Nissan a la desesperada acude a Foxconn para salvar su histórica fábrica de coches eléctricos
Nissan mantiene conversaciones con la taiwanesa Foxconn con el objetivo de formar una alianza que le permita salvar su histórica fábrica de coches eléctricos. El fabricante japonés de automóviles afronta tiempos convulsos tras presentar un dramático plan de recorte en el que se incluye despidos de miles de trabajadores y el cierre de numerosos centros de producción de vehículos.

Son tiempos convulsos para Nissan. Este importante fabricante japonés de automóviles afronta un futuro incierto. La puesta en marcha de un dramático y ambicioso plan de recorte no tiene otro objetivo que garantizar la supervivencia de la compañía. La cúpula de Nissan lo tiene claro. Es necesario llevar a cabo miles de despidos e incluso el cierre de numerosos centros de producción de vehículos para alcanzar la viabilidad económica a corto plazo. De lo contrario se corre el serio peligro de que la marca desaparezca.
Pero no solo se realizarán ajustes en la plantilla y en la red global de producción, también se ha decidido establecer toda una serie de alianzas estratégicas. Y precisamente esto último es lo que desea llevar a cabo la firma nipona para salvar una de sus fábricas de coches eléctricos más históricas. Una planta localizada en japonés.

Nissan acude a la taiwanesa Foxconn para salvar su fábrica japonesa de Oppama
Según la información a la que ha tenido acceso Nikkei Asia, la compañía ha llamado a la puerta de uno de los colosos taiwaneses. Nissan a la desesperada acude a Foxconn para evitar el cierre de su fábrica de Oppama. Una planta histórica para la compañía puesto que de estas instalaciones salió la primera generación del Nissan LEAF. Uno de los coches eléctricos más vendidos a nivel global.
En la actualidad en Oppama se produce el Nissan Note así como sus diferentes variantes, entre las que destacan la versión electrificada e-Power y la opción más lujosa bajo la denominación Aura. Sin embargo, esta factoría cuyo futuro pende de un hilo, se sitúa como clave para el futuro de la producción de coches eléctricos de la marca. Y para ello la taiwanesa Foxconn desempeñará un papel protagonista.
Nissan se encuentra en conversaciones con Foxconn para establecer una empresa conjunta, una «joint venture», para fabricar vehículos eléctricos en Oppama y, de esta manera, evitar el cierre de la planta. Una planta cuya plantilla, a finales del pasado año, rozaba los 4.000 trabajadores. Colaborar con Foxconn supondrá garantizar la carga de trabajo, proteger los empleos y dar continuidad a estas instalaciones. Además, de materializarse esta alianza, se abre la puerta a posibles colaboraciones de Nissan y Foxconn en el mercado de coches eléctricos.

El cierre de la fábrica de Oppama supondrá un duro revés para Nissan
La planta de Oppama inició sus operaciones hace más de medio siglo. Más concretamente en 1961. Tiene una capacidad anual de producción de 240.000 vehículos, pero desde hace tiempo la planta trabaja por debajo de la mitad de su capacidad. Según informó MarkLines, en 2024 apenas se llegó al 40% de esa capacidad máxima. También cabe recordar que las instalaciones de Oppama no se resumen en un mero centro de producción de vehículos, dispone de circuitos de pruebas, pistas de choque, un centro de investigación e incluso acceso a un muelle para el transporte marítimo de vehículos. De cerrarse esta planta, Nissan se vería en la obligación de habilitar parte de sus instalaciones en otro lugar con el coste que conllevaría.
Hace aproximadamente media década que Foxconn anunció su asalto al mercado de vehículos eléctricos. La compañía taiwanesa está interesada en establecerse en Japón para usar este país como punta de lanza para su expansión internacional.