Motor.es

'El Club de la Triple Corona', el selecto grupo al que se unen Alonso y Montoya

  • Con la participación del español y el colombiano en Le Mans, ya son 40 los pilotos que han disputado las 3 grandes carreras del automovilismo mundial.
  • Esta lista está compuesta por un gran abanico de pilotos: desde grandes campeones a pilotos de élite en el ocaso de su carrera, o renegados en busca de una segunda oportunidad

59 min. lectura

Publicado: 19/06/2018 10:30

Tanto Fernando Alonso, en gran medida, como Juan Pablo Montoya han sido las dos caras más mediáticas de unas 24 horas de Le Mans que, a falta de una competitividad manifiesta en su clase reina este año, recibió con los brazos abiertos su participación y la exposición que generan. Ambos pilotos, antaño bandera de la juventud que asaltó los podios de la Fórmula 1 en la primera mitad de los 2000, son ya veteranos que empiezan a afrontar las postrimerías de sus carreras, y lo han hecho encarando un reto de gran calado, un logro multidisciplinar que promete hacerles entrar con letras mayúsculas en los libros de historia: la Triple Corona.

Aunque el término, adoptado del mundo de la hípica, se ha utilizado en diferentes competiciones, con diferentes combinaciones de carreras y en diferentes épocas, el concepto más extendido de la Triple Corona del automovilismo comprende las tres carreras individuales con más prestigio y reconocimiento del mundo. Dentro de las decenas de grandes eventos que se disputan en un año natural de competición, ninguno de ellos han generado a lo largo de la historia más titulares, inmortalidad y mística que el Gran Premio de Mónaco, las 24 horas de Le Mans y las 500 millas de Indianápolis.

De hecho, el gran estatus de las dos últimas carreras respecto a sus campeonatos, fluctuantes a lo largo de los años, han hecho que muchos prefieran contabilizar para la Triple Corona el Mundial de Fórmula 1 en vez de la cita monegasca, por su mayor repercusión histórica. Aunque en esta pieza no haremos esa consideración, es irrelevante para la misma, ya que los resultados en el aspecto a tratar serían bastante similares. Y es que, con su primera participación en Le Mans, Alonso y Montoya se han unido a un club muy restringido, siendo ya 40 los pilotos que habrán participado en las tres citas de la Triple Corona.

Calcula ahora el precio de tu seguro de coche

¡Infórmate!

Esta lista, por supuesto, no está reservada en exclusiva a los grandes campeones del mundo del automovilismo. Sin ir más lejos, la caída en notoriedad de la Triple Corona a raíz de la decadencia que Le Mans e Indianápolis experimentaron desde mediados de los 90 hasta la pasada década, y la cada vez mayor profesionalización de la Fórmula 1, que limitó los movimientos de sus grandes estrellas desde los 80, hace que muchos de estos pilotos cumplan dos perfiles: veteranos en busca de ampliar su palmarés o pilotos 'rebotados' de Fórmula 1 labrándose una segunda carrera. Aún así, todos ellos experimentaron los retos únicos que cada una de las tres pruebas ofrecen. He aquí sus nombres, y sus historias.

Louis Chiron fue uno de los pilotos con un bagaje más variado en el ya de por si itinerante automovilismo de los años 30.

LOUIS CHIRON

Le Mans: 1928-1929, 1931-1933, 1937-1938, 1951, 1953
Indianápolis: 1929
Mónaco: 1930-1936, 1948, 1950, 1955

Antes siquiera de que el término de la Triple Corona se llegase a acuñar, el mítico piloto monegasco fue el primero en participar en las tres pruebas, empezando en una Le Mans que le fue particularmente esquiva en su longeva carrera, ya que nunca vio la bandera a cuadros en sus nueve participaciones. Le fue algo mejor en su peculiar participación en Indianápolis, siendo séptimo con un Delage alineado por Louis Chevrolet, pero el reconocimiento le llegaría en el incipiente Gran Premio de Mónaco, del que fue vencedor de su tercera edición con un Bugatti en 1931, tras terminar segundo en su debut. Chiron, que siguió compitiendo tras la guerra, volvió a subirse al podio tres veces más, una de ellas en el primer Mundial de Fórmula 1, pero sin catar de nuevo las mieles del triunfo. Su participación en la prueba de 1955 le mantiene como el piloto más veterano en iniciar un Gran Premio de Fórmula 1, a sus 55 años.

ANDRÉ BOILLOT

Indianápolis: 1919-1921
Le Mans: 1926
Mónaco: 1931

Los primeros años de las 500 millas de Indianápolis gozaron de una gran participación de competidores europeos, en especial de franceses, que eran prácticamente los pioneros del deporte. Esta tendencia siguió tras la I Guerra Mundial, y Boillot, piloto oficial de Peugeot, fue uno de los muchos que probó suerte en los ladrillos de Indiana sin demasiada fortuna, accidentándose a cinco vueltas del final en su primer intento y abandonando pronto en los dos siguientes. Mucho más tarde, tras hacerse un nombre con victorias en la Coppa Florio, fue a por Le Mans, donde él y su compañero fueron descalificados por un problema con el parabrisas. En 1931, fue el único Peugeot en la parrilla de Mónaco, donde terminó sexto a cuatro vueltas de Chiron. Un año después, falleció en una subida de montaña francesa a los 40 años. Como siempre, en un Peugeot.

ALBERTO ASCARI

Mónaco: 1948, 1950, 1955
Indianápolis: 1952
Le Mans: 1952-1953

Al igual que este año, dos afamados pilotos debutaban en las 24 horas de Le Mans en 1952, y uno de ellos se llevó más focos que nadie. Ascari, por aquel entonces líder del Mundial de Pilotos tras la primera cita en Bremgarten, se estrenaba en la ya renombrada prueba francesa como piloto Ferrari. No obstante, problemas de embrague y sobrecalentamiento le dejaron sin opciones en apenas 6 vueltas. Su segundo intento fue más prolífico, peleando por la victoria ante Jaguar hasta que su embrague sucumbió por la noche. Aquel año también probaría fortuna en Indianápolis, prueba puntuable para el Mundial, con un modelo especial de Ferrari con el que llegó a ser séptimo antes de perder una rueda. La ausencia de Mónaco en los años iniciales del Mundial impidieron al genio italiano participar en sus mejores temporadas, pero no fue óbice para rescatar un segundo puesto en la accidentada carrera de 1950. Cuatro días después de acabar la edición de 1955 en las aguas de la Costa Azul, perdería la vida en un test en Monza.

