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PruebaBMW i3, primer contacto (I): Diseño, habitabilidad y equipamiento

La apuesta por la movilidad sostenible de BMW ha desembocado en la nueva submarca BMW i, donde eficiencia, ecología, tecnología y placer de conducción se dan la mano. Hemos asistido a la presentación estática del BMW i3, el primer modelo de la apuesta eléctrica alemana. Su construcción emplea materiales reciclados, naturales y fabricados de forma sostenible.

BMW i3, primer contacto (I): Diseño, habitabilidad y equipamiento

16 min. lectura

Publicado: 14/09/2013 10:00

Hace seis años comenzó la andadura del proyecto i, la respuesta de BMW a las nuevas necesidades de movilidad sostenible, y el primer modelo en llegar a los concesionarios será el BMW i3. Hemos tenido la oportunidad de conocerlo en una presentación estática del modelo así que te podemos contar muchas cosas interesantes de esta apuesta del fabricante alemán por los vehículos eléctricos.

Para conocer las impresiones de conducción del modelo alemán, te ofrecemos también una toma de contacto del BMW i3.

FILOSOFÍA

BMW podría haber ido por el camino fácil y lanzar una versión eléctrica de alguno de sus modelos, realizando por ejemplo un Serie 1 o un MINI eléctrico. Pero la marca alemana ha decidido iniciar su andadura por la movilidad ecológica creando la submarca BMW i, con una filosofía sostenible, diferente y futurista.

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BMW i pretende enviar un nuevo mensaje, donde la eficiencia, las prestaciones, la ecología y la movilidad con cero emisiones son los valores con los que se quiere llegar a nuevos clientes. A pesar de esta nueva tarjeta de presentación, no se perderá la esencia de BMW y el placer de conducir seguirá muy presente.

El BMW i3 es el primer modelo de esta filosofía, un urbano, eléctrico premium. El siguiente en llegar será el BMW i8, un deportivo híbrido enchufable que será todo un escaparate de la tecnología verde de BMW. Después se irá completando la gama gradualmente, entre ambos modelos y por debajo. Aún no se conoce cuál será el próximo en llegar, aunque un posible BMW i5 podría ser la opción más lógica.

Además de ofrecer un coche con cero emisiones, no se puede hablar de sostenibilidad si el proceso de producción de ese vehículo es contaminante. Por eso, en la factoría de Leipzig en la que se fabrica este modelo se han instalado cuatro turbinas eólicas que generan el 100% de la energía necesaria para la producción del i3.

Por su parte, la fibra de carbono que se emplea en parte de su construcción viene desde Estados Unidos. Para elaborar fibra de carbono es necesario un gran consumo energético, por lo que la instalación de BMW que realiza este proceso se ha asentado en Moses Lake, para emplear energía renovable procedente de la cercana central hidroeléctrica de la presa Grand Coulee, la más grande del mundo. Además, el habitáculo está repleto de materiales reciclados, naturales y fabricados de forma sostenible, como la lana o la madera de eucalipto, aunque más adelante entraremos en detalles.

DISEÑO EXTERIOR

Además de ser el primer eléctrico de BMW, el i3 también es la primera incursión de la marca alemana en el segmento de los monovolúmenes urbanos. Ha nacido para enfrentarse a la ciudad como demuestra su longitud de 3.999 mm, siendo 325 mm más compacto que un Serie 1. Por su parte, la altura es de 1.578 mm, 138 mm más que el Serie 1.

El BMW i3 es el primer vehículo de producción en grandes series en el que se emplea fibra de carbono de forma masiva. El modelo alemán emplea un sistema de construcción modular, una arquitectura llamada LifeDrive. El módulo Life consistente en la jaula del habitáculo de polímero reforzado con fibra de carbono (CFRP), resultando muy resistente y ligero. Por su parte, el módulo Drive de aluminio aloja el motor eléctrico (y el de combustión en la versión de autonomía extendida), el acumulador de energía y los componentes del chasis. Por cierto, el aluminio del bastidor procede de 479 latas de refresco recicladas.

