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Reino Unido gravará más a los diésel en abril de 2018

Los británicos darán más pasos hacia delante con tal de ir erradicando los diésel de sus carreteras. En el punto de mira no están los modelos más viejos, sino sus reemplazos generacionales: prácticamente ninguno nuevo se librará de subidas en el VED

6 min. lectura

Publicado: 23/11/2017 20:30

Los nuevos "impuestos verdes" que adoptará el Reino Unido son especialmente interesantes por su planteamiento. Si miramos más allá del simple ánimo recaudatorio, el objetivo del ajuste de los impuestos busca disuadir a más británicos de comprarse un diésel en uno de sus momentos más bajos de popularidad.

Fue a partir de 2011 cuando en ese país se invirtió la relación gasolina-diésel y ya se matricularon más vehículos que usaban gasóleo. ¿Por qué? Si nos vamos a 2001 encontraremos la respuesta, se reformó el impuesto de circulación (vehicle excise duty o VED) para gravar más a los mayores emisores de CO2, los gasolina.

La cotización de muchos gasolina cayó en picado en consecuencia

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Ahora Reino Unido tiene un problema diferente. Ya no es tanto un problema de CO2, que también, sino de óxidos de nitrógeno (NOx) y partículas. Los principales culpables en materia de transporte son los diésel, en buena parte porque los fabricantes han engañado a autoridades y clientes. Las emisiones reales estaban fuera de control y el efecto es como tener un parque automovilístico mucho más masivo de lo esperado.

Ahora Reino Unido pretende aliviar el problema de los diésel incentivando la venta de coches eléctricos, poniendo coto a la combustión interna en 2040 (no más matriculaciones), anunciando cierres a la circulación como el caso de Oxford... ¿Y qué pasa con quien siga queriendo diésel? Pagará más.

El VED se sigue calculando en base a las emisiones de CO2, que es un gas de efecto invernadero ligado al calentamiento global, pero no daña directamente la salud de las personas. Las homologaciones falseadas han hecho que los vehículos no paguen los impuestos que deberían pagar.

Los diésel siempre homologan menos CO2 que los gasolina, salvo contadas excepciones

A partir de abril de 2018, todos los diésel que no hayan sido homologados bajo el protocolo de emisiones en condiciones reales (real driving emissions o RDE) en su segunda fase pagarán más que los que son objetivamente más limpios. Es una forma de corregir el error del sistema, alimentado por el mal hacer de la industria automovilística.

En la práctica, quien se compre un diésel que no sea el último grito, aunque cumpla Euro 6, pagará un tramo de impuesto superior al que le corresponde. Por ejemplo, un coche que ahora pagaría 120 libras pasaría al escalón siguiente, 140 libras. Los incrementos irán desde 10 hasta 500 libras durante el primer año.

A corto plazo la medida efectivamente busca recaudar más dinero y desincentivar la venta de diésel, aunque estén nuevos, pero más adelante los ingresos irán cayendo según se matriculen menos diésel. Tengamos en cuenta que los eléctricos e híbridos enchufables están exentos del VED o pagan el mínimo.

Se verán afectados más de dos millones de consumidores por este incremento

Por otro lado, para los vehículos de empresa, el impuesto correspondiente pasará del 3 al 4%. Esto afecta anualmente a unos 350.000 vehículos, 800.000 en total, según el Telegraph. Como contrapartida los impuestos al combustible seguirán congelados, como sucede desde 2011.

La industria, representada por la Society of Motor Manufacturers (SMMT), obviamente no ve la medida con buenos ojos, más que nada porque la tecnología diésel que se homologue en RDE fase 2 no está lista, más bien para 2020, por lo que prácticamente todos los diésel del país van a pagar más impuestos.

Resulta comprensible su queja, no se puede tener en producción el último grito en diésel en solo cuatro meses. Eso sí, queda claro por parte de las autoridades de que los diésel son cada vez menos bienvenidos en Reino Unido. Si las ventajas impositivas se esfuman, lo lógico sería que siguiesen cayendo sus ventas.

Y ya está ocurriendo, los diésel han caído un 15% de cuota en Reino Unido mientras los gasolina han subido un 3%. La medida tendrá un importante peso en Europa, ya que es el segundo mercado en importancia, solo por detrás de Alemania. Lo recaudado se destinará a financiar planes de aire limpio.

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