La aventura de Alberto Ascari en Indianápolis fue breve, pero tuvo tiempo de demostrar que, a falta de potencia, el manejo también era indispensable en un óvalo.

LUIGI VILLORESI

Indianápolis: 1946
Mónaco: 1948, 1950, 1955
Le Mans: 1952-1953

Las aventuras en Le Mans de Villoresi, otro hombre Ferrari de gran pedigrí, son homologables a las de Ascari, con el que compartió coche durante sus dos participaciones. De hecho, cuando ambos eran aún pilotos de Maserati en 1948, Villoresi cedió su coche a Ascari en Mónaco poco después de que este abandonase, obteniendo ambos una quinta posición que Villoresi repitió en 1955, ya con Lancia. Antes de todo ello, el italiano figuró en la primera Indy 500 post-II Guerra Mundial como el único extranjero, obteniendo una meritoria séptima posición tras clasificarse in-extremis.

JACK BRABHAM

Mónaco: 1957-1970
Le Mans: 1957-1958, 1970
Indianápolis: 1961, 1964, 1969-1970

Fue salir Indianápolis del calendario de Fórmula 1 y atraer de nuevo el interés de la competición europea, en el que Brabham fue pionero. El, por entonces, vigente bicampeón de Fórmula 1 inició la Invasión Británica con su Cooper, pequeño pero matón, que obtuvo una nada desdeñable novena posición. En ninguno de sus tres intentos posteriores, no obstante, gozó de mejor fortuna, con coches poco competitivos y diversos problemas mecánicos. En terreno más familiar, Mónaco ya le había brindado en 1959 la que sería su única victoria en el Principado: siendo líder, se accidentó en 1960, rompió motor en 1965 y en la salida de 1967 desde la pole. En su último intento, sucumbió a la presión de Jochen Rindt en el peor momento y se fue largo en la última curva de la última vuelta. Al menos, se subió al podio por segunda vez. En Le Mans, su tercer puesto en la modesta clase S 1.1 (15º absoluto) en 1957 fue su mayor logro. Su asalto serio a la victoria se rompió pronto en el 58, y en el 70 lideraba entre los prototipos, inferiores ante los GT, cuando su Matra se rindió por la noche.

MASTEN GREGORY

Le Mans: 1955, 1957-1966, 1968-1972
Mónaco: 1957, 1959
Indianápolis: 1965

Aunque este piloto estadounidense de gprominentes gafas compitió con cierta fortuna y regularidad en Fórmula 1, fue en las carreras de sport prototipos donde comenzó e hizo sus fortunas competitivas. Habiendo pilotado para Ferrari, Jaguar, Maserati, Porsche, Ford, Lola y Alfa Romeo, Gregory compitió en 16 ediciones de las 24 horas de Le Mans, logrando una victoria de clase en 1961 antes de hacerse con el triunfo absoluto en 1965 al volante de un Ferrari NART junto al futuro campeón Jochen Rindt. Aquel año, se atrevió también con la Indy 500, donde ganó puestos metódicamente hasta que un problema de motor le hizo abandonar yendo quinto. Pese a participar en ocho temporadas de Fórmula 1, solo corrió dos veces en Mónaco, trazado en el que debutó en la disciplina en 1957, y lo hizo a lo grande, con un tercer puesto tras los abandonos de hasta seis favoritos. Tras su abandono en el 59, se quedaría fuera de la exigente parrilla de 16 tres años consecutivos.

DAN GURNEY

Le Mans: 1958-1967
Mónaco: 1960-1964, 1967-1968
Indianápolis: 1962-1970

Muchos han sido los logros y reconocimientos de Gurney, fallecido a principios de este año, y fue su vocación multidisciplinar la que le procuró muchos de ellos. Sin ir más lejos, Gurney tiene su propia Triple Corona, la de ser el primer piloto en ganar carreras en Fórmula 1, IndyCar y NASCAR. Le Mans fue su primer amor europeo, y el más esquivo, brindándole apenas un cuarto puesto en 1964 y varios abandonos peleando por victoria antes de, al fin, conquistar La Sarthe en 1967 junto a A.J. Foyt en un Ford GT40. A posteriori, centró sus esfuerzos en ganar la Indy 500 con su propio coche, pero Bobby Unser le ganó con uno de sus Eagles en 1968, antes de ser segundo y tercero los dos años siguientes. Gurney no gozó de tal éxito en Mónaco, donde no pudo pasar de su quinto lugar en 1961, abandonando en la cita de 1964 cuando rodaba segundo, pero fue, también, el primer piloto en disputar las tres carreras en la misma temporada, algo que hizo hasta en cuatro ocasiones (de 1962 a 1964, y en 1967).

Sir Graham, al volante del Matra-Simca MS670 que llevó a la victoria junto a Henri Pescarolo en 1972, y que le permitió completar la Triple Corona.

GRAHAM HILL

Mónaco: 1958-1974
Le Mans: 1958-1966, 1972
Indianápolis: 1966-1968

El nombre por excelencia en este artículo, sir Graham, tenía un lugar reservado en la historia de la Fórmula 1 con sus dos títulos mundiales, pero lo inscribió con letras de oro en la historia del automovilismo al ganar las 24 horas de Le Mans en 1972 en un Matra, ocho años después de quedarse a las puertas con Ferrari. Con anterioridad, Hill se consagró como uno de los grandes de siempre en Mónaco, obteniendo cinco victorias (1963-1965, 1968-1969) en un escenario en el que su rival generacional, Jim Clark, nunca subió al podio. Fue el propio Clark al que Hill derrotó en su debut en la Indy 500 en 1966, una victoria aún envuelta en controversia por un supuesto conteo erróneo de las vueltas del escocés. Sería en Mónaco, tras su no clasificación en 1975, donde Hill se daría cuenta de que su tiempo como piloto había pasado. Seis meses después, el único poseedor de la Triple Corona perdería la vida en un accidente de aviación.

