Romaña en Imola.
«Desde las primeras reuniones le contaba todo a Carlos. Eso no es frecuente»
La primera clave está en la fábrica
James Vowles es señalado por muchos como el hombre que ha transformado a Williams, y eso es rigurosamente cierto. El ingeniero británico entendió nada más llegar que el equipo operaba de forma arcaica e ineficaz, por lo que decidió asacrificar los resultados a corto plazo para construir una base sólida sobre la que crecer a largo plazo.
Ahora, en 2025, los frutos de ese enfoque comienzan a ser recogidos, pero Vowles rechaza que deba personificarse el éxito de Williams. «No creo que el paso adelante de este año sea un reflejo de lo que yo he hecho, sino un reflejo de la organización que hemos puesto en marcha. Cuestión de fundamentos».
Y Vowles se siente especialmente orgulloso de haber conseguido dar un gran paso adelante sin haberse volcado en el coche de esta temporada, sino simplemente mejorando la organización y la estructura del equipo.
«Aunque el coche de 2025 no es un coche en el que hayamos concentrado tanto esfuerzo, incluido el trabajo en el túnel [de viento], hemos conseguido resolver algunos de los principales problemas que teníamos en 2024 y llevarlo todo adelante de forma coherente, sin perder el foco en el coche de 2026. Es un aspecto que me gusta especialmente», reconoce Vowles.
«No puse a todo el equipo a trabajar en el coche de 2025. Lo principal, la prioridad, es 2026. Era para asegurarnos de que teníamos los planes listos y de que teníamos el coche en el túnel de viento a principios de enero, asegurándonos de que no teníamos ninguna distracción. Este es el aspecto del que me siento más orgulloso», reitera el director del equipo Williams.
Eso plantea una pregunta, ¿qué será capaz de hacer Williams con el primer coche en el que centrará por completo todos sus esfuerzos? 2026 nos dará una primera respuesta, pero mientras Vowles sigue centrado en mejorar todas y cada una de las áreas del equipo.
«Todos los aspectos organizativos van en la dirección correcta: la comunicación, el ritmo de desarrollo, el trabajo conjunto, el tiempo para traer cosas nuevas a la pista, la calidad, la puntualidad y estar en línea con el presupuesto. Todo esto está funcionando. Sé que no suena como algo emocionante, pero el FW47 es el resultado de arreglar algunos aspectos fundamentales. Eso es lo que me emociona», describe el ingeniero británico.

La segunda clave, entre el volante y el asiento
Pero el nuevo equipo Williams no ha modificado únicamente su estructura, herramientas y procedimientos, también ha dado un paso adelante en lo que a calidad de pilotos respecta.
Durante muchos años, el equipo británico ha recurrido a pilotos que no han aportado un rendimiento aceptable, con George Russell primero y Alexander Albon después como únicas esperanzas de conseguir resultados positivos.
Eso ha cambiado con la incorporación de Carlos Sainz, y James Vowles tiene muy claro que esto ha supuesto un punto de inflexión que ha impulsado de forma inmediata a Williams.
«Con dos pilotos [de calidad], puedes comparar lo que haces durante el fin de semana, duplicar el trabajo en la puesta a punto, lo que nos ha llevado hasta donde estamos hoy. Todo lo que puedo decir es que con sólo un piloto de primer nivel no habríamos podido ser tan rápidos como en Miami», asegura.
Del tailandés, Vowles destaca que es «una persona sencilla a la que le encanta pilotar y correr», pero apunta que la verdadera diferencia está en su altruismo y espíritu de equipo. «Desde las primeras reuniones le contaba todo a Carlos: prueba esto, haz esto, echa un vistazo a esto”. Eso no es frecuente. Normalmente, uno de tus pilotos intenta retenerlo todo para ganar ventaja durante más tiempo. Nosotros no vivimos eso en absoluto».
Por su parte, Carlos Sainz está siendo igual de transparente, lo que ha permitido a Williams multiplicar su eficiencia en detrimento del ego personal de cada uno de sus pilotos.
«Carlos, cuando encuentra algo, ahora lo comparte. Es un ambiente que no he tenido la alegría de ver en un equipo en mucho, mucho tiempo. Son dos pilotos que no tienen nada de ego. Tienen un futuro a largo plazo aquí. Ver el equipo y cómo avanzamos juntos es algo que Carlos está disfrutando», complementa Vowles.
Finalmente, el antiguo director de estrategia de Mercedes señala que Albon y Sainz se complementan a la perfección, convirtiéndose en la pareja ideal para Williams.
«Lo que Alex también está aportando a Carlos es que es un piloto realmente natural e instintivo en su tacto. En cuanto a Carlos, se basa mucho en los datos, pero hay una buena fusión entre sus estilos», concluye Vowles.
Lo que Williams está mostrando en 2025 debería ser sólo un aperitivo de lo que veremos el año que viene, cuando llegue el nuevo reglamento. ¿Podrá un equipo histórico, pero independiente, plantar cara a los grandes equipos de la parrilla?
Fuente: Motorsport.comFotos: Williams Racing