Nissan, al borde del colapso, busca salvarse vendiendo su tecnología más preciada a rivales que no gustará a Renault
Nissan sigue perdiendo dinero. Las maltrechas cuentas del fabricante japonés siguen dando que hablar, a pesar de que la marca se ha estando desprendiendo de activos importantes para dar la vuelta a su situación. Un imposible que los japoneses están estudiando, valorando colaborar con un importante rival que a Renault no le gustará.

Empieza a cobrar fuerza esa tesis de que a Renault le importa bien poco el futuro de Nissan. La marca japonesa decidió abrir conversaciones con un importante rival como Honda, a espaldas de la marca del Rombo, que se enteró de las intenciones a través de la empresa. Como nosotros, y gran parte de la industria, la firma consiguió un imposible, que nadie se enterase de lo que realmente estaban planeando.
El monumental enfado de la marca francesa estaba claro que tendría sus consecuencias, y estas no serían solo las típicas de una rabieta, sino que se alargarían en el tiempo. Hoy, la situación de Nissan no solo no se ha recuperado, sino que se agrava cada vez más acumulando ya unas pérdidas que superan, sólo de 2024, ascienden a más de 4.000 millones de euros. La situación es tan delicada que la marca ha decidido desprenderse de importantes activos y ni por esas se revierte.

Primero fue Honda, ahora Stellantis y Ford están en la mira de Nissan
Y, difícilmente, se espera que se de la vuelta con la llegada del nuevo utilitario. El Micra se ha convertido en un modelo eléctrico, y no tiene ninguna alternativa en el fabricante que tenga motor de combustión, por lo que se hace más complicado volver a la senda de los beneficios. Las bajas ventas en China también son un importante retroceso, y en Estados Unidos, las opciones se reducen porque el renovado Ariya dejará de venderse en 2026.
Nissan está convencida de que hacer dinero con los coches eléctricos al otro lado del Atlántico solamente es posible con un modelo más pequeño y barato, por lo que el nuevo LEAF se encargará de esa misión. Un rescate que se está gestando desde dentro, y que se está volviendo un imposible, por lo que el fabricante ya valora otra opción que puede tensar más todavía la relación con Renault.
Y es que los japoneses están valorando ofrecerse a otras marcas competidoras, apuntándose hacia Stellantis y Ford. La empresa americana no pasa por su mejor momento, se ha dado cuenta de que la decisión de cesar la producción del Focus la ha conducido al desastre, por lo que sería una buena opción para ésta el disponer de la tecnología e-Power de los nipones. Un sistema híbrido que, a pesar de que su funcionamiento está más cercano de los eléctricos, es una de las soluciones más eficientes.
Nissan opta por la fórmula VW, vender su tecnología a la competencia
El mismo ofrecimiento que harían también al consorcio franco-italiano. Stellantis ha invertido mucho en coches eléctricos durante la era Tavares, y ahora se está gastando más todavía en apostar por nuevos motores de combustión e híbridos. Vender el uso de la tecnología japonesa sería una importante fuente de ingresos, por lo que una parte ganaría ahorrando al no incurrir en el elevado coste del desarrollo, y Nissan se aseguraría, como mínimo, una importante inyección de capital.
Sin embargo, esto es solo una declaración de intenciones que, por supuesto, tiene un importante fleco que, quizás no interese tanto a Stellantis o a Ford, porque el acuerdo se limitaría exclusivamente a Estados Unidos. Nissan protegería su ya mala relación con Renault, evitando que se agrave más, ya que la alianza con Renault no le resulta útil a Nissan en suelo americano, aunque esto podría privar a Nissan de implementar su propia tecnología híbrida en el Rogue, el X-Trail que se fabrica en Tennessee.