JIM CLARK

Le Mans: 1959-1961
Mónaco: 1961-1964, 1966-1967
Indianápolis: 1963-1967

El escocés volador fue el piloto por antonomasia de los años 60, aquel al que todos temían, y seguían, allá donde fuese, pero, curiosamente, su relación con las grandes carreras de la época fue una de amor-odio. Clark solo se dejó ver por Le Mans en los primeros años de su carrera, siendo tercero en 1960, y sus seis participaciones en Mónaco apenas se saldaron con un cuarto puesto en 1964, habiendo logrado hasta cuatro poles consecutivas, aquejado de la misma falta de fiabilidad que impidió que sus dos mundiales fuesen cinco, incluyendo un abandono en la última vuelta de 1964 cuando rodaba segundo. Su única gran cita exitosa fue la Indy 500, donde "Jimmy" ganó en 1965 y terminó segundo con controversia en 1963 y 1966, dejando a su vez una huella indeleble entre los aficionados y rivales americanos antes de su muerte en Hockenheim en 1968.

DENNY HULME

Le Mans: 1961, 1966-1967
Mónaco: 1965-1974
Indianápolis: 1967-1969, 1971

El neozelandés es, probablemente, uno de los pilotos menos "celebrados" de esta época, pero también uno de los más versátiles y, de todos los que asaltaron las tres grandes carreras en los 60, el que mejores resultados obtuvo a excepción de Graham Hill. Hulme, que logró una victoria de clase en Le Mans en 1961 con un pequeño Abarth 850, alcanzó el segundo puesto con un Shelby en 1966 junto a Ken Miles, escoltando a sus compatriotas Bruce McLaren y Chris Amon. Un año después, viviría su particular cuento de hadas al ganar el Mundial de Fórmula 1, vencer en Mónaco (con el punto trágico de la muerte de Lorenzo Bandini cuando le perseguía), una carrera en la que puntuó con regularidad en años posteriores, y debutar en Indianápolis con una buena cuarta posición que repitió al año siguiente. La pista fue su hogar, y en él murió, a causa de un infarto durante la Bathurst 1000 de 1992.

La II Guerra Mundial estaba aún reciente, pero eso no impidió a un estadounidense como Bucknum trabajar para una marca nipona como Honda, con resultados dispares.

RONNIE BUCKNUM

Mónaco: 1965
Le Mans: 1965-1967
Indianápolis: 1968-1970

En una de las historias más particulares del automovilismo de aquella época, este piloto estadounidense fue reclutado por Honda del Sports Car Club of America, una organización semi-profesional en la que había sido tetracampeón, para su aventura en Fórmula 1, disputando once Grandes Premios en tres años. Uno de ellos fue en Mónaco, donde pasó desapercibido al fondo de la parrilla antes de abandonar. Sus andanzas no pasaron desapercibidas para Holman & Moody, el segundo equipo de Ford en Le Mans, que le puso en uno de sus coches en 1966, obteniendo un tercer puesto junto a Dick Hutcherson. Cuando su paso por la F1 acabó, Bucknum siguió en monoplazas en Estados Unidos, mayormente en circuitos (aunque ganó en el óvalo de Michigan), con tres intentos en Indianápolis que terminaron en abandono.

JOCHEN RINDT

Le Mans: 1964-1967
Mónaco: 1966-1968, 1970
Indianápolis: 1967-1968

El talentoso piloto austríaco perdió la vida en Monza antes de poder saborear las mieles de un título mundial que le habría lanzado al estrellato, pero aquello era el fruto de varios años de duro esfuerzo y logros destacables. El primero, lograr la victoria en Le Mans junto al ya mencionado Masten Gregory durante su primer año en F1, en el cual fue el único piloto que no logró clasificarse en Mónaco. Rindt se tomaría la debida revancha en su año de campeón, cuando su presión sobre Graham Hill culminó en un inesperado triunfo. Solo le faltó Indianápolis para completar la Triple Corona, pero un complicadísimo debut con retirada final en 1967 y un temprano abandono en 1968 le desalentaron de volver a intentarlo.

JACKIE STEWART

Mónaco: 1965-1967, 1969-1973
Le Mans: 1965
Indianápolis: 1966-1967

Stewart solo vivió por y para la Fórmula 1 durante buena parte de su carrera, y ese enfoque más profesionalizado, auspiciado por su cruzada por la seguridad, fue uno de los factores que cambiaron la mentalidad de los grandes pilotos en años venideros. Con todo, "no lo sabes si no lo pruebas", y Stewart pudo dar fe de ello: compitió en Le Mans en 1965 con un BRM con motor turbina Rover que se sobrecalentó cuando su compañero Graham Hill se paseó por la arena, relegándoles al 10º lugar absoluto (2º en su clase), y tomó parte en dos ediciones de la Indy 500, siendo sexto en la primera pese a un tardío abandono. Las cosas le fueron mucho mejor en "casa", logrando en Mónaco su primer podio (1965) y su segunda victoria (1966), un hito que repetiría en 1971 y 1973, además de obtener cuatro poles, igualando a Juan Manuel Fangio y Clark en un logro que solo Ayrton Senna y Alain Prost consiguieron después.