El diseño del i3 rompe los esquemas a los que nos tiene acostumbrados BMW. Es diferente, futurista y original. No se puede decir que sea el automóvil más bello del mercado, pero es impactante y atraerá muchas miradas curiosas. Su imagen presenta fuerza visual y anima a perder la mirada buscando los múltiples detalles de su carrocería.

Mantiene algunos elementos propios del fabricante alemán, como la parrilla frontal con el doble riñón. En el caso del i3, esta parrilla no sirve como ventilación sino que es meramente ornamental, con el contorno de color azul o gris dependiendo de la tonalidad de la carrocería. Esa parrilla es una de las señas de identidad del modelo, al igual que el logo azulado y el capó, el techo y el portón trasero pintados de color negro de contraste (BMW llama a esta característica Black Band). Hay seis colores disponibles para la carrocería, todos con tonos muy discretos salvo uno naranja.

A simple vista, el i3 parece más grande de lo que en realidad es. Esto se debe a su diseño y también a las llantas de aleación, con cuatro diseños a elegir, de 19 y 20 pulgadas. Sí, son enormes, pero la anchura de los neumáticos no guarda relación ya que las ruedas delanteras tienen una medida de 155/70 R19 (155/60 R20) y las traseras son 175/60 R19 (175/55 R20).

Bridgestone realiza neumáticos a medida en exclusiva para este modelo. No hay datos oficiales sobre el precio de estos neumáticos especiales, pero según hemos podido saber deben rondar los 120 euros cada uno. Además de resultar costosos, un inconveniente que veo es que en caso de pinchazo no bastará con ir al taller más cercano y cambiar la rueda dañada, sino que muy probablemente no lo tendrán en el momento y habría que pedir el neumático de repuesto, con el tiempo que eso conlleva, obligándonos a dejar el coche parado mientras tanto.

Los neumáticos están en las esquinas, dejando voladizos muy cortos para ofrecer un espacio interior más aprovechable. A continuación del paso de rueda delantero, los bajos del i3 hacen una filigrana que ayuda a reducir la resistencia al viento y así conseguir desplazarse con un consumo de energía menor, incrementando la autonomía.

La línea de cintura baja después de la puerta lateral delantera, para luego volver a subir, un detalle que BMW llama Stream Flow. De esta manera, los plazas traseras ganan mucha visibilidad, incluso si están ocupadas por niños. Las puertas traseras son de apertura inversa, de tipo “suicida” como se suele decir. Esta característica y la ausencia de pilar central permiten ofrecer un acceso diáfano.

Las ventanillas laterales tienen una continuidad visual hacia la luneta trasera a través del pilar posterior, en una silueta que recuerda en cierto modo a un enchufe (si le echamos bastante imaginación). El portón trasero es liso, sin elementos que recarguen su diseño. Incluso los pilotos traseros han sido integrados tras el vidrio negro, como para no querer llamar la atención.

DISEÑO INTERIOR Y HABITABILIDAD

El interior del BMW i3 ofrece un diseño claro y limpio y la idea de fabricación sostenible es claramente visible en el interior del i3. En el revestimiento de las puertas, el salpicadero o los asientos encontramos materiales naturales como el cuero curtido de forma natural y teñido con hojas de olivo caídas en el suelo, la lana virgen que actúa como regulador activo de la temperatura, la madera de eucalipto de poro visto no tratada proveniente de cultivos sostenibles, la tela realizada con botellas PET recicladas y el compactado de cáñamo prensado y resinado. Incluso la llave del i3 está fabricada con semillas de aceite de ricino.

La idea es buena y tiene su lógica, pero también es verdad que muchos de aquellos que buscan un modelo premium esperan encontrar un interior repleto de materiales nobles, con exclusivas maderas y cuero por doquier. Habrá que ver qué aceptación tiene entre los posibles clientes encontrarse con lana en lugar de materiales más distinguidos.

