Que no te engañen, el combustible ‘low cost’ NO es igual que el caro
A muchos conductores les surge la duda: ¿realmente el combustible de las gasolineras ‘low cost’ es de buena calidad? La respuesta en muchas ocasiones es que todos los carburantes son iguales, pero esto no es del todo cierto.

Hoy en día, podemos encontrar fácilmente diferencias de 15 o 20 céntimos por litro en las diferentes estaciones de servicio de nuestra zona, dependiendo de la marca que las comercialice.
Repsol, Moeve (antes Cepsa), BP o Shell son marcas de reconocido prestigio que ofrecen precios más elevados con la calidad como justificación a este incremento. En el otro lado de la balanza tenemos a las gasolineras ‘low-cost’, como por ejemplo Plenoil, Ballenoil, EasyGas o Avia, entre otras.
Estas últimas apuestan por un precio muy competitivo, sensiblemente inferior al ofertado por la competencia ‘premium’. Pero, ¿realmente la diferencia está en el producto o reside en los menores costes de explotación, marketing, personal, etc?
También es fundamental el tratamiento y almacenaje del combustible en los depósitos de las estaciones de servicio
El origen del combustible español
Seguro que en alguna ocasión has leído algún titular en el que se afirma que todos los combustibles que se comercializan en España son iguales, incluido el de bajo coste.
Esta afirmación tiene cierta base de realidad, pero no podemos decir que sea realmente cierta y te explicamos por qué.
El combustible que utilizamos en España tiene un origen mucho más internacional de lo que parece. Aunque veas a Repsol, Moeve o BP en las gasolineras, lo cierto es que España no produce prácticamente petróleo propio: apenas un 0,07 % del que consume.
Ahora bien, lo que se compra fuera no siempre es gasolina o diésel ya listos, sino sobre todo petróleo crudo. Este llega en enormes buques petroleros a los principales puertos españoles, donde se descarga y se envía a las refinerías nacionales (como las de Repsol o Moeve).
Allí es donde se transforma en los combustibles que terminan en tu coche. Una vez refinados, pasan a los depósitos de Exolum, la empresa que se encarga de distribuirlos por todo el país.
En paralelo, también hay una segunda vía: la importación de gasolina o gasóleo ya refinados. En ese caso, el producto llega directamente en barco a los almacenes de Exolum.
Antes de poder descargarse, se somete a controles muy estrictos de calidad. Solamente si cumple con las normativas europeas puede entrar en el sistema.
¿Qué diferencia real hay entre el combustible ‘premium’ y el ‘low cost’?
Dado que Exolum es el organismo encargado de distribuir el combustible ya refinado a toda España, podemos decir que la gasolina y el diésel que sirven como base son, efectivamente, los mismos para todas las marcas.
Ahora bien, y aquí es donde está la clave, ese no es necesariamente el combustible que se sirve al consumidor, ya que muchas comercializadoras les añaden aditivos para mejorar sus propiedades.
Por tanto, no es cierto que todos los combustibles sean iguales y, más allá de aspectos indirectos como los costes logísticos, publicitarios o de operatividad en las estaciones de servicio, el precio final también se ve influido por la calidad del producto.
Ahora bien, ¿quiere decir esto que los combustibles ‘low cost’ son de mala calidad o perjudiciales para tu vehículo? No, ni mucho menos. Algunas de estas empresas también incorporan o incluso desarrollan sus propios aditivos, mejorando el combustible base que llega desde Exolum.
Seguramente podemos afirmar que las empresas de reconocido prestigio, las denominadas ‘premium’, ofrecen todas un producto de calidad que justifica su mayor precio.

En el caso de las ‘low cost’ la historia cambia y depende más de cada empresa y su política y objetivos de calidad, por lo que toma mayor importancia identificar cuáles son de confianza.
Finalmente, es importante destacar que en todos los casos también es fundamental el tratamiento y almacenaje del combustible en los depósitos de las estaciones de servicio, como quedó demostrado meses atrás con una gasolinera de Ballenoil en Valencia.
Si el combustible es de calidad, pero la conservación es deficiente, las consecuencias pueden ser catastróficas para el motor de tu vehículo.
En cualquier caso, y volviendo al origen del artículo: ¿Es malo el combustible ‘low cost’? No, no lo es. ¿Es igual que el 'premium'? Tampoco.