PETER REVSON

Le Mans: 1965-1966
Indianápolis: 1969-1973
Mónaco: 1973

Hijo del fundador de la cosmética Revlon, este neoyorkino de "espíritu libre" buscaba la emoción de la competición por encima de todo, participando en numerosas disciplinas a lo largo de su corta, pero intensa carrera. Le Mans fue la primera de las tres grandes en caer, pilotando un Ford GT40 en el 66, pero ambas participaciones se saldaron con abandonos. Tras aquellos años, Revson cambió su foco de Europa a Estados Unidos, labrándose un nombre en la Can-Am, lo que le hizo gozar de oportunidades en Indianápolis. En 1971 fue la gran sorpresa de la Indy 500, logrando la pole en su McLaren y terminando segundo tras Al Unser. Sus buenas actuaciones le abrieron las puertas del equipo de Fórmula 1, y con ellos compitió con resultados notables, siendo quinto en la general ambos años y en su única participación en Mónaco. Poco menos de un año después, perdería la vida en Sudáfrica.

Tras dos años de sinsabores, a la tercera llegaría la vencida para Mark Donohue en la Indy 500, tras una edición con velocidades de vértigo.

MARK DONOHUE

Le Mans: 1966-1967, 1971
Indianápolis: 1969-1973
Mónaco: 1975

Otro piloto estadounidense "criado" en Trans-Am y la temeraria Can-Am, Donohue hizo también sus primeros pinitos con la Triple Corona en Le Mans, terminando cuarto en el segundo Ford GT40 en 1967 junto a Bruce McLaren después de dos pinchazos e infinidad de problemas, antes de un último intento con un Penske-Ferrari con el que abandonó yendo segundo. Antes de pilotar el "Can-Am Killer" de Porsche, Donohue se prodigó corriendo a tiempo parcial en el campeonato USAC. En sus cinco Indy 500, salió siempre entre los cinco primeros y, después de ser segundo en 1970 y abandonar cuando lideraba en 1971, logró finalmente ganar con un McLaren en 1972 in-extremis, tras los problemas de los líderes. La muerte de su amigo Swede Savage al año siguiente le impulsó al retiro, pero Penske le rescató para su aventura de Fórmula 1 en 1975, abandonando a poco del final en Mónaco. Tres meses después, un accidente en Austria acabaría con su vida.

MARIO ANDRETTI

Indianápolis: 1965-1978, 1980-1994
Le Mans: 1966-1967, 1983, 1988, 1995-1997, 2000
Mónaco: 1975, 1977-1981

Es bastante difícil encontrar, en la historia del automovilismo, un piloto con un fuego competitivo tan perpetuo como el de Mario Andretti. La viva imagen del sueño americano, este emigrante italiano supo ganarse la vida bastante bien al convertirse el suyo en un apellido sinónimo de carreras. En eso influyeron bastante sus 29 participaciones en la Indy 500, la cual solo se perdió en 1979 por obligaciones contractuales con Lotus. Su único triunfo llegó en 1969, dando inicio a una maldición de problemas mecánicos e incidentes que ningún miembro de su linaje ha resuelto hasta el día de hoy. Tampoco tuvo mucha fortuna en Le Mans, donde compitió por ultima vez con 60 años, pero que siempre se le resistió, con un tercer puesto en 1983 y un doloroso segundo lugar en 1995 por perder seis vueltas al chocar con un doblado. Perdió ante una McLaren a la que sometió dos décadas antes en Fórmula 1, en la que Mónaco se le hizo bola, con un quinto en 1977 como mejor resultado.

CLAY REGAZZONI

Le Mans: 1970
Mónaco: 1971-1976, 1979
Indianápolis: 1977

La historia del piloto suizo en el mundo de las carreras quedará para siempre vinculada a Ferrari y la Fórmula 1, aunque en las grandes carreras no le fuese bien. A una semana de su debut con la Scuderia en F1, tuvo la oportunidad de competir en Le Mans junto a Arturo Merzario, pero la lluvia se interpuso en su camino pasada la primera hora, y Regazzoni arrolló al Ferrari de Reine Wisell, que iba lento, causando un accidente en el que otros dos Ferrari se vieron involucrados. En años posteriores, su paso por Mónaco tampoco fue muy halagüeño, con un cuarto puesto en 1974 como mejor resultado. En el 77, de forma inesperada, se atrevió con Indianápolis en un McLaren, pero un fuerte accidente en libres y un depósito defectuoso dejaron su intento en nada. No fue hasta su marcha a Williams cuando al fin logró catar las mieles del éxito en Mónaco, cruzando meta en segundo lugar pegado al tubo de escape de Jody Scheckter. Un año después, quedaría parapléjico en Long Beach.

Andretti trató varias veces de completar su pseudo-Triple Corona F1-Indy-Le Mans, como en esta imagen de 1988, con sus hijos Michael y John.

VERN SCHUPPAN

Le Mans: 1973-1979, 1981-1989
Mónaco: 1974
Indianápolis: 1976, 1979, 1981

Este aclamado kartista australiano se mudó al Reino Unido con 28 años en busca de una carrera en Fórmula 1, pero fue en Le Mans donde encontró la fama en el mundo de las carreras, siendo un destacado miembro de Mirage en los años 70 (dos podios en 1975 y 1977) y de Porsche en los 80, logrando el triunfo junto a Hurley Haywood y Al Holbert en 1983, un año después de su tercer podio. Ambos eran de Estados Unidos, un país que se convirtió en su segunda casa después de un poco agraciado paso por la Fórmula 1, en el que chocó en la cuarta vuelta con François Migault en su única participación en Mónaco. En su paso a tiempo parcial por la IndyCar, Schuppan compitió en tres Indy 500, obteniendo un destacado tercer puesto en 1981 con un McLaren de Theodore Racing.

DEREK DALY

Mónaco: 1980, 1982
Indianápolis: 1983-1985, 1987-1989
Le Mans: 1988-1990

Como podrán observar, cada vez aparecen más pilotos en esta lista con relativa poca fortuna en Fórmula 1, y Daly fue uno de ellos. En sus cinco temporadas en la máxima categoría, el irlandés solo logró clasificarse en dos ocasiones en Mónaco, obteniendo un sexto puesto con Williams al segundo intento. A aquello le siguió su paso por la IndyCar, siendo por entonces uno de los pocos extranjeros, aunque tampoco logró consolidarse, y un duodécimo puesto en 1985 fue todo lo que pudo sacar en Indianápolis. Su mejor resultado en las pruebas de la Triple Corona vino a posteriori en Le Mans, quedándose a las puertas del podio absoluto en 1988 con un cuarto puesto en un Jaguar junto a Kevin Cogan y Larry Perkins.