Pero insisto que el razonamiento seguido por BMW me parece sensato. Además, aunque el interior no es un alarde de diseño, está bien resuelto, los acabados y ajustes son correctos, los mandos presentan un tacto agradable y la calidad de realización está a la altura de lo que se espera en BMW.

Los tradicionales relojes han desaparecido, sustituidos por dos pantallas. Una de ellas sirve de cuadro de instrumentación (permite algunos ajustes de personalización) y otra se sitúa en la consola central mostrando los datos del sistema de infoentretenimiento, siendo de 6,5 u 8,8 pulgadas según el acabado. La información de esta segunda pantalla se maneja con la última generación del mando iDrive. El volante multifunción tiene dos brazos y en la columna de dirección está situado el selector del cambio de marchas automático.

El habitáculo del i3 está pensado para cuatro pasajeros, no siendo posible homologarlo para cinco personas ni como opción. Tanto delante como detrás los asientos son cómodos y el conductor tiene una postura de conducción erguida y elevada, como es habitual en muchos monovolúmenes.

La habitabilidad es muy buena en relación a su tamaño exterior, y los ocupantes gozan de una buena anchura y espacio para las piernas tanto delante como detrás. En cuanto a la altura, en los asientos traseros los pasajeros de más 1,80 m de estatura irán rozando con la cabeza en el techo. No hay túnel central ni delante ni detrás, lo que incrementa la sensación de espacio.

El suelo queda alto, porque debajo de éste se sitúan los módulos de la batería, lo que puede ser un inconveniente a la hora de acceder al coche para niños o personas con problemas de movilidad puesto que hay que levantar bastante la pierna. En el umbral de las puertas queda a la vista la fibra de carbono que forma el modulo habitable.

Las plazas posteriores tienen tres detalles que pueden no gustar a todos. El primero es que las ventanillas laterales traseras son fijas, no se pueden bajar. El segundo tiene que ver con la forma de salir de las plazas posteriores, ya que para abrir la puerta “suicida” hay que hacer un escorzo con el cuerpo para tirar de la manilla (es cómodo para abrir desde fuera, pero no resulta muy ergonómico desde dentro) y para empujar la puerta hasta el final. El tercero es que, parar abrir las puertas laterales traseras, los ocupantes de las plazas delanteras deben quitarse el cinturón de seguridad porque van unidos a la puerta.

El maletero tiene un volumen de 260 litros y un umbral de carga alto debido a que el motor eléctrico va colocado sobre el eje posterior. No podremos llevar la casa a cuestas pero al menos será posible plegar los asientos traseros para conseguir hasta 1.110 litros de capacidad. Bajo el capó delantero también hay un compartimento de almacenaje donde guardar, por ejemplo, el cable de carga.

ACABADOS Y LÍNEAS DE EQUIPAMIENTO

El eléctrico de BMW está disponible con un acabado denominado Atelier, que se ofrece de serie. Todos los i3 cuentan con elementos como la pantalla que hace las veces de tablero de instrumentos, pantalla central Control Display de 6,5 pulgadas, mando iDrive, equipo de audio Professional, sistema de telefonía con manos libres, climatizador, puerto USB, Bluetooth, sistema de control de aparcamiento trasero Park Distance Control y servicios básicos de BMW ConnectedDrive.

Hay tres líneas de equipamiento, Loft, Lodge (el que ves en las fotografías que acompañan este artículo) o Suite, que incrementan la dotación a bordo. Estas líneas disponen de paquetes con sistema de navegación, pantalla central Control Display de 8,8 pulgadas, faros de led adaptativos, techo solar eléctrico, calefacción para los asientos, sistema de acceso de confort y servicios adicionales de BMW ConnectedDrive.

También están disponibles las últimas tecnologías de asistencia a la conducción como el Driving Assistant Plus, el asistente en atascos, el control de velocidad activo, la cámara de marcha atrás, el sistema de prevención de colisiones City con función de frenado para peatones y el sistema de información sobre límites de velocidad Speed Limit Info.

Toma de contacto del BMW i3, índice de capítulos:

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