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GP MéxicoCuatro averías de motor en dos días: la altitud condena a Toro Rosso

  • Los 2.285 metros de Ciudad de México parecen estar pasando factura al equipo italiano, que es el único cliente de Renault que ha sufrido continuas averías de motor.
  • Tras los problemas surgidos el viernes, estos se repitieron el sábado y ninguno de sus pilotos pudo disputar la clasificación.

7 min. lectura

Publicado: 29/10/2017 10:30

Los equipos llevan avisando toda la semana de las complicaciones de competir en el Autódromo Hermanos Rodríguez de México, pero hasta ahora la mayor parte de los comentarios habían girado en torno a la escasa carga aerodinámica que generan los coches por la menor densidad y presión del aire, que con alerones de máxima carga como los que se utilizan en Mónaco, provoca velocidades punta similares a las de Monza.

Pero esta particularidad derivada de la altitud también tiene su efecto en la fiabilidad y en la refrigeración. Los frenos sufren más, pero también los elementos internos del monoplaza. Los equipos intentan paliarlo con mayores tomas de admisión y rejillas refrigeradoras a lo largo y ancho de la carrocería, pero en el caso de Toro Rosso parece insuficiente.

El propio Jonathan Eddolls, Ingeniero Jefe de carrera, reconoció el viernes que Toro Rosso estaba teniendo problemas con la refrigeración de los monoplazas, que en las dos sesiones de entrenamientos de ese día experimentó un fallo de motor en cada coche. “Estamos sufriendo con la refrigeración del coche en general, ha sido uno de los grandes focos de atención de la jornada. En esta pista la presión ambiental es muy distinta a la de cualquier otra y es muy duro para el motor y el sistema de refrigeración, estamos probando muchas cosas para encontrar el punto óptimo de cara a la carrera”.

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Pero, a juzgar por los resultados, ese equilibrio no ha sido encontrado. El viernes, Brendon Hartley sufrió problemas en la primera sesión tras sólo diez vueltas y se perdió el resto de los Libres 1, aunque se pudo solventar sin penalización y completó la segunda sesión con normalidad.

Pierre Gasly llegará a la carrera sin haber utilizado el compuesto ultrablando y sin haber completado una vuelta rápida al límite con el Toro Rosso.

Sean Gelael, que sustituía a Pierre Gasly en los Libres 1, tuvo problemas con la maniobrabilidad del motor, pero no fue hasta que el francés tomó el relevo en los Libres 2 que el MGU-H falló, dejándole prácticamente inédito en la primera jornada.

La nueva unidad montada para los libres 3 no fue mucho mejor, fallando el turbo -que en este circuito debe girar a mayor velocidad para conseguir insuflar al motor la misma cantidad de aire que en otros circuitos- y anulando toda opción de participar en la clasificación tras una mala interpretación del equipo, que pensó que podría solucionarlo a tiempo sin cambiar el motor entero de una tacada.

"¡He pasado demasiado tiempo con los ingenieros en el muro este fin de semana! El viernes por la noche cambiamos el motor tras los Libres 2 por un problema y en los Libres 3 ha ocurrido otra vez, no hemos podido hacer la clasificación. Es un circuito desconocido para mí y me hubiese gustado buscar los límites para ver cómo se comportaba el coche, pues nunca he utilizado los neumáticos ultrablandos”.

“Ha sido un fin de semana realmente raro. Es duro, porque quiero dar vueltas y acostumbrarme al coche, sentirme más cómodo y aprenderme el circuito. No me siento preparado y la primera vez que llevaré al límite el coche será en carrera. Pero así son las cosas, no cambiaré el enfoque. Seguiré trabajando con los chicos y así estaré preparado para la carrera".

Brendon Hartley ha tenido más suerte que su compañero, pudiendo incluso disputar la Q1. En cualquier caso, también saldrá desde el fondo de la parrilla.

Brendon Hartley no tuvo un resultado mucho mejor, aunque al menos pudo rodar con normalidad en la tercera sesión de entrenamientos, avanzando en su adaptación a la Fórmula 1, al coche y a los neumáticos. El neozelandés llegó a salir a pista en la Q1, marcando el 14º mejor tiempo y pasando con solvencia a la siguiente fase. Pero, al iniciar la Q2, el turbo también falló y le fue imposible marcar un tiempo de referencia.

"Fue un día frustrante. Estoy un poco decepcionado, pues no puse toda la carne en el asador y creo que teníamos una buena oportunidad de estar bastante arriba en la clasificación. Estar delante de los Williams era algo que teníamos a nuestro alcance hoy. En la frenada de la primera curva noté que la vuelta era buena y sentí que era rápido, entonces el motor se fue. Mi confianza ha aumentado vuelta a vuelta y tenía ganas de encarar la Q2 para ir al límite”.

“Cada vez me noto mejor con el coche y, si Austin fue complicado, aquí he llegado mucho más preparado, sin ninguna duda. México es un circuito que me encanta y lo daré todo en carrera".

El equipo oficial Renault no ha tenido problemas de motor hasta el momento y sus dos pilotos entraron en la Q3. Red Bull tampoco ha experimentado problemas.

La carrera será una incógnita para ambos pilotos, a los que su inexperiencia no ayudará a la hora de remontar posiciones. Pero lo principal será saber si Toro Rosso consigue finalmente solucionar el problema que el resto de equipos suministrados por Renault no han tenido o si, por el contrario, los motores vuelven a fallar y deben afrontar el próximo Gran Premio en Brasil con sanciones en parrilla por un nuevo cambio de propulsor.

Mientras, el equipo oficial Renault iniciará la carrera con sus dos coches entre los diez primeros y contará con una gran oportunidad de neutralizar los cinco puntos que tiene de desventaja en el campeonato de constructores.

Fotos: Red Bull Content Pool | Renault F1

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