NELSON PIQUET

Mónaco: 1979-1991
Indianápolis: 1993
Le Mans: 1996-1997

Y volvemos a los campeones, un tricampeón nada menos, aunque este tiene ya un factor diferencial con los anteriores, ya que no alternó su actividad en Fórmula 1 con las otras categorías, si no que esperó hasta retirarse del Gran Circo. Piquet compitió, por tanto, en 13 ediciones del Gran Premio de Mónaco, donde nunca logró la victoria, pero sí una pole que tiró por la borda con un tardío accidente en 1981 y dos segundos puestos en 1983 y 1987. Con la Fórmula 1 ya en el retrovisor, probó suerte en Indianápolis, y este le respondió partiéndole las dos piernas en los entrenamientos. Se recuperó y regresó al año siguiente, pero su motor duró 40 vueltas en carrera. BMW-McLaren le brindó una última oportunidad de gloria corriendo en Le Mans, logrando un octavo puesto en 1996 junto a Johnny Cecotto y nuestro siguiente protagonista.

Un año de dura rehabilitación después, Nelson Piquet logró al fin disputar la Indy 500, aunque su única experiencia sería muy breve.

DANNY SULLIVAN

Indianápolis: 1982, 1984-1993, 1995
Mónaco: 1983
Le Mans: 1988, 1994, 1996, 2004

El auténtico rompecorazones de Kentucky, Sullivan era también un piloto de primer orden cuando la situación lo requería, y así lo demostró. Su paso por Tyrrell en 1983 le pilló demasiado pronto, pero aún así logró sus únicos puntos del año con un quinto puesto en Mónaco a base de sobrevivir de pista. Sullivan haría carrera en IndyCar, logrando ganar la Indy 500 en su primer año con Penske en 1985, tras una dramática carrera en la que trompeó sin chocar siendo líder, antes de arrebatarle el triunfo a Mario Andretti (el famoso 'Spin and Win'). Sullivan lo intentaría en más ocasiones, pero solo logró un top 5 más en 1992. En lo que a Le Mans se refiere, el estadounidense corrió para Jaguar, Porsche, BMW-McLaren y Ferrari (en GT), logrando su mayor éxito con los segundos al ser tercero en 1994 junto a Hans-Joachim Stuck y Thierry Boutsen.

TEO FABI

Le Mans: 1980, 1982-1983, 1991-1993
Indianápolis: 1983-1984, 1988-1990, 1993-1995
Mónaco: 1985-1987

Por lo general, aquellos pilotos que logran irrumpir en un campeonato extranjero, dominado por talentos nacionales, cuando no hay precedentes cercanos suelen dejar su huella histórica. Le pasó a Geoff Lees en Japón, a Joachim Winkelhock en el BTCC, y casi le ocurre a Teo Fabi en la IndyCar. Este piloto italiano, que llegó rebotado de un primer año para el olvido en Toleman, brilló de inmediato en los Estados Unidos, logrando la pole en Indianápolis y rozando el título. Para desgracia de Fabi, aquella Indy 500 fue la primera de cinco que abandonó. Entre medias, se produjo un regreso a Fórmula 1 con pocos momentos álgidos, al igual que en Mónaco, donde su única carrera completada (1987) deparó un octavo puesto. Su regreso a la IndyCar, con fortuna dispar, le vio terminar tres veces en Indianápolis, con un séptimo en 1994 como mejor muestra. Sus mejores resultados llegarían en Le Mans, siendo tercero con Jaguar en 1991 y segundo con Peugeot en 1993.

MICHELE ALBORETO

Mónaco: 1981-1989, 1991-1994
Le Mans: 1981-1983, 1996-2000
Indianápolis: 1996

Al contrario que su compatriota antes mencionado, Alboreto gozó de fortunas más inmediatas y directas en Fórmula 1 pilotando varios años para Ferrari, con la que rozó la victoria en Mónaco en 1985 antes de que una fuga de aceite resultante de un accidente entre Piquet y Riccardo Patrese le hiciese perder el liderato. Terminó segundo, el primero de sus dos podios (tercero en 1987). Antes de Ferrari, probó suerte con Lancia en Le Mans sin demasiada fortuna, y a las carreteras galas regresó cuando se retiró de la Fórmula 1, logrando la victoria con Porsche en 1997 junto a Stefan Johansson y Tom Kristensen. Un año antes, participó en la primera edición de la incipiente Indy Racing League, incluida una Indy 500 de muy pobre nivel en la que no destacó tras una temprana avería. Alboreto encaraba su tercer año como piloto Audi, con la que había sido tercero en Le Mans el año anterior, cuando encontró la muerte en el circuito de pruebas de Lausitz en 2001.

ELISEO SALAZAR

Mónaco: 1982
Le Mans: 1982-1983, 1988-1990, 1997
Indianápolis: 1995-1997, 1999-2001

Más conocido por su temperamento dentro y fuera de la pista que por sus logros dentro de la misma, Salazar sigue siendo a día de hoy un héroe nacional en Chile y, de largo, su piloto más exitoso de siempre, tras un paso poco destacado por Fórmula 1 con un abandono y dos no-clasificaciones en Mónaco. Salazar se centró primero en la resistencia, donde solo vería la bandera a cuadros con Jaguar en octavo lugar en 1989. Tras una breve retirada, regresó para competir en la IndyCar, obteniendo un sorprendente cuarto puesto en su primera Indy 500. El chileno se alineó al año siguiente con la inferior Indy Racing League, donde pudo prolongar su carrera con resultados decentes y un tercer puesto en la Indy 500 del año 2000.

La resistencia le sentaba al veterano Alboreto como un guante, y esta le recompensó con la victoria en Le Mans en 1997.

