Conviví con el Opel Frontera Electric 44 kWh y esto es lo que nadie te cuenta sobre él

El Opel Frontera Electric 44 kWh es un SUV práctico de enfoque familiar y autonomía razonable. Sin embargo, algunos recortes de software y usabilidad empañan la experiencia de uso. Lo hemos probado a fondo para ti.

Conviví con el Opel Frontera Electric 44 kWh y esto es lo que nadie te cuenta sobre él
El Frontera Electric está disponible con dos tamaños de batería: probamos la variante más económica con 4

14 min. lectura

Publicado: 02/11/2025 12:00

He pasado unos días con el Opel Frontera eléctrico en su versión con batería de 44 kWh y acabado GS, circulando por ciudad, vías rápidas y carreteras secundarias. El coche llega con una fórmula que hoy en día suena familiar: carrocería de aspecto SUV, habitáculo práctico y una intención clara de ser una opción razonable dentro de la oferta eléctrica. Como en casi todos los coches razonables, hay cosas que funcionan bien… y otras que chirrían cuando tú, que pagas, te preguntas por qué han recortado aquí o allá.

El Frontera 100% eléctrico es un producto competente, pensado para la mayoría de la gente que necesita un coche eléctrico cómodo, espacioso y sin estridencias. Pero también tengo que decirlo claro, hay decisiones de experiencia de uso que me han parecido torpes. Cuando pagas por un Opel esperas que algunos detalles estén resueltos. Lo explico con calma a continuación.

Además de la versión híbrida, la marca alemana ha construido una oferta 100% eléctrica con dos baterías para el nuevo Frontera. Estos días me ha acompañado la variante de acceso con batería de 44 kWh que sobre el papel promete una autonomía que supera los 300 km.

El acabado GS se identifica rápidamente por las llantas de 17 pulgadas diamantadas, el techo negro en contraste y los detalles plateados de los paragolpes

Desde fuera el Frontera cumple. Busca ser muy comedido con un aspecto que mezcla robustez y sencillez. El frontal con el nuevo Vizor, esa franja limpia en negro brillante que identifica la última hornada de modelos de Opel, le da identidad sin estridencias. Los pasos de rueda y los volúmenes laterales subrayan el carácter SUV y sus formas cuadradas ayudan a maximizar el espacio interior.

A nivel de dimensiones, estamos ante SUV compacto con 4.385 mm de largo y 1.795 mm de ancho, lo que significa que puedes moverte con comodidad por la ciudad y aparcar con facilidad. Hay dos niveles de equipamiento, Edition y GS. El acabado GS añade detalles de estilo como el techo en negro y llantas algo más llamativas de 17 pulgadas.

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El interior del Frontera se siente espacioso y abundan los materiales duros

Espacio de verdad y maletero para la familia

El interior del Frontera Electric juega la carta del minimalismo: paneles limpios, muy pocos botones y materiales correctos de plástico duro. El protagonismo del salpicadero se lo llevan las dos pantallas de 10 pulgadas que configuran el puesto de conducción, una solución reservada para el acabado GS.

La instrumentación digital que propone Opel es muy básica, tanto en información mostrada como en configuraciones disponibles. En cuanto al sistema de infoentretenimiento, no es demasiado sofisticado y tiene una calidad de imagen normalita pero a cambio es muy sencillo de manejar, trae Apple CarPlay y Android Auto inalámbricos y cuenta con un sistema de navegación integrado.

Tengo que mencionar que hay algunas características del navegador que me han decepcionado. Si pones una ruta no indica el porcentaje estimado de batería al llegar a destino, algo que sería muy útil. Tampoco permite filtrar puntos de carga por criterios (marca, potencia, tipo). El sistema simplemente muestra todos y ahí te buscas la vida. En un eléctrico, un navegador que no te ayuda a planificar la carga resta puntos a una experiencia que por lo demás es correcta.

El cuadro de instrumentos proporciona información clara pero muy básica

Hay un módulo independiente para manejar la climatización, todo un acierto que evita trastear por menús en la pantalla. También me gustaron mucho los asientos Intelli-Seats que buscan la ergonomía con un pequeño hueco central en el cojín. Son muy cómodos, gozan de un excelente mullido y sujetan bien el cuerpo. Además, son bonitos. Es otro elemento de equipamiento reservado para el GS.

En las plazas traseras, el Frontera cumple muy bien. La segunda fila tiene un espacio generoso para piernas y cabeza, los respaldos cuentan con bolsillos para móvil o revistas y hay detalles como las tomas USB pensados para el día a día. Para familias es una elección razonable porque brinda espacio, accesibilidad y confort. La versión híbrida puede tener siete plazas pero el eléctrico siempre lleva cinco.

El maletero anuncia 460 litros de capacidad con los asientos en su lugar y hasta 1.600 litros abatiendo la banqueta en una proporción 60:40. Es una cifra solvente para un SUV compacto, dejando espacio para compras, maletas o un carrito de bebé. Además, hay un doble fondo, perchas y anillas de sujeción; cosas sencillas que en el uso real se agradecen.

El maletero tiene un gran capacidad y una amplia boca de acceso

Decisiones de software que restan

Bajo el capó hay un motor eléctrico que declara 83 kW (113 CV), con una velocidad punta de 143 km/h. En cifras puras no suena apabullante pero en la realidad tiene empuje suficiente para uso urbano y una conducción normal. La respuesta es lineal, con ausencia de vibraciones y una sensación de progresividad que hace muy cómodo el día a día.

