Los concesionarios de Opel en Alemania, en contra de la nueva política comercial de eléctricos
Los responsables del rayo están preocupados por el cumplimiento de las nuevas normas de emisiones, cada vez más severas, estableciendo una política comercial a los concesionarios que, en Alemania, ya está dando quebraderos de cabeza. Vender más eléctricos e híbridos para que Opel cumpla con los límites de la Unión Europea no satisface a los vendedores, que perderán ventas.
Que Opel se haya empezado a poner a la altura de la competencia en materia de movilidad sostenible es responsabilidad de PSA. El gigante francés diseñó un plan especial para dar a la marca del rayo un posicionamiento nuevo introduciendo tecnologías más eficientes en modelos clave del segmento, las bases de la estrategia PACE!.
Los nuevos Corsa-e y la versión más eficiente del nuevo Grandland X comienzan su andadura comercial y también surgen los primeros problemas. Y es que el primer día del año 2020 entra en vigor una nueva normativa de emisiones mucho más estricta que afecta a las de la flota, que no deben superar los 95 gramos por kilómetro, lo que implica vender más unidades de este utilitario y del SUV.
Dado que esta medida europea afecta al fabricante directamente, los máximos responsables pretenden evitar las millonarias multas adoptando una nueva política comercial con los concesionarios. Y en el caso de los de Alemania, ya han surgido los primeros problemas: cada distribuidor estará obligado a cumplir el ocho por ciento de su objetivo mensual con vehículos eléctricos.
A razón del tres por ciento para el Corsa-e y el cinco por ciento en el Grandland PHEV. ¿Qué ocurre si un concesionario no puede cumplir los objetivos? Pierde el bono certificado de calidad emitido por la firma. Decisión que no ha gustado nada en los distribuidores asociados y que pretenden solucionar con la matriz, especialmente porque los precios de ambos modelos no acompañan.
Por ahora, la situación está complicada, dado que los concesionarios ya saben que tendrán que reducir las ventas de los modelos más grandes, como el Insignia, para cumplir tanto con los objetivos de CO2 como la "imposición" de las cuotas de eléctricos e híbridos. Y ponen un ejemplo: el nuevo Corsa-e se ofrecerá en régimen del alquiler, con una cuota mensual de 299 € y un pago de entrada de 4.194 Euros -en Alemania- un precio cerrado y sin negociación con los clientes, no siendo nada accesible.
Fuente: Autohaus.de