RAUL BOESEL

Mónaco: 1983
Indianápolis: 1985-1986, 1988-1990, 1992-1995, 1998-2000, 2002
Le Mans: 1987-1988, 1991

Al igual que Salazar, Boesel fue otro de los pilotos que tuvo que buscarse la vida tras un breve paso por la Fórmula 1 a principios de los 80: en lo que respecta a Mónaco, una no-preclasificación con March y un abandono con Ligier a las tres vueltas tras chocar con Markus WInkelhock. En IndyCar se asentó como piloto de zona media antes de pasar a pelear por victorias que nunca llegaron y podios en los 90. Su gran oportunidad de victoria en Indianápolis se esfumó en 1993 con dos sanciones en boxes, quedándose a un puesto de su mejor resultado, un tercero en 1989. En este periodo, también probó las mieles de Le Mans con Jaguar, obteniendo un segundo puesto en 1991.

EDDIE CHEEVER

Mónaco: 1981-1983, 1985, 1987-1989
Le Mans: 1981, 1986-1987
Indianápolis: 1990-2002, 2006

En un caso diametralmente opuesto a los anteriores expuestos, Cheever logró hacer carrera en Europa, siendo el gran exponente americano de la década en la Fórmula 1 en equipos como Ligier, Renault, Alfa Romeo o Arrows. Su primer año en Mónaco le deparó una quinta posición que no pudo superar en sus mejores temporadas debido a problemas mecánicos. Ese mismo año, Cheever fue segundo en la clase Grupo 5 con un Lancia, y regresó en la segunda mitad de década con Jaguar, siendo quinto en 1987. Al salir de la Fórmula 1, inició un periplo en media tabla de IndyCar, siendo cuarto en la Indy 500 del 1992, antes de que la creación de la IRL le convirtiese en un contendiente a victorias. Así, en 1998, con su propio equipo, logró su ansiada victoria en Indianápolis, su primer triunfo competitivo en una década.

MICHAEL ANDRETTI

Le Mans: 1983, 1988, 1997
Indianápolis: 1984-1992, 1994-1995, 2001-2003, 2006-2007
Mónaco: 1993

El hijo del legendario Mario también participó en las tres grandes pruebas del automovilismo, y su suerte fue similar en la mayoría de ellas, pese a empezar con un podio en Le Mans en 1983 junto a su padre. Pese a obtener solo un título, Andretti fue uno de los pilotos más dominantes de la IndyCar en su periodo pre-F1, pero Indianápolis le hizo la puñeta, primero con Rick Mears derrotándole en 1991, y después en 1992 rompiendo motor a 11 vueltas del final con dos giros de ventaja. Su esperado salto a Fórmula 1 con McLaren resultó en pesadilla, siendo un buen reflejo su octavo puesto en Mónaco, y los años posteriores apenas le brindaron la oportunidad de pelear por la Indy 500 debido al Split. Cuando regresó, Penske se interpuso en su camino. La llegada de su hjio Marco le impulsó a un último intento, y en 2006 consiguió ponerse líder a falta de la última resalida por delante de él, optando por dejarle pasar, pero Sam Hornish Jr. los sobrepasó a ambos, prolongando la maldición de los Andretti.

Michael Andretti trató de seguir los pasos de su padre y ganar también en Europa, pero ni él tuvo la suerte necesaria, ni McLaren la paciencia requerida.

ROBERTO MORENO

Le Mans: 1984
Indianápolis: 1986, 1999, 2007
Mónaco: 1989, 1991-1992, 1995

El carismático 'super-sub', el hombre al que siempre se podía llamar en caso de necesidad, es también otro miembro de esta lista gracias a su única participación en Le Mans, que culminó en abandono al volante de un Porsche. Años de gran trabajo con vehículos muy poco competitivos tuvieron su premio ejerciendo de sustituto de Alessandro Nannini en Benetton, obteniendo con ellos un cuarto puesto en Mónaco en 1991. Habiendo competido ya en IndyCar en 1986, Moreno puso rumbo en la segunda mitad de los 90 a una CART en la que prolongó su fama de gran sustituto, pero estar en el "lado equivocado" le impidió regresar a la Indy 500. Su segunda y tercera participación en la carrera, con equipos modestos, terminaron igual que la primera, en abandono.

NIGEL MANSELL

Mónaco: 1981-1992
Indianápolis: 1993-1994
Le Mans: 2010

Llega el turno de los grandes clásicos que se han atrevido en tiempos "recientes" a competir en Le Mans, empezando por 'Our Nige'. El hijo predilecto de la Gran Bretaña batalló años de mala fortuna y de estar en el sitio equivocado en el momento equivocado, pero ni siquiera sus dos mejores años le depararon una victoria en Mónaco saliendo desde la pole: el turbo se lo impidió en 1987 y una rueda mal fijada en 1992, presionando 10 vueltas a Ayrton Senna sin éxito. Después, el juego político de la F1 dio con sus huesos en la IndyCar. La Indy 500 fue su primera carrera en óvalo, y solo una mala resalida final le privó de la victoria, terminando tercero. 17 años después de aquello, Mansell se lanzó a debutar en Le Mans con un equipo familiar al completo, pero un pinchazo en la cuarta vuelta derivó en accidente para el bueno de Nigel.

STEFAN JOHANSSON

Le Mans: 1983-1984, 1990-1992, 1997-2001, 2003, 2006-2008, 2012
Mónaco: 1985-1988
Indianápolis: 1993-1995

Otro piloto europeo de gran talento que nunca terminó de dar el último salto para estar en la élite, Johansson no supo aprovechar sus tres años en Ferrari y McLaren para obtener una victoria o destacar en Mónaco, donde un 10º lugar en 1986 fue su mejor resultado. El sueco prolongó su carrera en monoplazas en la IndyCar de los 90, siendo un piloto de media parrilla que no pasó del undécimo puesto en la Indy 500 (1993), pero encontró al fin su redención en resistencia, donde, tras intentos fallidos con Porsche y Mazda, y una victoria de clase con Toyota, logró al fin el triunfo absoluto en Le Mans en 1997 con Porsche. En años posteriores, competiría para Audi y otras formaciones, siendo un tercer puesto en 2003 la única vez que uno de sus coches terminó la prueba desde su triunfo.

