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Aston Martin quiere el motor del nuevo Mercedes-AMG CLS 53 4MATIC

La colaboración entre Aston Martin y Mercedes-AMG podría ampliarse un poco más antes de que termine el año. El fabricante británico se encuentra en conversaciones con la división deportiva de la marca alemana para poder ampliar el suministro de motores también a los bloques de seis cilindros en línea, una intención que no acaba de quedar clara a los de Affalterbach.

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Publicado: 12/03/2018 15:00

El nuevo Aston Martin Vantage, uno de los primeros modelos con motor de Mercedes-AMG

Estas cosas suelen ocurrir cuando se firma un acuerdo de colaboración entre dos fabricantes, que, llegado un momento, una de las partes quiere más y entonces pueden surgir chispas, precisamente lo que está ocurriendo entre Aston Martin y Mercedes-AMG.

Hace ya casi cinco años que los dos grandes fabricantes alemán y británico firmaron una cooperación técnica -anunciada oficialmente en julio de 2013- por la que Aston Martin podía acceder al banco de órganos de Mercedes-AMG y Mercedes, especialmente el motor biturbo de ocho cilindros en V y 4.0 litros junto con las arquitectura eléctricas y electrónicas necesarias. En cambio, la alemana entraba a formar parte del accionariado de la marca británica con un cinco por ciento de acciones pero sin derecho a voto.

Suficiente. De hecho, los nuevos Aston Martin DB11 y Vantage son los primeros modelos en montar los motores de AMG pero modificados para dar el carácter propio de los deportivos de Gaydon. Y aquí ha llegado el problema, si es que por ahora se puede llegar a llamar así o lo será en poco tiempo, y es que los ingleses pretenden utilizar los nuevos motores de seis cilindros en línea que han desarrollado en Mercedes y que la división deportiva ha ajustado con un sistema de 48 voltios para las primeras versiones deportivas de Mercedes estrenadas con el nuevo AMG CLS 53.

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El nuevo motor de seis cilindros en línea y 3.0 litros con tecnología de 48 voltios para las versiones 53 AMG de Mercedes

Matt Becker, ingeniero jefe de Aston Martin, no sólo ha dejado caer estas intenciones sobre la prensa, sino que sueña con que los alemanes le abran la puerta a ese conjunto propulsor, ya que sería una vuelta al pasado que podría recordar a los modelos producidos entre 1950 y 1969 que eran propulsados por un motor de seis cilindros en línea siendo el último con esta configuración el DB7 de los años 90 que montó un bloque de origen Jaguar.

Aprovechar la tecnología de Mercedes-AMG no cabe ninguna duda de que es algo que más de un fabricante del estilo de Aston Martin desearía reduciendo enormemente los costes de investigación y desarrollo; pero no es en lo que se basan los británicos sino en la mejor forma de reducir los niveles de emisiones de CO2 de la flota de modelos. El problema que Mercedes debate es que es una tecnología recién estrenada en la oferta de sus modelos, muy pronto para ceder el uso a los del Reino Unido, y más teniendo en cuenta que el acuerdo no permite la modificación del motor en sí, sino que se ha de respetar al máximo y optar por otros cauces para dar con la configuración específica.

Y en este sentido Becker ha apuntado que sus ingenieros han de adaptarse a las curvas de potencia y par motor de Mercedes-AMG, por lo que estas son intocables y se han de limitar a los ajustes en la calibración del recorrido del acelerador en relación con la aceleración del motor para adaptarlo a sus relaciones de peso y potencia, con lo que queda esperar acontecimientos barajándose que un futuro lavado de cara del recientemente presentado nuevo Vantage podría ser el primero de los modelos en montar este nuevo propulsor.

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