Shenxing, la sorprendentemente rápida batería LFP de CATL

Allá por julio, os contamos que el fabricante líder de China en el sector de las baterías, CATL, estaba preparando un bombazo. Una elevada capacidad de recarga, incluso con climas muy fríos, que entraría en producción antes de 2024, y capaz de dar grandes autonomías para reducir la ansiedad correspondiente.

Este producto ya tiene nombre, Shenxing, y para sorpresa de muchos, se trata de baterías de química LFP, aunque evidentemente habrá algo más que pertenezca al secreto de la salsa de la casa. Las cifras preliminares son bastante impresionantes: 700 km de autonomía, de los cuales 400 km pueden recargarse en 10 minutos.

Hay que repetir, una vez más, que eso solo tendría sentido con un punto de recarga que tuviese la potencia suficiente. La capacidad no la conocemos, pero sí sorprende la capacidad de recarga que tiene empleando LFP. Es la primera del mundo de este tipo, capaz de cargar a 4 C.

Veamos esto de una forma más sencilla. Si estamos en un punto de recarga de -pongamos- 100 kW, nos da igual que las baterías puedan acumular 400 km de carga en 10 minutos, que tal cosa no va a suceder. Para que esas baterías recarguen a esa velocidad, hace falta una infraestructura que hoy día está poco extendida -y donde recargar resulta más caro-.

La potencia de recarga siempre depende del más lento de los eslabones de la cadena, llámese la potencia disponible para el punto de recarga, la que este puede suministrar, y la que efectivamente puede entrar en las baterías. Esto es para no provocar expectativas por encima de la realidad.

Dato más importante es el de la autonomía, 700 km, que eso ya sobrepasa la capacidad estándar de conducir sin aliviar la vejiga -véase «del tirón»-. Si bien en puntos de recarga suficientemente rápidos esto es algo bueno, en recarga lenta y acelerada van a ser una cuantas horas, es lo que pasa con baterías muy grandes.

Estructura de las baterías Shenxing: sarcófago, celdas y carcasa

Aún más interesante es su capacidad de recargar hasta el 80% en media hora -algo muy estándar hoy día- pero no a temperatura ambiente, sino hasta a 10 grados bajo cero. La cinética de la reacción química que implica la recarga se ve muy afectada por el frío, pero en estas baterías será menos.

No solo eso, CATL asegura que incluso a bajas temperaturas, las baterías Shenxing podrán proporcionar altas potencias de descarga y proporcionar a los motores fuerza para hacer aceleraciones rápidas. Hay que entender la analogía con una bomba de combustible, a mayor flujo, pues más potencia.

Si el frío afecta a la recarga, pues también a la descarga -el proceso inverso-

De forma general, sabemos que las baterías LFP trabajan a voltajes inferiores por celda, que es a su vez otra característica que las hace muy estables. De todas formas, sería interesante conocer otros datos, como el peso, porque tanta capacidad no será necesariamente poco, especialmente con LFP.

Según CATL, la producción de estas baterías empezará antes de 2024, y podrán instalarse en coches de producción en serie durante el primer trimestre. Por lo que han dejado caer en la presentación, será ofertada a varios fabricantes para que sus clientes puedan disfrutar de «los frutos de la innovación».

Los avances de los últimos años siguen desafiando los aparentes límites de las baterías electroquímicas, que siguen muy lejos en densidad energética (por volumen o masa) respecto a los depósitos de combustible. Y todo esto con electrolitos líquidos, Shenxing no es de estado sólido.

El consumidor puede verse abrumado con la cantidad de tecnologías que están en fase de laboratorio y que rellenan «powerpoints» de las empresas, una cascada interminable de promesas, pero si nos ceñimos a lo que va a salir al mercado próximamente, y en el mundo real, la tecnología realmente está avanzando, aunque haya un poco de charlatanería y, por qué no decirlo, algo de venta de humo.