JEAN ALESI

Le Mans: 1989, 2010
Mónaco: 1990-2001
Indianápolis: 2012

El emblemático piloto francés tuvo unos inicios prometedores en la Fórmula 1 y las calles de Mónaco, siendo segundo con Tyrrell en 1990 y tercero en su primer año en Ferrari, pero nunca logró rematarlo con la esperada victoria, sumando un podio más en 1993 como mayor consuelo. Su gran oportunidad llegaría en 1996, ya con Benetton, en la carrera de los mil abandonos, pero su suspensión le dejó tirado a 20 vueltas del final. Las aventuras del otrora ídolo de Ferrari fuera de la Fórmula 1 son bastante anecdóticas, pero bien merecen mención. Un mes antes de debutar con Tyrrell, lo hizo en Le Mans, con un Porsche del Team Schuppan que no terminó la prueba. Alesi no volvería a correr allí hasta 21 años después, tras su paso por el DTM, en un GT2 de Ferrari con el que terminaron cuartos en su clase. Dos años después, apostó por la Indy 500, pero Newman/Haas se borró, y el francés tuvo que correr con un coche prestado y un equipo de Indy Lights, recibiendo la bandera negra por falta de velocidad a las 9 vueltas.

La terrible lentitud de un proyecto rearmado a última hora empañó lo que, otra parte, fue una intrigante aventura por parte del venerado Alesi.

CHRISTIAN FITTIPALDI

Mónaco: 1992-1994
Indianápolis: 1995
Le Mans: 2006-2008

A Emerson Fittipaldi nunca le dio por participar en Le Mans, pero su sobrino Christian si ha resultado ser más multidisciplinar, e igualmente longevo en su carrera deportiva. El brasileño dejó destellos de talento en Fórmula 1 con equipos poco competitivos, incluído un quinto puesto en Mónaco en 1993 con Minardi, pero no fue suficiente para seguir en la categoría. En su salto a la IndyCar, su carta de presentación fue su segunda posición en Indianápolis, un óvalo en el que no volvería a correr tras la creación de la IRL y su marcha de la CART a finales de 2002. Un fallido paso por la NASCAR dio lugar a uno mucho más exitoso en resistencia en los Estados Unidos, que no terminó de trasladarse del todo a Le Mans: sus tres participaciones se produjeron con GT1, pero no pasó de la séptima posición en su clase (12ª absoluta) en 2006.

JACQUES VILLENEUVE

Indianápolis: 1994-1995, 2014
Mónaco: 1996-2003, 2005-2006
Le Mans: 2007-2008

Ay, Jacques, lo que pudo ser y no fue... y poco le faltó. El canadiense llegó a las altas esferas del motor dispuesto a comerse el mundo y huir de la sombra de su padre Gilles, pero su propia sombra terminó devorándole. El título de IndyCar y una brillante victoria en la Indy 500 le abrieron las puertas de Williams, donde sería subcampeón y campeón, pero Mónaco no se rindió a sus encantos, culminando ambas ediciones con accidentes tras ir a contrapié. Al menos, una de las notas positivas de su desastroso paso por BAR sería un cuarto puesto en el Principado en 2001. Fuera de la Fórmula 1, Villeneuve fue a por Le Mans con el equipo Peugeot, junto a Marc Gené y Nicolas Minassian, pero la lluvia arruinó un posible triunfo en 2008 ante Audi, terminando segundos. En 2014 buscó un canto del cisne en la Indy 500, sin mucha fortuna (14º).

RUBENS BARRICHELLO

Mónaco: 1993-2011
Indianápolis: 2012
Le Mans: 2017

Barrichello ha sido otro piloto de longeva carrera en la Fórmula 1 que solo ha tenido necesidad de buscar otros retos cuando ya la había abandonado. No es que tuviera pocos en la categoría reina, siendo piloto de Ferrari durante seis años en su época más gloriosa. Su mantra de "piloto escudero" queda reflejado a la perfección en sus resultados en Mónaco, circuito en el que terminó en cuatro ocasiones en segunda posición (1997, 2000, 2001 y 2009), además de un tercer puesto en 2004. Se aventuró en el mundo de la IndyCar en 2012, obteniendo un decente undécimo puesto en Indianápolis, pero aquello no le terminó de convencer y se volvió a "casa" (Stock Car Brasil). El año pasado, Barrichello cumplió al fin su ambición de correr en Le Mans con un LMP2 del Team Nederland, con el que fueron undécimos en su clase y 13º absolutos.

Rubinho aún tiene mucha goma que quemar, y lo demostró el año pasado lanzándose a correr por primera vez en Le Mans.

SHINJI NAKANO

Mónaco: 1997-1998
Indianápolis: 2003
Le Mans: 2005-2008, 2011-2014, 2016

En este tramo final, llegamos al que, resultados en mano, ha sido el peor piloto en competir en las tres citas de la triple corona. Nakano, un piloto de nivel medio en Japón que dio el salto a la Fórmula 1 con ayuda de una tabacalera, pasó dos años sin pena ni gloria, rescatando en las calles de Mónaco un noveno puesto. A posteriori, reorientó su carrera a Estados Unidos con similar fortuna, despidiéndose en 2003 con su única participación en la Indy 500, que se saldó con un 14º lugar. En tiempos recientes, ha participado en 9 ediciones de las 24 horas de Le Mans: 4 con un LMP1, sin terminar nunca la prueba, y otras cuatro con un LMP2, clase en la que logró un quinto puesto en 2011 (14º absoluto). En el "club de la Triple Corona", solo él y André Boillot no han acabado en el top 5 en ninguna de las tres pruebas.