La gama del Opel Frontera Electric expone dos baterías a elegir. Para viajes largos frecuentes, la versión de 54 kWh es la opción lógica. Yo he probado la versión con batería de 44 kWh que homologa hasta 305 km en ciclo WLTP. En los días que lo tuve de prueba, con mezcla de ciudad y autovía a ritmos tranquilos, lo habitual fue lograr entre 240 y 280 km reales.

Los asientos Intelli-Seats son una maravilla por diseño y confort

El consumo combinado homologado es de 18,5 kWh/100 km, que no es especialmente brillante, e intuyo que en la realidad los valores fueron ligeramente superiores. Digo que lo intuyo porque el coche no te dice el dato y es que Opel falla en algunas características de usabilidad.

No, el ordenador de a bordo no muestra el consumo medio. Puedes ver la autonomía o los kilómetros recorridos pero la cifra de consumo eléctrico simplemente no está. Para un coche eléctrico prescindir de ese dato me parece una omisión importante. Es una información básica que te ayuda a entender si vas malgastando kWh o si vas fino, sirve para planificar y a ser eficiente. Su ausencia es, sinceramente, desconcertante.

El chasis y la suspensión están pensados para confort. Los movimientos de la carrocería son amplios pero sin exageraciones, tiene una buena absorción de baches y la dirección no desentona. En carreteras reviradas el Frontera no es divertido ni pretende serlo; mantiene aplomo y seguridad, sin sorpresas. Es algo ruidoso a ritmo de autovía, posiblemente Opel también haya racaneado un poco en materiales aislantes.

En lugar del modo B que tienen la mayoría de eléctricos para aumentar la retención, Opel ha optado por hacer lo contrario: un modo C que retiene menos

La marca del rayo ha prescindido de levas y de la posibilidad de ajustar la regeneración. Bueno, el coche tiene dos niveles de retención, el normal y un modo C que retiene menos, aunque tampoco hay una gran diferencia entre ellos. Muchos competidores ofrecen configuraciones que permiten graduar la intensidad de recuperación, lo que mejora la eficiencia y la suavidad en las frenadas.

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En recarga rápida, Opel declara un pico máximo de 100 kW en CC así que es posible pasar del 20% al 80% de carga en menos de media hora. En CA alcanza los 7,4 kW, de sobra para carga doméstica, aunque se propone un cargador de 11 kW en opción para los que quieran más.

Relacionado con la carga hay otro detalle que no me convence. Mientras el coche se recarga no te indica la potencia a la que está cargando. Sí, ves que está cargando y el porcentaje sube, pero no pone a cuántos kW ni en el cuadro ni en la pantalla multimedia. En estaciones públicas, saber si estás recargando a 100 kW o a la mitad marca la diferencia entre hacer una pausa exprés o aprovechar a comer.

El sistema multimedia es muy fácil de manejar gracias a su sencillez

Precio, posicionamiento y una pequeña reflexión

El Opel Frontera en su versión eléctrica de 44 kWh está a la venta desde 29.100 € para el acabado Edition y desde 32.300 € con el recomendable acabado GS. El Frontera tiene la ventaja del espacio y el planteamiento práctico frente a la mayoría de SUV eléctricos de este segmento. Sin embargo, la alternativa directa es el Citroën ë-C3 Aircross, con el que comparte casi todo.

Lo que realmente nos gusta
  • Espacio interior y maletero
  • Buen confort de marcha
  • Fácil de conducir
  • Módulo independiente para la climatización
Lo que creemos que podría ser mejor
  • Instrumentación y multimedia extremadamente básicos
  • Calidad interior da sensación de «barato»
  • Consumo eléctrico por encima de la media

Permíteme una reflexión. Bajo el paraguas de Stellantis, las sinergias entre marcas están bien. Fabricar más con menos costes tiene sentido industrial, por supuesto. Pero si ambos coches comparten plataforma, motorizaciones y sensaciones, ¿qué justifica desembolsar más dinero por el Opel?

Tiene sentido que el ë-C3 Aircross priorice economía y simplificación porque ahorrar costos permite ofrecer un precio bajo. Si Opel pretende posicionarse un peldaño por encima, debería notarse en cosas que van más allá de un diseño distinto. Me parecen cuestionables algunas decisiones de ahorro de costes, me pregunto cuánto cuesta que la instrumentación indique el consumo medio.

El Frontera Electric no deja tan buen sabor de boca como el Frontera Hybrid, hay características relacionadas con la experiencia eléctrica que debe pulir

El ë-C3 Aircross hace bien lo esencial siendo económico y el Frontera debería sumar aquello que el cliente espera al pagar un poco más: robustez, buen remate, una experiencia de software pulida y pequeños detalles que, sumados, hacen que el día a día sea más fácil. Sin embargo, en la práctica el alemán no me ha dejado claro que aporte ese algo extra.

Es una pena porque la experiencia del usuario queda descafeinada. Opel debería apostar por una pantalla con datos más útiles, añadir levas o recurrir a materiales más agradables al tacto. Todo lo demás lo tiene, el Opel Frontera eléctrico es un coche de los que se compran con cabeza: espacioso, cómodo y con cifras de autonomía y carga que le permiten ser un coche útil para la mayoría de familias que se mueven por entornos urbanos y que hacen escapadas esporádicas.

ValoraciónNota7.3
Comportamiento7
Habitabilidad9
Prestaciones7
Seguridad7
Diseño7
Confort8
Acabados7
Equipamiento7
Consumos7
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