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La ¿fútil? resistencia de Ferrari a abandonar los motores de gasolina

Aunque ya hay coches eléctricos de más de 1.500 CV y prestaciones espectaculares, Ferrari sigue creyendo que los coches eléctricos y los superdeportivos no terminan de maridar. No tiene ninguna prisa por electrificar su gama y retirar los tubos de escape.

La ¿fútil? resistencia de Ferrari a abandonar los motores de gasolina
Escapes del Ferrari Roma

6 min. lectura

Publicado: 16/05/2023 22:45

Hace prácticamente un año que Ferrari reveló su estrategia a medio plazo, en la que abrazará la electrificación, pero a su particular manera. Hasta 2026 habrá 15 novedades en su gama, y esta se diversificará en combustión interna tradicional, híbridos y eléctricos. El primero sin motor gasolina lo esperamos para 2025.

De momento, Ferrari se mantiene en sus trece, y no quiere imponer a su clientela una tecnología en concreto, sino dar libertad de elección. Así se expresó Benedetto Vigna en una entrevista concedida a la BBC: «No quiero ser arrogante e imponer una elección a nuestro cliente», puntualizó.

El argumento de la libertad lo han esgrimido varios fabricantes con anterioridad, con la peculiaridad de que los clientes de Ferrari tienen más facilidad de elección al tener un elevado poder adquisitivo. Vigna añadió: «es el cliente el que debe elegir si quiere un térmico, un híbrido o un eléctrico». Contra ese argumento están las palabras de Henry Ford: «si hubiese preguntado a mis clientes qué querían, me habrían dicho que caballos más rápidos».

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Alguna vez hemos oído aquello de que Ferrari vende motores, y el resto del coche lo regala. En cierto sentido, Ferrari es quien es, entre otras cosas, porque ha fabricado motores mágicos. No son los más fiables, ni los más austeros, tampoco los más potentes, pero tienen algo que facilita enamorarse.

Al dar el salto a la electromovilidad, esa herencia se vuelve irrelevante, ya que los motores eléctricos tienen otros atributos. Si bien Ferrari trabaja en ofrecer a sus clientes «una experiencia de conducción única» con su primer eléctrico, también es cierto que las diferencias entre fabricantes se acortan mucho cuando se emplean motores alimentados con energía eléctrica.

Y Ferrari pretende mantener esa herencia más tiempo de lo que algunos creen que es razonable. Vigna comentó que los motores de combustión interna «son una parte esencial del patrimonio de la compañía». Además, la regulación europea sobre combustibles sintéticos -o e-fuels- da esperanzas de mantener los térmicos más allá de 2035.

En este vídeo conmemorativo de los 125 años del nacimiento de Enzo Ferrari, vemos un resumen de ese legado al que alude el CEO de la empresa

De momento, Ferrari tiene la intención de cumplir con las normativas aplicables en todos los países donde opera (qué menos), y que su catálogo de tecnologías de propulsión diversificado permitirá adaptarse a los requisitos de cada mercado. Algunos quieren fuerte electrificación, mientras que en otros ni está, ni se la espera.

En el plan estratégido desvelado el año pasado, Ferrari contaba con que en 2030 sus ventas se compondrán en un 60% de eléctricos y de híbridos. Eso está bastante por encima de la previsión de otros fabricantes de volumen, que ya habrán liquidado los motores de combustión o les faltará poco para hacerlo.

Su primer eléctrico se prevé un modelo minoritario al menos en su primer año completo a la venta, 2026, en torno al 5% de sus ventas, como los selectísimos Icona y Supercar. Constrasta fuertemente con la previsión de que el crossover Purosangue se llevará cuatro veces más ventas durante su ciclo de vida. Actualmente, ese modelo se vende por encima de la capacidad de producción y es 100% térmico.

Ferrari Purosangue

Con esas previsiones en mente, Ferrari planea mantenerse fiel a la combustión interna más allá de 2035. Hay que tener en cuenta que, incluso si Europa cerrase las puertas a sus coches, seguiría teniendo no pocos países a los que exportar sus creaciones, que hay más millonarios de los que Ferrari puede atender.

En cuanto a la posibilidad de que los combustibles sintéticos alarguen la vida comercial de los motores en V de Ferrari, lo de menos será lo que cueste el litro. Dará igual que cueste 2, 3 o 4 euros por litro, ni son coches de usar a diario, ni de hacer grandes kilometradas, ni la clientela está muy preocupada por eso. Cosas de ricos.

Lo que sí puede ser engorroso para el propietario de un Ferrari es que no pueda desplazarse hasta el hotel boutique o restaurante de varias estrellas Michelin por encontrarse dentro de una zona de bajas emisiones. En el caso de los más acaudalados, seguirá siendo posible moverse con un Ferrari de gasolina si ya le han echado el guante al eléctrico para solventar esa dulce inconveniencia.

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