JUSTIN WILSON

Mónaco: 2003
Le Mans: 2004
Indianápolis: 2008-2015

Pocos creían que este piloto británico, con su 1,93 de altura, pudiese llegar a gran cosa, y sus primeros años acompañaron esta predicción, con un agitado debut en Fórmula 1 con Minardi que deparó un abandono por avería en Mónaco, y una poco destacada participación en Le Mans con el LMP1 de Tom Coronel, que también abandonó. Pese a ello, Wilson se asentó como uno de los mejores pilotos de la Champ Car, y mantuvo una gran reputación tras la reunificación con la IndyCar. Fue en su mejor año, 2013, donde logró su mejor resultado en Indianápolis, un quinto puesto. 2016 podría haber sido su primer asalto serio a la victoria en Andretti Autosport, pero su fatídica muerte en Pocono el año anterior impidió comprobarlo.

SÉBASTIEN BOURDAIS

Le Mans: 1999-2002, 2004, 2007, 2009-2012, 2016, 2018
Indianápolis: 2005, 2012-2016, 2018
Mónaco: 2008-2009

Y llegamos a los pilotos que han disputado alguna de estas pruebas este año, empezando por los de IndyCar. Habiendo nacido en Le Mans, Bourdais estaba destinado a ser un carrerista de pedigrí, debutando en las 24 horas con apenas 19 años y gozando de su primera oportunidad de victoria en el 2000 (4º). Bourdais hizo carrera en la Champ Car como tetracampeón, pero su paso por Fórmula 1 fue toda una decepción. En Mónaco logró sacar, al menos, uno de sus seis puntos al terminar octavo en 2008. El año anterior, Bourdais terminó segundo en Le Mans con Peugeot, hecho que se repetiría al año siguiente y en 2011, siendo repelidos en todo momento por Audi, y optó por centrarse en la IndyCar tras 2012, donde sigue siendo un piloto puntero al que aún le falta un gran resultado en Indianápolis: su séptimo de 2014 es su mejor resultado en un óvalo que casi le mata el año pasado. En este, compitió por segunda vez con Ford, terminando tercero en LMGTE-Pro dos años después de su victoria en esta clase.

MAX CHILTON

Mónaco: 2013-2014
Le Mans: 2015
Indianápolis: 2016-2018

De entre todos los pilotos de esta larga lista, ninguno consiguió competir en las tres citas con menor edad que Chilton. El británico, que lucha aún por quitarse el sambenito de piloto de pago, acumuló dos 14º puestos con Marussia en Mónaco antes de participar en el despropósito que Nissan perpetró con el GTR-LM Nismo en Le Mans, y debutar en Indianápolis con el equipo Ganassi, todo ello en años consecutivos, batiendo el "récord de precocidad" de Jim Clark. En su segundo año en el óvalo, el británico aprovechó una buena estrategia y ritmo para liderar 50 vueltas, más que nadie, y terminar en cuarta posición, un lugar del que ha estado muy alejado este año (22º).

Aunque no ha podido celebrarlo in-situ, Juan Pablo Montoya sale de su primer Le Mans con un podio de clase bajo el brazo. ¿El primer paso?

JUAN PABLO MONTOYA

Indianápolis: 2000, 2014-2017
Mónaco: 2001-2006
Le Mans: 2018

Hasta este domingo, Juan Pablo Montoya era el piloto que tenía más cerca la obtención de la Triple Corona. En cierto modo, lo sigue siendo, y lo peor es que lleva siendo así desde hace 15 años, cuando logró su victoria en Mónaco, pero su paso por la Fórmula 1, NASCAR e IndyCar, respectivamente, tomaron precedencia sobre un objetivo que nunca tuvo un lugar prioritario para el colombiano, quien también destacó en Mónaco con una pole en 2002 y un segundo puesto en 2006. En 2014 regresó a la IndyCar, y a una Indianápolis que dominó por completo en el 2000. Su segunda venida tenía más competencia, pero terminó imponiéndose en la Indy 500 por segunda vez en 2015 tras un intenso duelo con Will Power. Este año, Montoya se aventuró por primera vez en la cita gala con objetivos modestos en un LMP2 de United Autosport, con el que gracias a sanciones, logró terminar tercero en su clase y séptimo absoluto. La victoria, al menos por ahora, habrá de esperar.

FERNANDO ALONSO

Mónaco: 2001, 2003-2016, 2018
Indianápolis: 2017
Le Mans: 2018

Muy pocos pilotos, si acaso alguno, y muy pocos deportistas en España, si acaso alguno, despiertan más expectación, titulares y seguimiento mediático que Fernando Alonso y su búsqueda de la gloria automovilística ante las dificultades encontradas en una Fórmula 1 que le encumbró a la fama mundial. Conquistar Mónaco en los años 2006 con Renault y 2007 con McLaren fue el primer paso, y Alonso ha conseguido al fin añadir Le Mans a su palmarés este año, en uno de los LMP1 de Toyota, junto a Kazuki Nakajima y Sébastien Buemi. Ya solo queda Indianápolis, donde su debut el año pasado se saldó con un abandono a 22 vueltas del final cuando rodaba séptimo. Después de hacer sonar el himno japonés en La Sarthe, toca ultimar los detalles con McLaren para la última, y quizá más complicada, prueba a conquistar.

Sería injusto terminar esta lista sin hacer una mención a aquellos pilotos que han cumplido gran parte de los requisitos para optar a la Triple Corona, pero que no figuran en esta lista por no haber participado en las tres carreras. De este modo, Tazio Nuvolari, Maurice Trintingnant y Bruce McLaren, ganadores en Mónaco y Le Mans, nunca compitieron en Indianápolis, del mismo modo que A. J. Foyt, con Indianápolis y Le Mans a sus espaldas, jamás corrió en Mónaco. Asimismo, si se considera que el Mundial de Fórmula 1 debería formar parte de la Triple Corona en lugar del GP de Mónaco, esto incluiría como dobles ganadores a Mike Hawthorn, Phil Hill (Le Mans-F1) y Emerson Fittipaldi (Indy-F1)

Compártela en:

Pixel