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5 avances del automóvil impuestos por obligar a los fabricantes con leyes

En cierto modo, no deberíamos quejarnos de los coches modernos. A menos que no vivas en un país desarrollado o uses un vehículo añejo, estás gozando de los coches más seguros que han existido, que evitan accidentes y, cuando estos ocurren, maximizan nuestras posibilidades de sobrevivir.

5 avances del automóvil impuestos por obligar a los fabricantes con leyes
Gracias a los dummys, se han salvado millones de vidas

7 min. lectura

Publicado: 14/06/2023 22:30

El mundo del automóvil, durante décadas, fue avanzando por el afán de los fabricantes de mejorarse a sí mismos o batir a sus competidores, a veces inspirados por las demandas del público. Otros avances nunca se habrían producido por cuestiones de rentabilidad o porque el público general desconocía el peligro al que estaba sometido. Tuvieron que implicarse los legisladores.

No es un simple problema de evolución, pues iniciativas como Global NCAP y Latin NCAP han desnudado las vergüenzas de algunos fabricantes en años recientes en países en vías de desarrollo, donde la vida de los clientes «no son importantes». Ha tenido que ser a golpe de legislación y con la amenaza de multas millonarias por incumplirla.

Los cinturones de seguridad que se ajustan a la cadera y la clavícula mantienen al pasajero unido a su asiento, evitando que salga despedido

1) Cinturón de seguridad de tres puntos

Mucho antes de que se empleasen cinturones de seguridad en los coches, ya se empleaban en el mundo de la aviación. Durante la década de 1950 empezaron a instalarse los primeros cinturones de forma voluntaria por algunos fabricantes, empezando por Volvo. Nadie les estaba obligando a hacerlo, más que su conciencia.

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Su implantación fue progresiva, según países, pero hubo que obligar tanto a los fabricantes a instalarlos, como a los pasajeros usarlos. Primero se obligó al conductor y/o ocupante delantero, después a los ocupantes traseros. Desde que la norma fue aceptada de forma generalizada -lo cual llevó su tiempo-, la siniestralidad disminuyó, para sorpresa de nadie salvo duros de mollera.

Un catalizador acelera un proceso químico, como la descomposición de gases tóxicos en otros que sean inofensivos o menos dañinos

2) Catalizadores

En los años 70 empiezan los primeros esfuerzos de verdad de los fabricantes para reducir las emisiones contaminantes, pero principalmente porque fueron obligados por la legislación, sobre todo en Estados Unidos y Japón. Primero fueron obligatorios los catalizadores monolíticos, después los de tres vías.

Estos dispositivos, que algunos suprimen por una pírrica ganancia de potencia o para cambiar el sonido, usados masivamente permiten que en las grandes ciudades se pueda respirar. Además, los catalizadores nos libraron de la gasolina con tetraetilo de plomo, que literalmente envenenaba a la población. Una cosa llevó a la otra, porque es incompatible con los catalizadores -también los envenena-.

Cuando las ruedas se bloquean por un esfuerzo de frenado, perdemos la dirección, así que iremos en línea recta a colisionar con lo que haya delante

3) Antibloqueo de frenos

Durante décadas, los conductores quedaron muchas veces «vendidos» ante un sistema de freno insuficiente, bien por bloquear las ruedas con mucha facilidad, o por no tener servoasistencia. Algunos dispositivos intentaron mitigar el bloqueo de frenos ya en los años 60, pero lo que realmente los popularizó fue hacerlos obligatorios.

Los coches de precio más elevado pudieron disfrutar primero de los sistemas ABS o equivalentes, como una medida de seguridad más. Si ahora hay ABS hasta en el utilitario más cutre del mercado, aunque tenga 20 años, es gracias a un imperativo legal. Si no, los básicos habrían seguido con tambores atrás y sin ABS, como sucede en países en vías de desarrollo en la actualidad.

Los airbags son bolsas de aire que se inflan en décimas de segundo con la explosión controlada de infladores pirotécnicos

4) Airbags

El mejor complemento del cinturón de seguridad, que no su sustituto, es el airbag. Este sistema permite reducir el riesgo de lesiones contra nuestro propio vehículo, ya sea al impactar contra algo o porque haya piezas rotas o cristales sueltos, y facilita que estemos sentados en la zona más segura del habitáculo.

También se han convertido en obligatorios. Todo empezó con la obligación de poner airbag al conductor, después a las plazas delanteras, y con el tiempo, los tenemos frontales, laterales, de cortina, y a veces hasta de rodilla. Las pruebas de colisión ayudaron a los fabricantes a hilar fino y maximizar la protección, aunque no sea un sistema perfecto.

Hoy día, los fabricantes deben hacerse cargo de todo lo que ponga en peligro a los usuarios de vehículos, con o sin garantía

5) Llamadas a revisión

Hoy día, cuando hay una amenaza para la seguridad de los usuarios de un coche, ya sea inminente o en el terreno de lo hipotético, los fabricantes deben solucionar el problema y hay organismos pendientes de detectar esos problemas y garantizar su solución. También fue un imperativo legal.

Antes de que hubiese esos controles, los clientes se tenían que quejar, y cuando se había acabado la garantía (que no era tan generosa como lo es hoy), ya solo les quedaba depender de la buena fe del servicio oficial, o demandar en los tribunales. Ahora un defecto cuyo origen se remonte a 15-20 años, si se descubre ahora, se tiene que solucionar igual, sin cobrar, sin rechistar, y con diligencia. Bendito invento.

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