Un error técnico desata el caos en una carretera noruegaEl radar que se volvió loco: multó a todos los coches que pasaban
Un radar de velocidad en Noruega comenzó a multar a todos los coches que pasaban, sin importar la velocidad. El fallo técnico ya ha sido corregido pero queda por ver qué pasa con las cientos de multas.

Sin duda el recibir una carta de la DGT no es plato de buen gusto, incluso cuando es solo para avisarte de que tienes que pasar la ITV. Pero cuando es una multa, entonces los sudores ya elevan su flujo.
Esto le ha pasado a cientos de conductores en Noruega, donde un radar de velocidad situada en la ciudad de Bergen, comenzó a disparar de forma indiscriminada, fotografiando a todos los coches que pasaban por delante, sin importar su velocidad ni si circulaban dentro de los límites legales. El fallo técnico generó una mezcla de desconcierto, preocupación y, sobre todo, muchas preguntas entre los conductores afectados.
El fallo técnico ya ha sido resuelto, pero sembró la duda entre miles de conductores

Los hechos ocurrieron el pasado domingo. En plena jornada diurna, la cámara comenzó a funcionar de manera errática, activando el flash con cada vehículo que pasaba por su campo de visión. Según informan medios locales, el fallo no afectó al sistema de medición de velocidad propiamente dicho, sino al mecanismo de disparo del flash.
Christer Kjerrgård, portavoz de Statens vegvesen (la Dirección General de Carreteras noruega), explicó que el sistema cuenta con mecanismos de control para evitar errores en la medición de la velocidad. Sin embargo, en este caso, el fallo se limitó al disparo del flash, que se activó repetidamente sin justificación. «Así no debería funcionar», reconoció Kjerrgård en declaraciones a la prensa local.

El resultado fue una larga serie de fotos tomadas a conductores que circulaban dentro de los márgenes legales, y que se vieron sorprendidos al ver cómo el flash se disparaba a su paso. Para muchos, el susto fue inmediato, pensando que una multa les llegaría en los próximos días.
La preocupación no era infundada. Cualquier conductor que haya pasado alguna vez frente a una cámara de velocidad sabe lo que se siente al ver el fogonazo, sin tener la certeza de si iba por encima del límite. La espera del temido sobre con la sanción es un fenómeno habitual. En este caso, la imagen del flash iluminando incluso a coches que iban claramente despacio sembró el desconcierto en toda la zona.
La autoridades no han aclarado si las multas serán eliminadas, en una situación que ha reabierto el debate sobre la automatización de los sistemas de control de tráfico y los riesgos que puede suponer una avería técnica mal gestionada.
Aunque se trate de un caso puntual, y finalmente se anulen las multas, demuestra que incluso los sistemas más sofisticados pueden generar errores que afectan directamente a los ciudadanos si no se comunican de forma rápida y clara.
Fuente: Broom