Vowles desvela su gran secreto para resucitar Williams (y tiene que ver con BrawnGP)

Williams se encuentra en pleno proceso de crecimiento tras muchos años limitándose a sobrevivir. El líder de esta nueva etapa es James Vowles, que ya vivió algo similar en BrawnGP y ahora aplica algunas de aquellas enseñanzas.

Vowles desvela su gran secreto para resucitar Williams (y tiene que ver con BrawnGP)
James Vowles (izquierda) charla con Pat Fry (derecha, director técnico ejecutivo) y una tercera integrant

6 min. lectura

Publicado: 14/10/2025 09:00

James Vowles fue uno de los hombres clave del éxito de BrawnGP en 2009. Aquel equipo que recogió el testigo de Honda para dominar la Fórmula 1 a pesar de contar con un presupuesto sumamente exiguo que apenas dio para terminar la temporada.

Al año siguiente, BrawnGP se convirtió en el equipo oficial de Mercedes, donde James Vowles permaneció hasta finales de 2022, cuando decidió dejar de ser la mano derecha de Toto Wolff para liderar el reto de devolver a Williams a los puestos de honor en la Fórmula 1.

Un objetivo que es incluso más complicado de lo que parece, ya que Williams ha permanecido en el fondo de la parrilla durante muchos años a consecuencia de un estado de crisis permanente que incluso estuvo a punto de llevarle a la desaparición.

«Todo estaba en la cabeza de unas pocas personas apasionadas, pero no es un método viable

Vowles sabe cómo revitalizar Williams

No son pocos los capitanes del barco que reflotó Dorilton Capital los que han intentado reconducir la situación de Williams, pero el único que ha logrado realizar avances significativos ha sido James Vowles. El ingeniero británico se atrevió a hacer lo que ninguno de sus predecesores tuvo el valor de afrontar: una reconstrucción total desde los cimientos que obligara a Williams a elaborar un plan a medio y largo plazo.

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Ahora, dos temporadas después de la llegada de Vowles, los resultados están empezando a llegar, incluso antes de lo esperado. Pero el camino a recorrer para considerar a Williams un equipo capaz de rivalizar con los mejores todavía es largo.

«Aún hay un abismo en comparación con los mejores equipos en este momento», admite el propio James Vowles. «Nuestros instrumentos tienen un promedio de 12 años, el más antiguo de 25 años. En los mejores equipos puede suceder que alguna infraestructura sea de unos 10 años, pero el resto está casi actualizado».

«Cada año estamos tratando de actualizarnos. Desafortunadamente, con el límite presupuestario es aún más difícil ponerse a la par con los otros equipos en términos de estructuras internas», añade este ingeniero de 46 años que ahora vive su primera experiencia como director de equipo.

Williams empieza a recoger los frutos del trabajo duro realizado en los últimos años.

BrawnGP mostró el camino

En aquel 2009 en el que BrawnGP sorprendió al mundo consiguiendo el doblete en el Mundial de Fórmula 1, el límite presupuestario no existía, por lo que los equipos gastaban tanto como podían y la diferencia de recursos entre los participantes era abismal.

Sin embargo, para el equipo liderado por Ross Brawn el enfoque era radicalmente distinto: sabían que habían creado un coche muy superior al resto, pero no había dinero para desarrollarlo y apenas para completar la temporada. Por tanto, había que medir cada gasto al milímetro.

James Vowles vivió eso en primera persona, y ahora que la Fórmula 1 se rige por un techo de gasto, aquella experiencia resulta de gran valor para Williams.

«El proceso es comparable al de BrawnGP en ese momento. En aquel entonces, teníamos muchas restricciones. Solamente pedíamos lo absolutamente necesario, e incluso los pedidos de unos pocos miles de euros tenían que ser aprobados por el director financiero. Ese período me ayudó a comprender cómo gastar eficientemente, y eso es lo que estoy aplicando en Williams», apunta el jefe de Carlos Sainz.

A pesar de las limitaciones, Williams se ha modernizado a todos los niveles, lo que ha tenido un impacto directo y casi inmediato en los resultados en pista. De hecho, el equipo consiguió su primer podio en más de cuatro años en el pasado Gran Premio de Azerbaiyán y ha saltado del noveno (de 2024) al quinto puesto en el campeonato de constructores.

«Ahora tenemos datos que lo ‘envuelven’ todo, algo que no teníamos cuando me uní a la empresa», explica Vowles para ilustrar el progreso de Williams. «Ni siquiera sabíamos cuántas piezas estábamos fabricando, cuánto costaban individualmente y cuántas personas se necesitaban para fabricarlas».

«Todo estaba en la cabeza de unas pocas personas apasionadas, pero no es un método viable. Lo primero que notaría un ingeniero que ha estado que volviera después de 10 años es la existencia de procesos, procedimientos y datos que regulan cada actividad», expone Vowles.

El proceso sigue su curso, pero Williams espera estar en disposición de ganar carreras y títulos en 2028. No porque no se haya avanzado, sino porque la magnitud de la reconstrucción es enorme.

«Estamos derribando barreras dentro de la empresa. No creo que una sola parte sea la clave del éxito de la empresa: se necesitan 1000 personas trabajando en la misma dirección. Se han modernizado muchas instalaciones y pronto se modernizarán más. Visualmente, todo en el interior ya ha cambiado», concluye James Vowles.

Fotos: Williams Racing

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